domingo, 22 de octubre de 2017

JORGE-LUIS BORGES (1899-1986): LAS CALLES (FERVOR DE BUENOS AIRES, 1923)

Las calles de Buenos Aires 
ya son mi entraña. 
No las ávidas calles, 
incómodas de turba y ajetreo, 
sino las calles desganadas del barrio, 
casi invisibles de habituales, 
enternecidas de penumbra y de ocaso 
y aquellas más afuera 
ajenas de árboles piadosos 
donde austeras casitas apenas se aventuran, 
abrumadas por inmortales distancias, 
a perderse en la honda visión 
de cielo y llanura. 
Son para el solitario una promesa 
porque millares de almas singulares las pueblan, 
únicas ante Dios y en el tiempo 
y sin duda preciosas. 
Hacia el Oeste, el Norte y el Sur 
se han desplegado –y son también la patria– las calles; 
ojalá en los versos que trazo 
estén esas banderas.Las calles de Buenos Aires 

ya son mi entraña. 
No las ávidas calles, 
incómodas de turba y ajetreo, 
sino las calles desganadas del barrio, 
casi invisibles de habituales, 
enternecidas de penumbra y de ocaso 
y aquellas más afuera 
ajenas de árboles piadosos 
donde austeras casitas apenas se aventuran, 
abrumadas por inmortales distancias, 
a perderse en la honda visión 
de cielo y llanura. 
Son para el solitario una promesa 
porque millares de almas singulares las pueblan, 
únicas ante Dios y en el tiempo 
y sin duda preciosas. 
Hacia el Oeste, el Norte y el Sur 
se han desplegado –y son también la patria– las calles; 
ojalá en los versos que trazo 
estén esas banderas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario