Si Dante levantara la cabeza hoy...
Dante situó a quienes corren detrás de banderas en uno de los círculos de los Infiernos que el poeta recorrió descendiendo, guiado por Virgilio:
"E io, che riguardai, vidi una ´nsegna
che girando correva tanto ratta,
che d´ogne pose mi parea indegna;
e dietro le venìa sì lunga tratta
di gente, ch´ií non avrei creduto
che morte tanta n´avesse disfatta"
"Y yo, que los [los malditos (...) odiosos a la misericordia y la justicia] miré, vi un estandarte
que giraba veloz y tremolaba
sin tener un instante de reposo,
y venía detrás tan largo séquito
que yo no imaginaba que la muerte
hubiese destruido a tanta gente"
(Dante: "Infierno", La Comedia, canto III, 52-57)
-en la maravillosa nueva edición y traducción de José María Micó (el mejor libro del año), Acantilado, Barcelona, 2018-
Dante contaba que acabaron "desnudos, hostigados por tábanos y avispas".
Dante fue un lúcido profeta.
Todo es cíclico, siempre ha habido multitudes enardecidas que corren tras las banderas, y Dante -preclaro poeta- lo vio y su visión fue universal y atemporal. Hoy se repiten estandartes y multitudes que gritan.
ResponderEliminarPor cierto, la traducción de Micó, es una maravilla.
Saludos
Francesc Cornadó
Podríamos pensar que estas correrías en pos de las banderas eran o serían cosas del pasado, que hoy tendríamos más luces y más “perspectiva” o capacidad de poner o ver las cosas “en perspectiva”. Pero pese a que el Renacimiento, en Europa, aconteció hace seis siglos -que la visión en perspectiva fue la primera medida, anterior al siglo de las luces, que permitió que los humanos se distanciaran del mundo y pudieran observarlo críticamente abandonando la fe del carbonero- no ha sido así. En algunas regiones de Europa somos víctimas de esta ceguera.
EliminarMuchas gracias por su comentario