La galería Tristan Hoare de Londres acaba de clausurar (21 de octubre) una exposición dedicada a la serie fotográfica de la fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dornburg sobre paradas de autobús en medio de parajes desolados en Armenia.
A veces, una frágil figura, casi una sombra, acrecienta la desolación de esos refugios, dejados, ruinosos, cubiertos de grafitís, con una estructura que se levanta patéticamente (lo que no obvia su atractivo formal, cierta fascinación por los sueños de modernidad que parecen encarnar), y que constituyen, sin embargo, un alto protector en medio de la nada,
Fascinante, desde luego.
ResponderEliminarOye, superan con mucho las de Ibiza, que son un palo (vertical) con los horarios! Si llueve te mojas y si hace sol te cueces.
ResponderEliminarMe recuerdan a un constructor armenio que tenía el año pasado en una obra. Un tipo destacable en muchos aspectos (estuvo dos años en la guerra de afganistan). Un día, sabiendo que había sido padre recientemente, en una visita de obra, le pregunté por su mujer, interesándome por si era de Valencia, donde viven. Y el machote me contestó que no, que el si se hubiera casado con una mujer española, estaría en la carcel, que para algo era un machista.
Pues como estas marquesinas en el desierto.
Estas marquesinas no sé si dan miedo o son patéticas. Tampoco sé si son ruinas o están arruinadas, si merecen ser restauradas l deberían ser derribadas y cambiadas. Quizá eso aunque hayan albergado historias que es posible no merezcan siempre ser recordadas
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