lunes, 9 de abril de 2012
La ciudad y las aguas: Romorantin, la capital de Francia que Leonardo de Vinci no pudo construir
Recientes estudios sobre las primeras ciudades de la historia, en Sumer (sur de Mesopotanmia, en Iraq), sugieren que éstas fueron edificadas en un medio lacustre: las marismas del delta de los ríos Tigris y Éufrates. El entorno proporcionaba agua, pesca y ganaderia vacuna, así como un eficaz medio defensivo. Canales naturales facilitaban las comunicaciones. Los puertos relacionaban vías marítimas -por las que llegaba el comercio con la Península Arábica y la India- y fluviales, que conectaban el sur con el norte de Mesopotamia, de donde procedían los metales de los que estas primeras ciudades carecían. La ubicación de éstas las situada en nudos de cómodas comunicaciones, al mismo tiempo que las protegía.
Algunos arqueólogos sostienen que las grandes ciudades, como París, Berlín, Milán, Washington o Barcelona, se han levantado siempre en marismas por las facilidades antes citadas.
Una ciudad, hasta hace cuarenta años desconocida, responde perfectamente a este modelo: Romorantin, la nueva capital de Francia que el rey Francisco I (1494-1547) encargó a Leonardo de Vinci (1452-1519)
Tras su victoria en el norte de Italia, y la conquista del ducado de Milán -una ciudad lacustre, en cuyo proyectos de mejora, defensa y ornamentación o decoro Leonardo intervino-, Francisco I entró en contacto con el artista milanés, ya mayor.
Francisco I quería reordenar la corte (aún parcialmente trashumante), construir una nueva capital justo en el centro de Francia, allí donde había pasado su infancia, y deslumbrar a Carlos V.
Leonardo emigró a la corte de Francia junto con su discípulo Francesco Melzi (1493-1572). Trabajó dos años como mínimo en el proyecto, hasta su fallecimiento en 1519. Se conservan pocos documentos. Pero éstos revelan que proyectó un palacio real, una ciudad lacustre, situada en una red de comunicaciones fluviales que ponían en contacto el Mediterráneo con el Atlántico, facilitando el transporte de mercaderías.
La ciudad presentaba una doble red de conducciones, de aguas limpias, y sucias, que no se mezclaban, a fin de evitar la peste. La salubridad fue la gran preocupación de Leonardo. Las cuadras reales presentaban sistemas automáticas de evacuación de purines. El agua servía para accionar molinos, cuya energía iba a ser utilizada por toda clase de manufacturas. La ciudad se planificaba no como un conjunto estático, en el que hubieran primado los bloques (viviendas, palacios, industrias), sino como una red, por la que circulaban bienes y personas. La intensidad y la dirección de los desplazamientos componían el plano de la ciudad y la conectaban al territorio circundante y lejano. Las mismas viviendas eran móviles. Se montaban fuera de la ciudad y se transportaban en barcazas. La ciudad se planeaba como un lugar de intercambio. No se concebía como una ciudad ideal, aislada, autosuficiente, sino como un nudo a partir del cual se organizaba el reino. Se trataba de un lugar, no tanto de paso, cuanto de partida. La ciudad no se replegaba detrás de las murallas, sino que se abría a todo el país. La imagen del corazón unido a las arterias, o la extensa red de canales del norte de Italia, y del Véneto, fue, posiblemente, la que inspiró a Leonardo.
El proyecto llegó a ponerse en práctica. las obras de canalizaciones, y las primeras piedras, los cimientos de algunas construcciones fueron depositados, según han revelado recientes excavaciones arqueológicas. Es posible, incluso, que algún edificio pudiera haberse edificado.
Sin embargo, las obras se detuvieron. Se ha especulado que el coste era excesivo, o que la peste decimó a la corte y a los trabajadores. se sabe hoy, sin embargo, que la muerte de Leonardo puso fin a la obra, pues ningún arquitecto se atrevió a proseguir.
La corte se desplazó al castillo de Chambord, en el que Leonardo podría haber también intervenido. Y la nueva capital cayó en el olvido.
Las aguas volvieron a su cauce.
Romorantin cité idéale, le rêve inabouti de... por GenerationPopTV
No hay comentarios:
Publicar un comentario