Hermes, el dios mensajero griego, rápido como el viento, gracias al calzado alado que portaba, capaz de cruzar cualquier frontera, por inviolable que fuera, como las puertas del mundo de los muertos, y que se orientaba incluso de noche, guía de mercaderes y de ladrones -que necesitaban huir siempre-, que no sabía estarse quieto -como el niño que era-, quedó deslumbrado por la belleza hierática de la diosa de la belleza, la despiadada Afrodita, cuyo hechizo fulminaba -su origen era sombrío: nació del semen de su padre Urano, el Cielo, castrado por su hijo Crono, desperdigado por el mar, convertido en la espuma del mar, cuando éste lamía las costas de Chipre-.
De esta unión imposible, nació un hijo bellísimo, Hermafrodito -cuyo nombre resultaba de la unión de los de sus progenitores-.
Un día que Hermafrodito, fascinado por la claridad de las aguas de un lago, se bañaba, una ninfa indolente, Salmacis, que hasta entonces había rechazado tomar las armas -como todas las servidoras de la diosa de los bosques y de los claros, Ártemis-, de pronto se sobresaltó. Saltó a las aguas para unirse a Hermafrodito. Éste intentó escapar del asedio, mas la ninfa imploró al cielo que no los separara. Se fundieron para siempre en un mismo ser, dotado de dos sexos.
Un hermafrodita era, pues, una persona dotada de dos genitales. Fue una figura muy representada en el arte antiguo, helenístico y romano.
Esta palabra, que nombra a una persona con unas características físicas determinadas, ya no podrá utilizarse en Barcelona. El ayuntamiento de la ciudad ha dictado una norma que exige que "expresiones poco respetuosas (sic) como “hermafrodita” (...) deberían sustituirse, según el criterio municipal, por “persona intersexual”".
Al parecer lo que está en medio -inter es una preposición adverbial que significa "entre", tanto espacial como temporalmente: en medio de dos límites-, es "éticamente" más aceptable o defendible que lo que está en un o los límites, es decir se defiende lo que está en medio, lo "mediocre", lo normal, lo que no destaca, en suma; lo que está dividido (medio es un verbo latín que se traduce por dividir).
Hubo un tiempo en que los gobernantes habían estudiado las llamadas "humanidades", las antiguas artes liberales. Así nos va
Inter, in-between es moverse entre subjetividades, Inter situa la realidad más allá del sujeto que la construye a través de lo sensible. la normalidad y la mediocridad no son sinónimos son más bien hábitos mentales pasajeros. apoyar una critica en un mito encierra la construcción desde el presente del mismo y la caracterización de los personajes. PIS
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario.
ResponderEliminarUtilicé la palabra mediocre atendiendo a su etimología (y no a su posterior connotación despreciativa): lo que se halla "en medio" y, por tanto, no destaca ya que no se encuentra cerca de o en uno de los extremos.