Las cartas que Joan Miró enviaba a otros artistas (pintores, poetas) suelen tratar temas de arte: técnicas de grabación, obras a realizar, exposiciones, etc.
Una carta enviada a Tristan Tzara -conservada en la biblioteca Louis Doucet de París-, se abre a otras preocupaciones. El 15 de febrero de 1939, Miró escribió al poeta Tristan Tzara para pedirle que tratara de liberar al pintor surrealista español Antonio Rodríguez Luna del campo de concentración en Argelès (Francia) debido a su precario estado de salud: "si se queda allí su vida corre peligro", escribe Miró.
Pide también a Tzara si pudiera intervenir para que Joan Prats, amigo y mecenas, pudiera ser liberado igualmente.
Un mes más tarde, el 21 de marzo, Miró vuelve a escribir a Tzara para agradecerle las gestiones y explicarle que Rodríguez Luna ha salido del campo y se halla en un piso del señor de Jouvenel (seguramente Renaud de Jouvenel, escritor comunista, miembro de una conocida familia en la política francesa) en París: "es para él como un sueño tras la pesadilla".
La biografía de Rodríguez Luna recoge la intervención de Miró pero no la de Tzara. Por otra parte, al parecer, se sabía que Prats fue hecho prisionero pero se pensaba que había ocurrido en España, no en un campo de concentración francés.
Las cartas siguientes de Miró a Tzara volvieron a tratar temas de técnicas artísticas
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