Uno de los más célebres documentales sobre una ciudad, en este caso, una ciudad que no lo es -o no lo era- pero que fascinó al crítico de la arquitectura británico Reyner Banham, defensor del brutalismo de los arquitectos Alison y Peter Smithson y de la arquitectura hecha de objetos banales (con los que el artista británico Richard Hamilton componía sus irónicas vistas de interiores modernos), más próxima al tenderete que al templo, años antes que el Pop Art se impusiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario