Una de las mejores obras del pintor británico David Hockney sea quizá una de las menos conocidas, raramente expuesta: treinta y nueve
ilustraciones (grabados y aguatintas) para una cuidada edición de algunos cuentos de los hermanos Grimm.
Varios de las textos escogidos por el artista cuentas historias que acontecen en arquitecturas fantásticas: desde castillos encantados hasta altas torres-celda, que el preciso y limpio dibujo de Hockney dota aún más de un carácter inquietante.
Por desgracia, los propietarios de los derechos no han autorizado una edición en español.
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