"Porque todo es igual y tú lo sabes,
has llegado a tu casa, y has cerrado la puerta
con ese mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo antes de que llegaras,
y encendiste la luz para volver a comprobar
que todas las cosas están colocadas como estarán dentro de un año;
y después,
te has bañado, respetuosa y tristemente, lo mismo que un suicida,
y has mirado tus libros como miran los árboles sus hojas,
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo porque todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y ahora querrías saber para qué sirve estar sentado,
para qué sirve estar sentado igual que un náufrago
entre tus pobres cosas cotidianas (...)".
(Luis Rosales: "Ciego por voluntad y por destino", La Casa Encendida, I)
Acabo de llegar de viaje y no sabe usted profesor, lo que significa encontrar plasmado en palabras, aquello que realmente uno siente,no creo que se pueda explicar mejor esta sensación que como lo hace Rosales. Para mi es uno de los poetas con mas sensibilidad de nuestro pais y quizas poco conocido. Gracias por empezar tan bien este sabado gris, pero voy a seguir sentada como un naufrago....
ResponderEliminarTocho escribió:
ResponderEliminar¡Glauka! ´¡Qué alegría! Me la figuraba viajando allende los mares.
Me alegro que su ánimo coincida con el del poema que, detrás de su aparentemente tristeza o descreimiento, revela serenidad y lucidez. La soledad que descubre es la condición del encuentro consigo mismo.