Dos cuadros con imágenes sarcásticas de la ciudad celeste, ideal o eterna, una del pintor Peter Blume (1906-1992), realizada en Roma entre 1934 y 1937, en plena subida del fascismo en Italia, y otra reciente, de 2016, de la pintora iraní Nazanin Pouyandeh (1981).
En ambas imágenes, la ciudad maldita ofrece la imagen de la ciudad celestial, en una intencionada confusión, denostando la visión idílica, irreal o imposible de la ciudad celestial o eterna, reducida a un muy humano campo de batalla devastado, en el que campa lo grotesco. Las ruinas hacen las veces de la ciudad celestial, como si la ciudad soñada fuera una ilusión hecha añicos.
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