"Tomorrow is the question" lo tengo en el pedestal del jazz de principios de 60 y en uno de los mejores álbumes de toda su historia. Con Don Cherry consiguió una rareza intemporal. Porque no se trata del free jazz al uso imposible de escuchar. No son escupitajos sonoros, sino música lacerante muy bien estructurada.Todas las piezas de este disco tienen melodía, ritmo y poesía, pero de una forma tan potente y descarnada que estremecen.
A mi tampoco me gusta nada. Pero ese álbum del que hablo es otra cosa, completamente diferente aunque a Ornette se le encasilla en esa tendencia por haber formado parte; su talento no podía conformarse con tan poco, mucho ruido y ninguna nuez. No puedo con Archie Sheep, Albert Ayler, etc.
"House of stained glass" también posee otra concepción, aunque totalmente distinta al disco referido y, por supuesto, al free jazz.
¡Ay! Descreer en el ruidismo de Coleman no está bien visto... Pero es cierto, es imposible de escuchar. Música inaudible -pero no celestial. Negaré haber escrito eso... Un saludo
"Tomorrow is the question" lo tengo en el pedestal del jazz de principios de 60 y en uno de los mejores álbumes de toda su historia. Con Don Cherry consiguió una rareza intemporal. Porque no se trata del free jazz al uso imposible de escuchar. No son escupitajos sonoros, sino música lacerante muy bien estructurada.Todas las piezas de este disco tienen melodía, ritmo y poesía, pero de una forma tan potente y descarnada que estremecen.
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarNo sé nada de free jazz, y me cuesta que me guste, pero este tema cautiva -precisamente por los silencios que casi lo componen.
A mi tampoco me gusta nada. Pero ese álbum del que hablo es otra cosa, completamente diferente aunque a Ornette se le encasilla en esa tendencia por haber formado parte; su talento no podía conformarse con tan poco, mucho ruido y ninguna nuez. No puedo con Archie Sheep, Albert Ayler, etc.
ResponderEliminar"House of stained glass" también posee otra concepción, aunque totalmente distinta al disco referido y, por supuesto, al free jazz.
Saludos.
¡Ay! Descreer en el ruidismo de Coleman no está bien visto...
EliminarPero es cierto, es imposible de escuchar. Música inaudible -pero no celestial.
Negaré haber escrito eso...
Un saludo