jueves, 12 de mayo de 2016

La casa y el ser humano

Construimos porque somos humanos. Los animales también construyen, pero ninguna construcción animal posee un techo -salvo los capullos de las larvas, pero quedaría por decidir si son "casas"-, solo paredes. Son cercados (nidos, barreras de castores, etc.).  Una casa necesita un techo. Es un techo. La misma palabra techo, así como fuego, denomina metonímicamente el espacio doméstico.
Somos humanos porque construimos. Ésta es la labor que nos diferencia de los animales. Habilitamos un espacio: lo acotamos y lo convertimos en un lugar habitable. La construcción puede ser muy sencilla: apenas unas cotas, pero consisten siempre en un techo. Las chozas, las tiendas nos cubren. Existen, ciertamente, tribus, que viven voluntariamente a la intemperie, pero asumen que el cielo es su techo. Desde lo alto los espíritus los protegen.

Mas, no solo construimos para los humanos. En verdad, la mayoría de las construcciones están realizadas para los poderes superiores. Los templos son las moradas de los dioses. No existe en la mayoría de las lenguas antiguas ningún término equivalente a nuestra palabra "templo". La razón es sencilla. La diferencia entre casa y templo no existe. Un templo es una casa. La divinidad vive como los humanos. De hecho, se halla presente en la estatua de culto. Se muestra visiblemente en una forma limitada. Sus necesidades, sus deseos y pasiones son idénticos a los de los humanos. el autor griego Jenofonte, en el siglo V aC, precisamente denunciaba que los poetas arcaicos griegos Homero y Hesiodo habían descrito a los dioses como si fueran seres humanos, movidos por las mismas bajas pasiones.
Los "templos" son la expresión de que los dioses son humanos. Viven y actúan como nosotros. A través de los templos, que son casas, les damos el mismo trato que a los mortales, los consideramos como seres humanos que necesitan un espacio lugar donde recogerse. El templo cristiano es así ambiguo: es la casa de la divinidad y de los hombres. Ambos comparten un mismo techo.
Si los dioses fueran dioses verdaderamente, estarían en todos los sitios, y no necesitarían recogerse o esconderse. El primer Yahvé, precisamente, prohibió que se le edificara ningún templo. Su progresiva "humanización" llevó, sin embargo, a que autorizara que se le levantara una casa, el templo de Jerusalén.
Gracias a la edificación "humanizamos" a los seres, dioses y hombres. Aquéllos se convierten en nuestro espejo. Los templos no se construyen a imagen de las casas sino que éstas son una imitación de las casas de los dioses. a través de sus casas, los dioses aceptan convertirse en seres humanos, Muestran que la condición humana no es despreciable. Para ser, entonces como ellos, para ser plenamente humanos, a su vez, nos dotamos de una casa. La casa es la expresión de nuestra conquistada humanidad. por eso, cuando queremos aniquilar a un enemigo, le negamos su condición humana arrasando su casa, cubriéndola de sal. Lo tratamos como un animal  

4 comentarios:

  1. Excelente!
    Sólo un comentario: me parece que lo cabalmente humano no es ya construir un techo _ ya una proeza técnica avanzada_ sino realizar un simple cercado de carácter sagrado, tal como un círculo de piedras, tal como Stonehenge. De allí, así como habría un lugar para los dioses, habría también un cercado para los mortales.
    Los lugares precederían a las casas, según prefiero creer.
    He recomendado su artículo en mi blog.
    Saludos desde Montevideo

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    1. Muchas gracias por el comentario.
      Pensaba que las cabañas y las tiendas aunan muro y techo (un paramento inclinado según una planta circular) por lo que quizá fueran sencillas de construir.
      Pensaba también que un lugar es un espacio habilitado por el hombre, por lo que aquél, tras el gesto humano, ya sería habitable, uviera muros o techos o no. El humano ya se sentiría en confianza en lo que hubiera preparado, quizá tan solo un simple desbrozamiento.
      ¡Gracias de nuevo!

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  2. A propósito de las casas y las construcciones le envío esta reciente animación que no sé si conocerá.

    Un saludo,

    Rocío

    https://www.youtube.com/watch?v=ayGzAu7uZNU

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    1. Muchas gracias.
      El dibujo lineal es precisamente el que más me gusta. Es magistral -e imaginativo- en este caso, sin caer en el virtuosismo

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