Las estatuas, quizá debido al contraste entre la inmovilidad y la apariencia de vida -una vida quieta, expectante, que no se sabe si va a despertar, cómo, cuándo y con qué consecuencias-, han fascinado a los cineastas.
Este cortometraje -y el siguiente que se muestra- son las primeras películas sobre la vida de las estatuas, y su aparente quietud de la que se espera -o se teme- que se despierte.
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