sábado, 28 de marzo de 2015
HAYV KHARAMAN (1981): CASAS DE BAGDAD (2014)
Kharaman es una joven artista iraquí, nacida en Bagdad, y exiliada en los Estados unidos, que expone ahora en Nueva York.
Su obra juega con las composiciones de las miniaturas persas para ofrecer una mirada sarcástica sobre el mundo árabe actual; al mismo tiempo, juega con las convenciones de la pintura clásica occidental.
Su trabajo más destacado consiste en plantas arquitectónicas dibujadas a gran tamaño. No son proyectos sino levantamientos de planos. Corresponden a casas existentes en Bagdad y otras ciudades de Iraq, o ya destruidas: casas individuales, con varias plantas, organizadas alrededor de varios patios, que se remarcan mediante la pintura en color del damero del enlosado.
Kharaman cuenta que su padre se vio forzado a vender la casa familiar. Se hallaba cerca del aeropuerto, donde se produjeron los ataques más mortíferos por francotiradores entre 2004 y 2008. Tampoco pudo legar la casa a sus hijas. Las mujeres, en Iraq, no pueden heredar bienes inmuebles que tienen que recaer un familiares masculinos. Dado que Kharaman solo tiene una hermana, perdía inevitablemente el hogar.
Un hogar al que asocia recuerdos, juegos y sueños. Un hogar añorado: Parte de su vida se halla aun entre estas paredes en las que no volverá a estar.
Kharaman ha escogido representar casas con patio. Las representa mediante la planta. Ésta es una traza, la última que aún perdura en la tierra, como en un yacimiento arqueológico, cuando todo lo que se levantada ha sido derribado. En ocasiones, el cuadro tiene la forma de la plabnta. Ésta se puede coger, agarrar o abrazar. mas no es más que un plano, un objeto "plano", carente ya de vida. La planta es, sin embargo, el testimonio del aferramiento de la casa a la tierra. Casa deseada o abominada, cuna o cárcel. La mirada de Kharaman es ambivalente.
Las casas que retrata comprenden varios patios. Éstos actúan como lugares de intercambio y de encuentro. Se trata de los espacios domésticos donde los varones reciben a los invitados o las visitas ocasionales. Las mujeres tienen vetado el acceso a los patios. Aquellas tienen que vivir en las plantas superiores. Solo pueden, a través de mirillas, contemplar lo que acontece, a los enviados del exterior, desde lo alto. Casas que protegen y que encierran. Encierran personas y recuerdos.
Véase la página web de la galería.
Una artista que sabe fundir muy bien pensamiento y obra plástica en unas piezas muy originales e intransferibles. Sus raíces son la savia que le sirven para cuestionarlas y al mismo tiempo rendirlas homenaje. De un gran refinamiento y pulcritud, utiliza el sarcasmo mediante metáforas sofisticadas, a veces domésticas a veces eróticas, a la manera de los menos explícitos Shunga japoneses o de la caligrafía de los dibujos perversos de Hans Bellmer. También me han hecho pensar en los preciosos alzados a color del arquitecto egipcio Hasan Fathy.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando escribí el comentario, aun no había visto obras de esta artista en directo. La sorpresa -positiva- fue mayúscula. Lo que me parecían versiones de miniaturas persas son en verdad cuadros descomunales, de casi 3x4 metros cada uno, en los que las figuras agigantadas, y los textos irónicos o crueles, lúcidos y desencantados, que contrastan con las figuras aparentemente amables, exponen las miserias de las mujeres y de los o las iraquíes de manera contundente, ya que el agrandamiento de las figuras hace ver su carácter ficticio, como sui fueran muñecas (hinchables o hinchadas), es decir, figuras ficticias, irreales, que hacen ver que viven en un mundo ideal cuando, en verdad, son juguetes rotos.
ResponderEliminarUna obra mucho más política -todo y siendo "estética"- de lo previsto. Un logro (y una sorpresa mayor de lo esperado).