domingo, 30 de diciembre de 2012
Lamento por la destrucción de Ur: una nueva versión
Los lamentos por la destrucción de ciudades constituyeron un género literario, escrito en sumerio, en Mesopotamia, durante el tercer milenio.
Los ataques a ciudades y las tomas que sufrían se explicaban por el abandono de la urbe a su suerte por parte de las divinidades que las protegían y moraban hasta entonces en ellas. Ese inesperado e irreparable desapego era debido a una grave falta cometida por el rey: la soberbia, cuando, por ejemplo, había tratado de edificar en un lugar proscrito por el cielo o incluso no escogido por éste.
En cuanto los dioses partían, los enemigos se abatían sobre la ciudad, saqueaban, incendiaban y derribaban los edificios, reducían los habitantes a la esclavitud o los ejecutaban. Una vez la falta expiada, el cielo enviaba un salvador: un rey, que fundaba un nuevo linaje. Congraciado con la divinidad principal, podía restaurar las estructuras y el poder de la urbe.
La exposición Antes del diluvio. Mesopotamia 3500-2100 aC, en Caixaforum (Barcelona), está -sorprendente y felizmente- tomada por el público (la foto corresponde al sábado 29 de diciembre).
Mas los niños, a veces descontrolados, parecen venidos directamente de las montañas. Y, así, por ejemplo, arrancan y se llevan de recuerdo el templo que se alzaba sobre el zigurat, en la maqueta, hoy mutilada, de la ciudad de Ur, construida para la muestra.
La restauración, por suerte -a cargo de Marc Marín-, tardará menos que en la realidad.
No sé si la cólera de dios privará al templicida de regalos de Reyes.
Los dioses mesopotámicos podían ser terribles. Como bien supieron los que vivieron cuando el diluvio. El martes se anuncia un brusco, quizá brutal, cambio de tiempo (de ¿humor divino?) -en Barcelona-.
¡Ah, Ur! De nuevo en ruinas:
"la tormenta violadora arrasó la tierra. Como un diluvio destruyó completamente la ciudad. La tormenta que aniquila la tierra silenció la ciudad. La tormenta que hará que todo se desvanezca llegó causando daño y el mal. La tormenta destructiva como el fuego se abatió sobre las personas." (Lamento por la destrucción de Ur, v. 193 y ss.)
Fotos: Marc Marín (29 de diciembre)
NB: El castigo ha llegado. La profesora de la universidad de Bagdad, la dra. Ghada Siliq, acaba de escribir que se circula hoy en barca por Bagdad, tras un verdadero diluvio.
Qué nos espera pues en Barcelona. Con la que ya está cayendo.
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