La Domus Aurea, el descomunal palacio oriental que Nerón, que no soportaba la austeridad de los palacios palatinos, mandó construir en el centro de Roma (y que su sucesor, Vespasiano, ordenó enterrar para borrar su recuerdo), destacaba por el Coloso, una gigantesca estatua del emperador disfrazado de Apolo, y por una sala central: una estancia circular, cubierta por una bóveda, y con una plataforma giratoria en la que Nerón, llegado por alguno de los oscuros pasillos que desembocaban en la estancia, se colocaba para que los emisarios del mundo, lo admiraran, mientras giraba como el sol, antes de desaparecer por otro de los conductor.
El arquitecto sudafricano Digby Bridges (1933) construyó en 1967 una peculiar cúpula geodésica de vidrio en el centro de Londres -el barrio de Saint John´s Wood, cerca de Regent Park- que aún existe. Cubre una plataforma de madera, que se eleva mediante un sistema hidraúlico, de manera que se acerca a la bóveda hasta tocarla perimetralmente creando una burbuja en la que los usuarios se desmarcan del entorno y solo están en contacto con el cielo, a través de los cristales de la cúpula.
Dicha cúpula fue un encargo del músico Paul McCartney, inspirado por las "follies" dieciochescas inglesas -palacetes sin función, o falsas ruinas construidas, dispersos por parques y la campiña, para solaz de los aristócratas y sus invitados- para la que aún es su vivienda en Londres, y de la que es un anexo donde compone, cuando aún formaba parte del grupo The Beatles.
La plataforma sostiene una cama redonda para meditar, un regalo del cantante Alice Cooper quien a su vez lo recibió de Groucho Marx para su mansión en Hollywood.
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