viernes, 13 de julio de 2018
GREGOR SAILER (1980): EL POBLADO POTEMKIN (2015-2017)
A finales del siglo XVIII, poco antes de que la emperatriz Catalina la Grande, emprendiese un largo viaje de reconocimiento, desde Moscú, a la recién conquistada península de Crimea, el príncipe Potemkin, preocupado por la devastada situación de los pueblos conquistados, mandó erigir, por donde pasaría la emperatriz, grandes decorados pintados que reproducirían fachadas de palacios, mansiones e iglesias -y solo fachadas-, esperando que Catalina la Grande no mandara detenerse para admirar la belleza de las fachadas.
El fotógrafo austríaco Sailer, que expone en estos momentos en las recién inauguradas Rencontres Photographiques de Arles (Francia), ha retratado fraudes arquitectónicos: decorados construidos en medio de la tundra sueca y rusa, para que, por ejemplo, marcas de automóviles prueben la estabilidad de los vehículos circulando a toda velocidad por callejuelas de pueblos, y pueblos enteramente construidos en el desierto, a imagen de pueblos tradicionales árabes, principalmente, para que los ejércitos de Israel o de Estados Unidos, ensayen ataques por sorpresa a viviendas donde supuestamente se esconderían terroristas. Estos falsos pueblos también existen en Francia y en España, por ejemplo -como ya mostramos en una entrada anterior.
Por esos decorados circulan patrullas militares o ingenieros, pero Sailer los ha fotografiados vacíos, en invierno, con la luz declinante, acentuando la irrealidad -pero también la perversa belleza- de telones de fondo suspendidos en medio de nada, y que muestran que la falsedad no es propia de las artes plásticas y literarias.
Quedaría por evaluar los parques temáticos, desde el barcelonés Pueblo Español, construido en 1929 -y compuesto de volúmenes que son solo fachadas, sin organización interna, sin espacios interiores-, hasta la baldía Terra Mítica.
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