Volúmenes blancos en los que los cuerpos parecen encajonados, incómodos, desajustados, con uniones y cambios que no siguen las proporciones humanas -la cintura se ubica a la altura de las axilas-, formas hinchadas y pesadas, de gruesas telas acartonadas, hormigonadas, togas y capas como rampas que nunca terminan, motivos reiterativos, ornamentos concentrados en unos pocos lugares, vestidos largos -aunque no lo suficiente- apoyados sobre delgados soportes, los últimos vestidos de Karl Lagerfield para la casa de alta costura Chanel son, tras la villa y los trajes en la añeja película Mi tío, de Jacques Tati, la mejor interpretación de los logros de la arquitectura, el urbanismo y el mobiliario de Le Corbusier.
lunes, 14 de julio de 2014
Le Chanel: Karl Lagerfield y Le Corbusier (2014)
Volúmenes blancos en los que los cuerpos parecen encajonados, incómodos, desajustados, con uniones y cambios que no siguen las proporciones humanas -la cintura se ubica a la altura de las axilas-, formas hinchadas y pesadas, de gruesas telas acartonadas, hormigonadas, togas y capas como rampas que nunca terminan, motivos reiterativos, ornamentos concentrados en unos pocos lugares, vestidos largos -aunque no lo suficiente- apoyados sobre delgados soportes, los últimos vestidos de Karl Lagerfield para la casa de alta costura Chanel son, tras la villa y los trajes en la añeja película Mi tío, de Jacques Tati, la mejor interpretación de los logros de la arquitectura, el urbanismo y el mobiliario de Le Corbusier.
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