lunes, 22 de mayo de 2017
TAMMAN AZZAM (1980): STOREYS (PISOS, 2014-2016)
La pintura occidental ha cultivado dos géneros desde el barroco, sobre todo: las vistas urbanas -sobre todo en el arte flamenco, siendo la Vista de Delft, de Vermeer, un modelo de representación objetiva al tiempo que, según Proust, personal, emotiva, que expresa la relación afectiva con la ciudad-, y la pintura de ruinas (género llamado el capricho de ruinas): imágenes de ruinas greco-latinas, basadas en la realidad pero constituyendo ruinas inventadas en paisajes idealizados, susceptibles de generar un sentimiento de admiración por la arquitectura clásica, y de nostalgia y lamentación por su pérdida.
El artista sirio Azzam combina ambos géneros. Pero las ruinas no son inventadas y no idealiza la ciudad -si bien su ojo retrata fielmente lo que ve y evoca las sensaciones que siente ante lo que percibe: ciudades sirias devastadas por la guerra civil, sin vidas, convertidas casi en imágenes matéricas y abstractas, en las que la "abstracción" no es causada por la mano del artista sino del hombre. Algunas de las vistas, aéreas, acrecientan la impresión de devastación -o documentan aún mejor la destrucción-. La ausencia de color, o el ocasional uso de colores hirientes, acrecienta la impresión de ciudades cubiertas de ceniza, en las que el rigor urbanístico y arquitectura (las tramas geométricas, el juego equilibrado de masas y de líneas verticales y horizontales, más que destruido o abolido, parece haber sido disuelto, convertido en una masa informe, de la que no parece pueda surgir de nuevo vida alguna. Y, sin embargo, Azzam retrata lo que queda de cada piso, cuenta todas las heridas, muestra restos que aun destacan de la masa licuada, como si el hormigón volviera a un estado inicial -sin posibilidad de volver a fraguar.
Son ciudades-cementerio. Las pinturas no denuncian. Exponen. Lo que es aún más terrible. De algún modo, alcanzan la verdad.
Obra de Tamman Azzam forma parte de una exposición dedicada a la colección de arte árabe contemporáneo de la fundación privada Barjeel de los Emiratos Árabes, en el Instituto del Mundo Árabe de París.
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