miércoles, 30 de junio de 2021

FREDERIC RZEWSKI (1938-2021): BRING THEM HOME! (¡TRAEDLOS A CASA!, 1982)

https://www.momure.com/review/frederic-rzewski-bring-them-home/ 

Escucha legal.

También en: https://imslp.org/wiki/Bring_Them_Home_(Rzewski%2C_Frederic)


Hermosa composición sobre la necesaria devolución a sus hogares de soldados norteamericanos enviados a diversos países del mundo en intervenciones militares o en apoyo de golpes de estado.

Sobre este compositor norteamericano fallecido ayer, véase, por ejemplo, esta página web

WOLFGANG TILLMANS (1968): PYRAMIDS (2005)


 Nunca las pirámides habían exhibido su radical extrañeza, su carácter impenetrable, como en esta fotografía, en apariencia fácil y juguetona, del alemán Tillmans.

Esta obra se incluye en una exposición en la ciudad costera inglesa de Hove: 

https://www.maureenpaley.com/exhibitions/wolfgang-tillmans-9/press-release


Sobre este fotógrafo (o artista que recurre a la fotografía) véase por ejemplo: https://tillmans.co.uk/

martes, 29 de junio de 2021

Veintinueve de junio (San Pedro y la piedra)

 Simón o Simeón (en verdad, Gimeno, en castellano: un nombre hebreo, común en la Biblia, que significaría: Dios me ha escuchado), cuyo carácter rocoso dio pie a que Jesús realizara uno de los juegos de palabras con mayor repercusión de la historia occidental, fue una figura histórica o imaginaria -poco se sabe a fe cierta-, a quien se atribuyeron varios textos canónicos (reconocidos por la iglesia católica) y apócrifos (aceptados y luego rechazados en el Canon), redactados anónimamente entre los siglos II y IV dC, por autores o comunidades paleo-cristianas de las que nada se sabe, pero que se habrían considerado inspirados por el apóstol. Al igual que ocurre con los demás apóstoles, todo lo que se sabe es difícilmente histórico o son leyendas redactadas unos cien años después de su supuesto martirio. 

Un Evangelio, unas Actas y un Apocalipsis -éste, celebre-, así como dos cartas reconocidas por la iglesia (pero que no pueden ser obra suya), serían escritos suyos.

El inicio de segunda parte de la Primera Epístola de Pedro manifiesta el conocido juego de palabras entre la piedra y Pedro, presentado como el aglutinador de una sinagoga (es decir, de una comunidad, sin distinción de clases) o de una iglesia (palabra que, en griego, al contrario que sinagoga, se refiere solo a un conjunto de ciudadanos con plenos derechos, excluyendo a una parte importante de la población):

"Dejando pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud. Si habéis gustado que el Señor es benigno, piedra viva, reprobada por los hombres, pero elegida por Dios, preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como una casa espiritual para constituir una comunidad santa, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios. Pues la Escritura anuncia: "He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en ella, no será confundido". Ella es pues honor para vosotros que creéis. Por el contrario, para los desobedientes, la piedra que los edificadores reprobaron fue convertida en cabeza del ángulo y piedra de tropiezo, roca de escándalo para aquellos que que rechazan la palabra, desobedientes; para lo cual estuvieron destinados."

 


lunes, 28 de junio de 2021

Rostros en los Museos Benaki y del Arte Cicládico, Atenas (Grecia)









Museo Benaki, Atenas (Grecia)












Museo del Arte Cicladico. Fundación Goulandris, Atenas 
(Grecia) 


Fotos: Tocho, junio de 2021

Selección  de obras antiguas, chipriotas, cicládicas, cretenses, griegas, helenísticas y greco-latinas de los museos privados Benaki y de Arte Cicladico. Fundación Goulandris, de Atenas, cuyas colecciones, a diferencia de los museos públicos, se han creado mediante adquisiciones en el mercado -anticuarios, subastas- y no gracias a excavaciones legales.
Ambos museos ofrecen un panorama del arte o del hacer humano del Mediterráneo central desde el Mesolítico (VI milenio) y la Edad del Bronce hasta finales de la antigüedad. 
Dichas colecciones completan la oferta publica. A diferencia de ésta, que suele recoger conjuntos de obras ( por ejemplo, ajuares funerarios, ofrendas en santuarios), las colecciones privadas suelen comprender obras aisladas cuya procedencia y cuyo contexto, en ocasiones, son desconocidos, por lo que se aprecian más por sus cualidades estéticas que por su significado y su capacidad de informar sobre rituales y la finalidad de dichas prácticas. 

Por una callejuela de Atenas ….

