Habitada hasta el año 2000 por la hija del propietario, y hoy tapiada, en ruinas, aún en venta (pudiendo ser derribada para construir un bloque de pisos turísticos -aunque, al parecer, ha sido declarada recientemente bien cultural local, a fin de restaurarla y convertirla quizá en un centro de interpretación de las artes de vanguardia del periodo de entre-guerras-), en medio de un descampado de tierra y arena utilizado como un atestado aparcamiento de pago, en un solar elevado con respecto a la calle de la que lo separa un muro medio derruido, entre árboles, maleza y coches, casi tan ruinosa como la villa romana vecina, aun se levanta, en el pueblo de la Costa Brava, Tossa de Mar, la que quizá sea una de las pocas villas racionalistas construida por un arquitecto extranjero en Cataluña. En efecto, arquitectos judíos alemanes, como Fritz Marcus o Gerhard Planck, construyeron algunas casas, bares y hoteles en Tossa (los primeros en la Costa Brava), antes de la Segunda Guerra Mundial, mas eran construcciones que revisaban el modelo de la casa rural, con fachada de piedra y cubiertas de teja -modismos que algunos arquitectos racionalistas incorporaron a sus proyectos de formas geométricas puras. Algún estudioso, sin embargo,sabe de la existencia de una desconocida casa de Le Corbusier, anterior a la Segunda Guerra Mundial).
Conocida como Ca l´Acerbi, fue construida, entre 1940 y 1945, por un arquitecto alemán, Boelitz, formado en París, y huido tanto de la Alemania nazi cuando de la Francia ocupada, para un propietario italiano, Acerbi, también educado en Alemania, en la ciudad de Weimar (sede de una de las escuelas de la Bauhaus), y emigrado de este país, por los mismos motivos.
La villa, de dos pisos, con un torreón que acoge el núcleo de escalera, refleja la fascinación de Boelitz por Mallet Stevens. Elevada sobre una amplia terraza porticada sobre la entrada principal, se desmarca, aislada, de la trama del pueblo, sobresaliendo por encima de los tejados de la villa, disponiéndose como un amplio balcón semi-circular sobre el pueblo al que se enfrenta y convierte en un espectáculo, y solo el color blanco, hoy ennegrecido, la integra en la compacta masa urbana, si bien los árboles, y los desmontes descuidados del perímetro del solar, cubierto de maleza y arbustos, la esconden de la vista de los paseantes.
Consúltese los muy útiles artículos:
http://www.revistadegirona.cat/recursos/2014/0284_052.pdf
http://www.docomomoiberico.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=585:ca-lacerbi&lang=en
http://www.revistadegirona.cat/recursos/2014/0284_055.pdf
http://www.tarbutsefarad.com/es/secciones/arte-judio/4801-artistas-e-intelectuales-judios-en-tossa-de-mar.html?start=3
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