Se levantará el pináculo central, de 170 metros de altura -superando la altura de todos los rascacielos de la ciudad, pero ya se sabe que la arquitectura sagrada es más elevada-, se derribará una manzana de viviendas para alzar la fachada principal -un tema del que nadie, pudorosamente, quiere hablar-, y se seguirán las obras a ritmo frenético, sin permiso de obras.
No se permite la construcción de ninguna mezquita en Barcelona. Los fieles musulmanes tendrán que seguir acudiendo a oratorios que no son sino garajes o talleres apenas reconvertidos, a menudo en polígonos industriales o en callejuelas oscuras.
Los motivos por los que las autoridades municipales no permiten una gran mezquita son de orden político: la financiación provendría de Arabia Saudí, por lo que se divulgaría el wahhabismo, una rama extremista del credo musulmán.
Es obvio, por tanto, que, toda vez que la Sagrada familia se eleva con donaciones privadas, se estudia con cuidado el color político de los donantes, solo se aceptan donaciones de partidos de izquierda y se rechazan fondos de miembros de sectas como el Opus Dei. En Cataluña, como sabemos, no cabe la extrema derecha. Plataforma Per Catalunya debe de ser otra cosa. Muy cristiana.
¡Buenas, Pedro!
ResponderEliminarArtículo 16 de la famosa quizásmodificable Constitución, "1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley."
¿Debe ser la excusa del mantenimiento, pues, del orden público allí donde se escudan cual aval para no tener que iniciar los discursos antisociales y -también- extremistas?
Por cierto, leí ayer algo curiosamente divertido acerca de la Sagrada Família...
http://www.ara.cat/societat/sagrada_familia-joan_bonet_0_558544237.html
...desde la generalitat se dijo el 2025...Bonet dijo que "ojalá", una palabra que expresa un tanto de desconfianza al respecto (como suele pasar, ¿no?)
¡Saludos!
Hola Ángel
ResponderEliminarSi existen problemas de orden público, se tiene que intervenir. Y, por tanto, ¿cómo no se interviene (en) la construcción de la Sagrada Familia, sin permiso de obra, y amenazando una manzana entera de vivientas? ¿Acaso no es éste un problema de orden público?
Por otra parte, dar por supuesto que la mezquita vaya a ser un foco de integrismo, es solo un supuesto.
Finalmente, Opus dei, Guerrilleros de cristo rey, campan tranquilamente, y son un problema que las familias que han tenido o tienen miembros fagocitados por esas sectas conocen.
Más que un problema religioso, es un tema de racismo.
Somos todos más o menos racistas, tampoco nos vamos a engañar, pero bueno es saberlo, y no mentir(nos)
Hasta pronto