Autor y creador son sinónimos. Designan al responsable de una obra de arte. Cabría preguntarse, sin embargo, por el significado exacto de cada palabra. No pueden existir varias palabras con un significado idéntico. Algún matiz debe existir, un matiz que quizá sea importante.
Autor y creador son palabras de origen latino.
Autor viene del latín auctor. Auctor no significa en primer lugar autor, tal como entendemos esta palabra, sino que se traduce por garante. Un auctor responde por un hecho o un acto. Da fe de su realización, su importancia, su necesidad. La obra o la acción no tienen sentido, no existen si el auctor no certifica que han tenido lugar. El auctor tiene la potestad de certificar o anular existencias. Él es el origen de lo que acontece.
Auctor está emparentado con el verbo latino augeo. Éste se traduce por acrecentar. Es decir, en principio, designa un gesto que tiene como fin dar más peso, relevancia, presencia, a algo que ya existe. No es, propiamente, un engendrador, sino un modificador. Sin embargo, este significado, que otorga solo una cierta importancia al auctor, no se corresponde con lo que el verbo augeo implica. Éste se refiere al aumento, no de cosas, sino de seres. Por tanto, augeo designa el acto de acrecentamiento de vida: se traduce, en verdad, por crear o procrear.
Mas, en este caso, ¿qué diferencia existe entre el autor y el creador?
Crear (creo), en latín, es sinónimo de crecer (cresco): se pueden traducir por crear o, con más precisión, procrear. Creo se refiere al momento alumbramiento, cresco a las consecuencias del mismo: al posterior desarrollo que solo acontece tras la creación. Lo que se crea y lo que crece son tanto seres cuanto fuerzas. La importancia, el poder también surgen y se acrecientan.
Ambos designan actos diríamos que naturales, casi involuntarios.
El autor, contrariamente al creador, en latín -y esta diferencia quizá también se de en nuestras lenguas modernas-, está imbuido de autoridad. Responde de lo que hace. Está facultado para crear. La creación es suya, y solo suya. Se responsabiliza de lo que ha hecho. Es consciente de sus actos y sus consecuencias. Está imbuido de un poder de decisión, de vida y muerte, sobre lo que ha creado o procreado. Es un padre o una madre, y la obra es hija suya. Ha actuado en libertad, con plenos poderes, sabiendo qué y porqué actúa. Augeo no designa tanto un acto espontáneo sino un acto reflexivo, que mide y ha medido las consecuencias de sus actos, plenamente asumidos. Y la obra resultante viene respaldada por la autoridad del autor, una figura augusta, es decir sabia, responsable.
Seguramente, la palabra auctor se refiere más a los dioses y a los héroes que a los humanos, que no saben lo que hacen. Tan solo quienes auguran el futuro -los augures-, en contacto con los dioses, pueden ser considerados autores: idean, se anticipan a la realidad, son proyectistas y visionarios: son poetas y arquitectos.
Un auctor es un creador con pleno dominio de sus poderes que ejerce lúcida y libremente, legitimado por la autoridad que emana de él.
cordial saludo muy interesante su propuesta y muy útil para mi trabajo , quisiera acceder a sus fuentes primarias, la agradecería inmensamente
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarLas fuentes son el diccionario de latín que poseo (el monumental diccionario de principios del s. XX, con traducciones francesas, de Gaffiot: una verdadera summa)
Puede utilizar el texto del blog como mejor le parezca, si le es útil.