La gran
exposición dedicada a la fotógrafa norteamericana Béatrice Abbot, en la Fundación Mapfre de Barcelona, permite descubrir uno de los tres retratos que tomó del poeta, pintor y cineasta Jean Cocteau, en los años 30, en unas imágenes turbadoras que revelan la fascinación que las estatuas naturalistas y, en concreto, los maniquís -que atrajeron tanto a los artistas metafísicos como de Chirico-, suscita(ba)n, y la ambigüedad que se establece entre la imagen -quieta y muda- de un ser vivo -cuando duerme, además-, y la imagen de una imagen -con los ojos bien abiertos.
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