El pintor norteamericano Lyonel Feininger, formado en Alemania, talló y pintó durante años para sus hijos pequeños, como también lo hicieran otros artistas como Picasso y Torres García, una ciudad junto con sus habitantes.
Años más tarde, en 1965, uno de sus hijos, ya fotógrafo, publicó un libro sobre esos juguetes y maquetas, que tituló como uno de los grabados expresionistas de su padre:
La ciudad en los confines del mundo.
Este libro fue traducido hace meses por la Fundación Juan March de Madrid, cuando la gran exposición antológica dedicada a este artista.
Esos juguetes de madera son, sin duda, una de las obras maestras de Feininger.
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