martes, 20 de junio de 2017
Continuidad estilística
Hallar un escultor que pudiera proseguir la obra de José María Subirachs para el templo expiatorio de la Sagrada Familia, inciado por Gaudí, en Barcelona, no era tarea fácil, tras el fallecimiento de Juan de Ávalos, autor del inmortal monumento a Rocío Jurado en Chipiona: ¿Manolo Valdés, Santiago Calatrava u Óscar Tusquets -son escultores amén de arquitectos-, Juan García Ripollés?
Felizmente, la incertidumbre se ha resuelto.
Xavier Medina Campeny (1943),autor de otra escultura memorable, dedicada a Colometa, la protagonista de la Plaza del Diamante, la novela de Mercé Rodoreada, atrapada en el triángulo de las Bermudas, en una plaza de Gracia en Barcelona, proseguirá la hercúlea tarea. Conocido por su "Abstracción constructivista" pero también por sus "Animales humanizados", y sus "Partes de cuerpos", ya ha iniciado la representación de los símbolos animales de los evangelistas.
Fuentes bien informadas cuentan que su contribución supera todas las expectativas así como su obra más destacada.
Queda por resolver quien podría llevar a cabo los frescos, ahora que Doris Malfeito ya no está: ¿quizá Blanca Cuesta?
Existe en España una estirpe de artistas comprometidos con su obra (José Lladró, Andreu Alfaro, Andrés Nagel y su "Homenaje a la patata", etc.), que aportan arte a tantas rotondas, y no se podía decepcionar ni bajar la guardia. La espera ha valido la pena. La Sagrada Familia nunca falla.
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