Revuelo e indignación en parte de la prensa tunecina, e inquietud en medios universitarios como la Escuela de Arquitectura, hoy.
Reched Ghannouchi, lider del partido islamista Ennahdha, ganador de las pasadas elecciones, ha anunciado, tras prometer liberar Jerusalén, la arabización de la enseñanza, la separación de hombres y mujeres en espacios públicos, la anulación de ayudas a las madres solteras, la promoción del turismo "halal" (sin alcohol, y con carne sacrificada según un determinado ritual), y la expulsión de los judíos (empiezan las amenazas en algunas zonas del país), la instauración del sexto califato.
Se empiezan a ver los primeros chadors incluso en zonas costeras turísticas.
Mientras, la izquierda laica acusa cada vez a los Estados Unidos de apoyar nuevas dictaduras que aseguren el control del pais (como en Arabia Saudí), todo y reconociendo que las elecciones fueron legales, y que los islamistas habrían ganado con o sin apoyos exteriores. Es difícil saber si esta acusación está fundada, o es una manera de disculpar las torpezas de los partidos de izquierda, sostienen algunos profesores universitarios. Comentan que la situación en Túnez se asemeja a la que impera en algunos paises europeos con la subida de la extrema derecha (Front National en Francia, Partit per Catalunya en Cataluña, etc.), ahora, o en los años treinta.
También reconocen que la influencia mayor proviene de Qatar, que, por otra parte, está comprado extensas zonas costeras para promociones inmobiliarias similares a las de los Emiratos Árabes (pese a la quiebra de empresas de Dubai).
Se denuncia el doble lenguaje de Ennahdha, que demoniza a Israel, y recibe al líder de Hamas, pero pacta con los Estados Unidos.
También se quejan del término "primavera árabe" que impera en paises occidentales. Argumentan que nada tiene que ver Túnez (aún democrático y laico, aunque no se sabe por cuánto tiempo) con cualquier país del Próximo Oriente; ni siquiera el árabe, mezclado con términos bereberes (y turcos) en Túnez, es parecido al árabe que se habla en Itak, por ejemplo.
¿Revolución, o involución?
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