 



De súbito, ayer, un domingo de verano, a las diez de la mañana, con una temperatura que ya sobrepasa los treinta grados, por una callejuela desierta del barrio de Plaka en Atenas, dos músicos mayores caminan, sin pedir nada….

sábado, 26 de junio de 2021

El templo de la ninfa perseguida por el rey Minos (Templo de Afaia, isla de Egina, Grecia)

 













Fotos: Tocho, junio de 2021

En las profundidades de la montaña más alta de Creta, se abría la angosta cueva de Dicte que descendía como un paso al Hades, donde moraba la mítica cabra Amalthea, que alimentaba al niño Zeus, en la que su madre, la diosa Rhea, lo había escondido para que escapara a la furia de su padre Crono, ya que éste sabía -así lo había anunciado un oráculo- que un día lo suplantaría a la cabeza del panteón divinidad.

La cueva pertenecía a la diosa de las montañas, Bricomartis, que gustaba ir de caza en compañía de la diosa de las fieras, la temible Ártemis. Ambas recurrían a armas similares; actuaban desde lejos, Ártemis disparando flechas y Bricomartis lanzando redes que apresaban a las víctimas, como si éstas hubieran quedado inmovilizadas, no sabiendo qué senda tomar, por la red de galerías del laberinto.

Pero, pese a su divina condición, la diosa Bricomartis tuvo que abandonar su tierra, la isla de Creta, hundiéndose en el ponto, a fin de escapar del asedio del poderoso rey Minos, favorecido por el dios Poseidón.

Zeus, enfrentado a Poseidón, se apiadó de su segunda madre : le permitió salir a flote, y volverse invisible, bajo el nombre de Aphaia -que significa Invisible-, al emerger cabe la isla ática de Egina, donde, desde quizá el siglo XIII aC, los habitantes de la isla le rindieron culto, y siglos más tarde, en el siglo VI aC, le dedicaron un templo dórico, el único conocido que honra a esta divinidad, un templo de armoniosas proporciones y medidas controladas, ubicado en un altozano de la isla, rodeado por densos bosques, dominándola, el templo griego más hermoso que aún existe.

viernes, 25 de junio de 2021

Casa del alma en el Museo Arqueológico de Rethymon (Creta, Grecia)

 














Fotos: Tocho, junio de 2021


El nuevo y precioso museo arqueológico de Rethymon, en Creta, posee unos restos únicos , bastantes completos, de una maqueta arquitectónica de terracota, de cierto tamaño, de una casa o un santuario minoica, de dos pisos, con balcones en las fachadas delantera y postrera, y un altar en forma de “cuernos de la consagración”, y un interior detallado, que se percibe a través ee las ventanas, de la que no existe otro ejemplar. Objeto funerario, humilde por el material, pero altamente valioso por el símbolo del hogar que representa y la íntima relación entre el usuario y la casa que denota, una relación tan apreciada que el difunto parte al más allá con su propia casa, cuyo tamaño se adapta a su espíritu capaz de recogerse en ella.

El museo, además, expone hermosos sarcófagos de terracota pintados minoicos, y modestas pero emotivas estatuillas de terracota  de oferentes, en posición de adoración o de entrega, que acompañaban al difunto en su tránsito para velarlo y facilitarse el viaje sin retorno.

Un pequeño museo fundamental maravillosamente presentado, que expone una selección de obras, desde la prehistoria hasta Bizancio, con una particular incidencia en el periodo minoico (tercer y segundo milenios)

jueves, 24 de junio de 2021

El más allá en el reino del Minotauro: el cementerio minoico de Armeni (Creta, Grecia)













 Fotos: Tocho, junio de 2021


Bajo un denso bosque de robles, en un área despoblada, sacudido por el zumbido de los grillos que apenas dejan un respiro, caminos de tierra llevan a unas doscientos cincuenta tumbas minoicas, de mediados del segundo milenio, halladas hace cincuenta años.
Unos gastados peldaños, pocos o muchos, de piedra, que se hunden en la tierra, y sube se pueden recorrer con cuidado,  llevan a un estrecho y largo paso descubierto que termina en la boca, originariamente tapiada por una gruesa losa de piedra, de una tumba de planta geométrica excavada en la roca. Las tumbas más grandes disponen de bancos corridos tallados en la piedra, y en algunos casos un hondo pozo se adentra en las profundidades. 
Todas las tumbas están orientadas al este, apuntando a un monte en cuya cima se halla un santuario.
Tumbas para varias personas, reutilizadas a veces, dotadas de ajuares funerarios compuestos de vasijas, estatuillas y útiles de metal. 
El acceso es excesivamente angosto en algunas, pero en otras el paso, agradecido por el húmedo frescor reinante, que contrasta con el calor exterior -un frío que sobrecoge, no exento de connotaciones simbólicas, bajo el que se tirita y se retorna prontamente al sol- permite la entrada en las oscuras cámaras cuyos negros conductos verticales subterráneos ahuyentan. 
Los grillos, en Grecia, eran la voz de los espíritus guardianes de algunas personas.