jueves, 4 de diciembre de 2014
LUCIANO FABRO (1936-2007): PROMETEO (1986)
Prometeo
Los Esclavos
Fotos: Tocho, Palacio de Velázquez, Madrid, diciembre de 2014
Quizá Fabro fuera un pensador más agudo que un creador plástico, y no lograra comunicar plásticamente, de manera clara y atractiva, sus intuiciones, pero la serie de Esclavos, que rodean a Prometeo, no pueden dejar de evocar un mundo inquietante
Prometeo, el dios que robó el fuego para alumbrar a los humanos a quienes transmitió todos los conocimientos para domesticar el mundo, y que pagó con su vida -el hígado, órgano vital, le era roído eternamente- su enfrentamiento con Zeus, destructor de los hombres.
Prometeo construye -o es- un cercado como los que rodean las obras. La recreación del mundo está en marcha. Habilita un espacio o construye una sede: el espacio que entrega a los humanos para que constituyan una comunidad. Reglas miden el espacio. Éste se ordena, se pauta. Los cimientos se instalan. bases de columnas. Delimitan un espacio concéntrico, un núcleo, el origen de un asentamiento. Mas parece que la obra no termina, no llega a fin. Mas que definir un lugar, lo segregan. No se puede acceder a él: está en obras. Las columnas no se levantan. son frágiles palos que se tambalean. No soportan, no pueden soportan techo alguno. No crean ningún techo protector. la obra está a la intemperie, como si hubiera fracasado. La ambición, que el porte de las bases evoca, parece haber superado las fuerzas. los mástiles apuntan al cielo; mas despuntan patéticamente; un simple golpe de viento los derribaría.
Mientras, no lejos, unos esclavos. Estelas funerarias , o monolitos los representan. Se doblan por su propio peso. Aguantan, porque están atadas a las columnas. ¿Son los humanos esclavizados por la esperanza, o son todas Prometeo, condenado por sus obras?
Prometeo fue creada a raíz de la explosión de Chernobil. El fuego que los hombres manejan no crea hogares. Quema y deslumbra.
Prometeo y Esclavos forman parte de la muestra antológica dedicada al italiano Luciano Fabro que el centro Reina Sofía ha abierto en el Palcio de Velázquez en el Parque del retiro de Madrid.
¡Excelente! Prometeo, como figura, se merece más desarrollo aún.
ResponderEliminarSupongo ésa es la fuerza o grandeza de los mitos: su significado, las sugerencias que evocan no se agotan nunca
Eliminar¡Muchas gracias!