Fotos: Tocho, agosto de 2021
En el almacén, un espacio de paredes, suelo y techo de hormigón, y luces fluorescentes, en un primer piso, semejante a un destartalado aparcamiento, de un centro comercial económico, con productos sintéticos y chillones venidos de China, Monoprix, en la ciudad francesa de Arles, dentro de las celébreles Rencontres Photographiques que tienen lugar cada año, se presenta una de las mejores, más documentadas, trabajadas exposiciones del año en Francia, con un sencillo montaje de paneles de madera y vitrinas de tablones, y reproducciones fotográficas en muchos casos: una exhaustiva muestra sobre los montajes fotográficos que la mejor arquitecta del mundo, Charlotte Perriand, realizó, tras un viaje a la Unión Soviética, que la influyó artísticamente, y con la ayuda del pintor Ferdinand Léger, y del arquitecto José Luis Sert, en los años 30, para edificios y exposiciones del Frente Popular que gobernaba en Francia en la llamada decena gloriosa de los años treinta.
Sus trabajos, de grandes dimensiones, al aire libre o en interiores -grandes frescos fotográficos sobre la dureza de vida campesina y los beneficios de la mecanización, y sobre la insalubridad de las ciudades modernas, para estancias ministeriales-, se han perdido, pero se han conservado los archivos fotográficos con las referencias e imágenes que utilizó, que recortaba, que se han identificado, y se han podido reconstruir.
Al mismo tiempo, la exposición muestra lo que queda de un libro de montajes fotográficos, que se desconocía, sobre el futuro de las ciudades que Perriand y Sert preparaban, interrumpido por la Segunda Guerra Mundial, y que Sert finalmente publicó tras la Guerra en los Estados Unidos, sin mencionar a Perriand, pese a que también colaboraron en los grandes montajes fotográficos sobre la miseria de la Guerra civil española para el Pabellón de la República Española en la Exposición Internacional de Paris en 1937 (que acogió el cuadro de Picasso, Guernica, entre otras obras).
Una maravillosa exposición documental sobre un momento, un estilo y una visión del mundo, y una parte de la obra olvidada de una gran arquitecta, reivindicada en los últimos años, tras decenios eclipsada por su mentor, Le Corbusier, para el que trabajó, realizando los muebles que el arquitecto firmaba en solitario.
https://www.rencontres-arles.com/fr/expositions/view/987/charlotte-perriand
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