miércoles, 31 de agosto de 2022

MARLENE DUMAS (1953): LA DAMA DE URUK (2020)


 

Quizá sorprenda que la artista sudafricana Marlene Dumas, aunque una gran parte de su obra Sean retratos. A menudo de figuras públicas, se haya fijado en la máscara de Warka, la obra maestra del arte sumerio (3400 aC, Museo de Bagdad) -interpretada como una efigie divina o, seguramente humana: reina, sacerdotisa, heroína…-, salvo, quizá por el poder hipnótico de las órbitas vacías, o porque fue una de las obras expoliadas cuando el asalto al museo de Bagdad, cuando la invasion de Iraq en 2003 -aunque hallada en una alcantarilla y devuelta sin haber sufrido daños.
En todos los casos, este oleo, de 130x110cm, es otro testimonio de la fascinación que la retratística del Próximo Oriente antiguo sigue ejerciendo.

(Véase la próxima entrada, próximamente)

La obra de Marlene Dumas se incluye hoy en una gran exposición antológica en el Palacio Grassi en Venecia.


martes, 30 de agosto de 2022

Ganímedes





Fotos: Tocho, Venecia, agosto de 2022
 

Elevación por el amor, la pasión frente a la razón, la disolución de las fronteras entre lo humano y lo divino, lo humano y lo animal ¿son los temas que guían laboriosamente  la bienal de arte de venecia de 2022 a través de un sin fin de obras ilustrativas?
Desde luego.
Mas, todas ellas empalidecen ante una pequeña escultura Romana marmórea, basada en una composición helenística, que representa al joven pastor troyano Ganímedes, raptado a lo alto del monte Olimpo donde miran los dioses por un apasionado Zeus convertido en un Águila amorosa  a la que se aferra el joven, que se convertirá, pese a los celos de Hera, la esposa del padre de los dioses, en el amante y el cuidador de Zeus, convertido finalmente en la constelación de Acuario, signo de unos nuevos tiempos.
Esta obra fue colgada, en el siglo XVI, en lo alto de una estancia de planta cuadrada  y de gran altura (dedicada a albergar una colección de esculturas romanas), abovedada, justo debajo de la linterna, por el dogo Grimani en su palacio, recientemente restaurado y abierto al público, una de las presentaciones de obras de arte más sugerentes que cabe imaginar, y que revela cómo las obras de arte tenían como misión elevar la mirada y el ánimo -lo que la presente bienal intenta, sin gran éxito.







lunes, 29 de agosto de 2022

KAY SAGE (1898-1963): ARQUITECTURAS


























 En la espléndida exposición sobre la magia, la alquimia, el ocultismo y el surrealismo, en la fundación Peggy Guggenheim de Venecia, frente a grandes cuadros de Ernst y de Chirico, sobresale un inquietante y melancólico cuadro con la imagen de inestables y desolados andamios por encima de un paisaje cubierto por nubes o niebla. El interior de algunas estructuras está recorrido por telas blancas retorcidas y fantasmagóricas. El título de la obra es Mañana es Nunca, o no hay Mañana. Pintado por la artista surrealista norteamericana Kay Sage, sucede al fallecimiento de su esposo, el también pintor surrealista francés Yves Tamguy, cuya muerte llevó a Sage al suicidio. 
Una gran parte de su obra está recorrida por estructuras arquitectónicas vacías, abandonadas, casi ruinas, estructuras de rascacielos deshabitados o inhabitables, con puertas que abren al vacío, en paisajes desérticos y neblinosos, por el que transitan espectros ocasionalmente, una imagen del futuro que nunca será. 

domingo, 28 de agosto de 2022

El arquitecto que subió a los cielos



Erwin von  Steinbach es un arquitecto legendario medieval (s. XIII), de quien se tienen pocos datos, salvo que habría sido uno de los proyectistas de la fachada principal de la catedral gótica de Estrasburgo -aunque se le ha considerado también el proyectista de todo el templo, una de las cumbres del arte gótico catedralicio. 

La catedral de Estrasburgo es también célebre porque es la única que aún mantiene la logia masónica, o la caseta de obra de los albañiles (maçons, en francés) que junto con los tallistas, los pintores, los arquitectos, los teólogos, los herreros, los vidrieros formaron un equipo de trabajadores, liberados de sus respectivos gremios, para proyectar y construir una catedral. Las casetas de obra se desmontaban al acabar el edificio. La duración de la construcción de la catedral de Estrasburgo logró que la caseta -donde también se guardaban útiles, instrumentos, planos y libros de referencia- perdurara en el tiempo.

 El arte medieval, denostado por el clasicismo, suscitó la nostalgia de unos tiempos “puros”, en los que el trabajo artesanal y la piedad pautaban la vida, a principios del siglo XIX, y los edificios góticos dejaron de ser considerados obras de los godos o bárbaros.
El entusiasmo por esos tiempos también se manifestó en las artes plásticas, con la pintura de estilo trovador, que representaba escena piadosas, de amor cortés, ilustrativas del honor caballeresco.
Este estilo , risible hoy, llamado a veces prerrafaelista, que se oponía al clasicismo que Rafael encarnó, tubo en el pintor alemán Mortiz von Schwind (1804-1871) un artista entregado a una iconografía que ilustraba sobre las virtudes del amor puro y del trabajo desinteresado en favor de causas elevadas y de la salvación del alma, como en este cuadro que muestra al legendario arquitecto de la catedral de Estrasburgo llevado por los aires por el Arcángel Gabriel, para que pueda observar desde lo alto su obra magna la flecha de cuya torre quería alcanzar el cielo.

Agradezco al arquitecto, artista y profesor David Mesa, investigador en Múnich donde se halla este cuadro, la referencia a la obra, el artista y el arquitecto.
Los arquitectos también ascienden.

viernes, 26 de agosto de 2022

WINOLD REISS (1886-1953): INTERIORES Y RETRATOS















 

















Sea o no enteramente cierto que el arte y la arquitectura norteamericanos deben mucho a los artistas de vanguardia  europeos exiliados tras el ascenso del nazismo y durante la Segunda Guerra Mundial, lo cierto es que antes de la Primera Guerra Mundial un artista alemán, formado en el modernismo vienés, Widold Reiss, emigró a los Estados Unidos, primeramente a reservas de indios que le fascinaban, y luego a Nueva York, donde destacó tanto como retratista, sobre todo de afroamericanos de Harlem (un tema insólito), como en la decoración de interiores, a través de murales y de proyectos de espacios domésticos y de comercios -su trabajo como diseñador gráfico y como ilustrador también sobresale-, aportando el modernismo centroeuropeo, pronto evolucionado hacia un Art Deco cubista, que marcaría decisivamente la historia del interiorismo ( y de la retratistica) norteamericanos, si bien cayó en el olvido tras la Segunda Guerra Mundial, perdiéndose mucha obra: la mayoría de los interiores fueron derribados.
Hoy, Nueva York le dedica la primera exposición antológica de la historia, con lo poco que ha quedado