jueves, 31 de octubre de 2019
De regreso de Mosul
Viajando en un coche blindado, sin poder siquiera abrir las ventanillas, en medio de un convoy precedido por una tanqueta, circulando a velocidad constante sin detenerse, siquiera en los cruces ni en los semáforos, mientras los soldados del primer vehículo, de pie, armados en la plataforma posterior, piden paso con gestos rápidos, entrando en Mosul hasta el Campus Universitario, por tres horas, entre militares, antes de regresar en las mismas condiciones, ¿se puede afirmar que se ha, no conocido, sino tan solo visitado una ciudad? Una ciudad, la mitad de la cual -la parte este, tras cruzar el Tigris-, el casco antiguo, está destruido, minado y con franco-tiradores, y es inaccesible
La respuesta es obvia.
En otras condiciones -imposibles hoy-, y con más tiempo, pudiendo callejear ¿la primera impresión, cambiaría? ¿Cambiaría la percepción definitiva de la ciudad?
Mosul ya no es verdaderamente una ciudad. Durante una veintena de quilómetros, al acercarse a ella, se suceden descampados polvorientos, cubiertos de maleza seca, desperdicios, hierros retorcidos y charcos de agua negra -acentuados por una lluvia reciente (y necesaria)-, salpicados de hangares, talleres, viviendas ocasionales sin terminar, o destruidos, o medio en ruinas, con las fachadas marcadas, como un rostro acribillado por la viruela, por la metralla, sucias, dejadas o abandonadas, que contrastan con estructuras descomunales de autopistas y anillos elevados, y pilares de hormigón en construcción -aunque en parte interrumpidas-, cerca de puentes derribados que cruzan, caídos, un riachuelo de aguas contaminadas -solo se puede pasar por un estrecho puente provisional, colapsado por el tráfico. La carretera deformada, salpicada de baches, zigzaguea, hasta llegar a una calle central animada, entre puestos callejeros, comercios abiertos a la calle, almacenes y viviendas bajas ennegrecidas, entre casas caídas no se sabe si por explosivos o por bombas. Tan solo destaca el empalidecido color del minarete de una pequeña mezquita, seguramente moderna aunque envejecida, que se divisa entre estructuras de hierro elevadas que cruzan, no se sabe porqué, la calle. Al final de la calle, a la derecha, el muro continuo del campus universitario, al que se accede por un único puesto fuertemente militarizado.
Campus animado, destartalado, atestado de jóvenes; muchos varones excesivamente delgados, la piel marcada y, en ocasiones, aire ausente. Las mujeres, por el contrario, vestidas casi siempre con ropa ceñida de colores: faldas y mangas largas, cuellos altos y pañuelos que cubren el pelo de manera elaborada. Caminan más decididas, a veces solas, que los varones.
¿Qué ha ocurrido?
Retazos de conversaciones en inglés permiten intuir el horror de la ocupación del Estado Islámico durante tres años y de la ferocidad de la batalla de Mosul que duro meses hace menos de dos años.
No se puede saber mas.
La ciudad desfila, de vuelta, tras los cristales blindados.
Mosul no se borra fácilmente de la memoria.
Me han resultado tan interesantes estas crónicas sobre Mosul como descorazonadoras. Cuánta destrucción de tantas manos. Y pensar que todo viene de aquella desdichada invasión llegada de America America...
ResponderEliminar¿Cuándo empezó el Horror?
Eliminar¿Con la invasión otomana hace siglos? ¿Con el desmantelamiento del imperio otomano tras la primera guerra mundial, y la traición de la Gran Bretaña, que había prometido la independencia de los territorios árabes? ¿Tras el periodo colonial franco-británico, que llevó a un bombardeo desolador de Damasco en los años 20? ¿Tras la creación del Estado de Israel? ¿Tras la guerra del Canal de Suez en los años 50? ¿Tras la Guerra de los Siete Días? ¿Tras la invasión de Afganistán en los años 70? ¿Tras la guerra israelí-árabe en 1973? ¿Tras la llegada al poder de Jomeini, apoyado por Francia, en los 80? ¿Tras la guerra Iran-Iraq, azuzada por los Estados Unidos? ¿Tras la Primera Guerra del Golfo? ¿Tras la Segunda Guerra del Golfo -en efecto mortífera y la causante de la situación de guerra civil en Iraq?
No lo sé.
Pero desde luego, hoy, mucha gente en Iraq recuerda con nostalgia a Saddam Hussein, olvidándose de los asesinatos que cometió -ascendió al poder como asesino a sueldo ya en 1962.
En efecto, muy buen repaso, estoy de acuerdo. La cadena es de horrores, parece no tener principio y ¿tendrá fin?
ResponderEliminar