miércoles, 8 de octubre de 2014
NICHOLAS NIXON (1947): THE BROWN SISTERS (LAS HERMANAS BROWN, 1975-¿?)
Al ver a su mujer junto a sus hermanas, un día del verano de 1975, el fotógrafo americano Nixon les pidió si estarían de acuerdo en que las fotografiara juntas cada año. Aceptaron. Acodaron que se dispondrían del mismo modo, sin prestar atención al vestuario, el corte de pelo y la pose. Debían estar allí simplemente: cuatro presencias. Acuerdan y conjugan agendas y se reúnen un día. Nunca han faltado a la cita ante el ojo de Nixon.
Mirar o no a la cámara. Nixon no se interesa ni le interesa qué expresan, sus vidas, de las que nada sabemos. Solo son un nombre y cuatro seres ante nosotros. No hay alegría ni dolor. Tan solo podemos intuir, por algún gesto imperceptible -una mirada, la posición de los labios, una mano o un brazo- qué les ocurre, sin que podamos estar seguros, vanos o fatuos intentos de ir más allá de la imagen. Y, sin embargo, vemos que no son máscaras ni seres reducidos a un apariencia. Son y están ante nosotros, y quizá estén más vivas que nosotros. Nos miran sin sentir ningún interés especial. No atraen ni rechazan la cámara. Ésta es el órgano que atestigua que están aquí, y que quizá incluso les de el ser que en la vida puede que -sin duda- no tengan. Pero no son imágenes, sino que la imagen crea -y revela, al crearla- su entidad. Son en la imagen. aunque intuimos que su vida, juntas o separadas, acontece lejos de la cámara.
También intuimos que el tiempo es el factor que constituye la serie. No solo porque muestra el paso del tiempo en rostros y cuerpos, sino porque genera y da sentido a la serie. Esta tiene que concluir. Un año, quizá pronto, ésta se interrumpa, por la desaparición del fotógrafo, o una o varias hermanas. Y este momento es próximo, más próximo que cuando la serie, un día de estío en los Estados unidos, esta serie que ya incluye treinta y nueve retratos de grupo, se inició. Una vida
Las Brown Sisters es una de las series fotográficas (en proceso de realización -y acabamiento-), y uno de los retratos más sobrecogedores y enigmáticos del siglo XX y XXI.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) expondrá la serie completa completa -a la espera del próximo verano, quizá- el próximo mes de Noviembre.
Existen siete ejemplares. Una serie completa se halla en la Fundación Mapfre de Madrid. Debería ser de obligada visión.
Excelente idea! Existe algo especial en el hecho que no todas sean "buenas" fotos.
ResponderEliminar¡Es cierto! el aspecto de foto de familia concede a la serie un aire aun más emotivo y personal
EliminarMuchas gracias por esta aguda observación
Vi la serie expuesta en la fundación Mapfre hace un tiempo y me pareció impresionante.Está muy bien poder ver así seguidas las fotos en el blog porque se pueden comparar mejor y ver como el tiempo les afecta a ellas y a nosotros.Como van cambiando las expresiones e imaginar lo que han sido sus vidas por lo que sabemos de las nuestras.Sobre todo cuando quienes las vemos somos mujeres también.
ResponderEliminarMaría Alonso
No había caído en que, siendo todas mujeres, el recorrido que trazan las expresiones y gestos se distingue del que ofrecerían otras composiciones.
EliminarEspero que la Fundación Mapfre vuelva a mostrar íntegra la serie algún día. Quizá tras la exposición en el MoMA vuelva a salir a la luz.
Tienen magnetismo, un no parar de mirar y comparar los diferentes retratos. Su aparente indiferencia produce escalofríos.
ResponderEliminarVioleta
es muy cierto que su indiferencia ante la cámara, a la que no se sabe si retan, desprecian, o no tienen en cuenta -sabiendo la que la cámara no podrá con ellas-, inquieta.
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