Fotos: Tocho, septiembre de 2023
La llamada cripta del singular Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, inaugurado en 1986, y hoy ampliándose, es un amplio sótano, pautado por imponentes arcos de mampostería, que recrean la arquitectura basilical y termal del Imperio Romano, en el que se exponen piezas arqueológicas halladas en el lugar: muros con frescos pompeyanos y sarcófagos romanos. El suelo sin regularizar se cubrió con albero. El polvo que se alza cuando se camina obliga a regar el suelo cada semana para apelmazarlo. La humedad resultando asciende por capilaridad y cubre los frescos con una capa de sal que los apaga debe ser retirada de tanto en tanto.
La luz de focos realzan el espacio catedralicio -si bien se ha descubierto que no todos los puntos de luz están conectados a la corriente.
La parte visítable de la cripta es más reducida de lo previsto. El proyecto del museo no contemplaba la necesidad de almacenes. Éstos se han tenido que alojar en una parte de la cripta, que no está climatizada ni tiene control de humedad -disparada por el regadío semanal-, delimitada por una reja, y debajo de un hueco de escalera.
Se accede por un amplio paso cuyo techo -que soporta el acceso a la sala principal del museo ubicada justo encima de la cripta- apuntalado porque presenta graves deficiencias estructurales.
El museo no está climatizado. El proyecto contemplaba la apertura de ventanas por la noche, lo que hubiera ido en detrimento de las condiciones ambientales y la seguridad en las salas -o ls necesidad de emplazar un vigilante al lado de cada apertura. La imponente sala principal se dotó de un suelo radiante, empero, mas la altura de las bóvedas que se alzan hasta unos veinte metros de altura, impiden que el calor atempere el frío extremeño en invierno.
El museo acoge la exposición itinerante El abrigo de las ruinas, sobre intervenciones arquitectónicas modernas en yacimientos arqueológicos, producida y presentada en primer lugar por y en el Centro cultural El Born de Barcelona este verano.
Posteriormente, en diciembre, debería trasladarse al museo del yacimiento de Medina Azahara en Córdoba.
Producción: Centro de Cultura y Memoria El Born - Ministerio de Cultura - Museo Nacional de Arte Romano
Dirección: Pedro Azara y Tiziano Schürch
Montaje: Pedro Azara, Tiziano Schürch & Roger Badía
Coordinación : Diana Lafuente
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