sábado, 28 de septiembre de 2019
JOSÉ LLINÁS (1945): HABILITACIÖN DEL PASEO DE LA MURALLA ROMANA DE BARCELONA (PLAZA DE CARME SIMÓ, 2019-)
Fotos: Tocho, septiembre de 2019.
La muralla tardo-romana de Barcelona presenta unas características que la aproximan a otras murallas romanas como las de Roma o Estambul, y la aleja de las de Tarragona o Vigo, por ejemplo. En estos casos, la muralla se mantiene, se presenta y se destaca como un monumento, ya sin ninguna utilidad, salvo la de evocar una pasado perdido.
Por el contrario, murallas como las de Barcelona, destacan menos como monumento precisamente porque aún forman parte del tejido vivo urbano. No solo sustentan la muralla medieval, lo que las convertiría en otro monumento muerto, sino que sirven de apoyo a casas del casco antiguo, probablemente desde la caída del Imperio. Están imbricadas en las paredes exteriores, casi siempre posteriores, de casas y palacios. La muralla no se puede desgajar de la trama urbana.
Quizá por esta razón, la muralla romana de Barcelona ha pasado en parte desapercibida. Apenas nadie circula a sus pies. El silencio contrata con el tráfico endiablado de la Vía Layetana, entre fachadas ennegrecidas por la contaminación. Desde hace años, se intenta abrir un paseo a lo largo de aquélla, que siga la red de callejuelas ya existentes, calles hasta hace poco abandonadas, desatendidas, constituyendo el reverso de la monumental Via Layetana hacia la que miran los edificios neoclásicas. Las calles que bordean la muralla son -o eran hasta hace poco- una trastienda maloliente.
Gracias al empeño del director del Patrimonio de la Ciudad, el arquitecto Josep Llinás (seguramente uno de los mejores de España, aún activos, del siglo pasado y del presente) ha abierto una serie de plazas y de espacios públicos en los que calles y plazas se confunden. La última intervención, aún no enteramente concluida, sirve, además de patio de un colegio público vecino. La plaza de Carme Simo es, hoy, posiblemente uno de los espacios recoletos más hermosos de la ciudad.
Lo encuentro horroroso, es un pipiman de mucho cuidado, a no ser que esté a medio hacer como ya es habitual en este Ai-untamiento. Esperaremos a ver que se les ocurre.
ResponderEliminarlamento que la plaza no le haya gustado.
EliminarLa culpa la tienen sin duda las fotografías no profesionales que no dan cuenta del juego entre los adustos sillares y la frágil curvatura de las barandillas de madera.
Espero que pueda o haya podido ver esta plaza en directo.
Atentamente
Pasé hace meses unas cuantas veces cuando aun estaban trabajando en ella y no me han gustado las añadidos en la pared medianera que en lugar de resaltar la historia de la arquitectura que envuelve el entorno y que fueron los que con los años transcurridos permitieron que los restos romanos fueran conservados entre sus paredes de estas por casas desde hace casi 2000 años. En su lugar digo han clavado una obra abstracta inmerecedora del lugar que ocupa . Nada mas, de todos modos desde el siglo XIX Barcelona es Farselona y las obras del hotel tras los muros tambien merecen su crítica aparte, pero sería extenderse en demasía,
ResponderEliminarAtentamente
Tiene razón: la obra colgada de la pared medianera está lejos del interés del resto del proyecto. No sé de quién es, porqué se colgó ni con qué motivo. Pero ciertamente afea el conjunto.
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