martes, 28 de julio de 2009

Religión









Madonna se entrega a cuarenta y cinco mil espectadores en su concierto de Barcelona; días antes, el grupo U2 reúne a casi doscientos mil devotos que comulgan con su "música" en dos ensordecedoras actuaciones en el Camp Nou; unos tres millones de fieles musulmanes se apretujan en el reciente peregrinaje en La Meca -mueren solo trescientos; mientras, el santuario chiíta de Khadimiya, en Bagdad, es asediado por más de cuatro millones que no regresan si no han tocado ni besado, entre las callejuelas medievales del barrio, la tumba del imán; en Madrid, unas setenta mil personas proclaman que Cristiano Ronaldo es dios durante su primera "aparición" pública; en Barcelona, cincuenta mil personas arrancan el césped del Camp Nou como una reliquia durante la "presentación" del futbolista Ibrahimnovic descendido del norte; ¿cuántas personas desesperadas han depositado ofrendas a las puertas de las mansiones de Michael Jackson antes de contemplar la retransmisión de su funeral, y comprar diamantes realizados con el carbono de mechones de su pelo? ¿cuatro o cinco millones? Algunos se inmolaron. Como se inmolan (Massa, esta semana; uno, esta vez) algunos pilotos de Fórmula Uno ante centenares de miles de espectadores extáticos. Por millones se cuentan los asistentes al reciente discurso del presidente norteamericano en Berlín. El verbo.
¿Alguien dijo que el siglo XXI era descreído, que el culto o la religión habían decaído?

Carla Bruni ¿se materializará en Barcelona?

El herrero y el arquitecto

Herreros y arquitectos han solido ir de parejo, si bien la asociación entre el trabajo artesano y la magia, común en el ámbito de la forja, se ha dado sólo excepcionalmente en la construcción –tal es el caso del trabajo de Anfión, el constructor de las murallas de Tebas que, por ser también músico (al igual que los herreros que trabajaban en medio del repicar de útiles de metal), lograba que las piedras, encantadas, se desplazaran por los aires y se colocaran solas, y la muy posterior obra de los constructores medievales, supuestamente ayudados por las potencias infernales-.

Los dioses y los héroes forjadores eran también fundadores o constructores, pese a que el tipo de fuego que manejaban, intenso y peligroso, en principio, nada tenía que ver con el fuego contenido del hogar. Quizá los casos más paradigmáticos, en la cultura occidental, sean los de Kothar, el dios herrero y constructor cananeo, quién edificó un palacio para el dios supremo Baal (DEL OLMO LETE, Gregorio: “Ciclo mitológico de Ba´lu-´Anatu (KTU 1.1-6)”, Mitos y leyendas de Canaan según la tradición de Ugarit, Ediciones Cristiandad, Madrid, 1982, p. 102 y ss.), y de Hefesto, el dios griego de la forja, hábil también en la erección de palacios broncíneos para dioses como Zeus, o del tercer templo de Delfos, también de bronce (DELCOURT, Marie: Héphaistos ou la légende du magicien, Les Belles Lettres, París, 1982, pp. 56-57. Véase también el capítulo “Le pouvoir et les liens”, Op. cit., pp. 15-28).

Del mismo modo, la mitología germano-nórdica también conoce figuras sobrenaturales que templaban armas y que levantaban muros de metal, como los míticos herreros nibelungos, considerados malignos (aunque necesarios) –los herreros han solido ser juzgados severamente, incluso en Grecia: así, Hefesto (junto con Dioniso) era el único dios olímpico deforme-, al igual que toda ciudad, temida o despreciada, o Loki, una divinidad unida al mal, herrera, constructora y destructiva al mismo tiempo (Debo esta información a Rubén Navarro a quien agradezco la comunicación. Véase también BOYER, Régis: “Loki”, BONNEFOY, Yves (ed.): Diccionario de las mitologías, vol. IV: Las mitologías de Europa, Destino, Barcelona, 1998 -1ª ed. francesa, 1981-, pp. 205-208; ELIADE, Mircea: Herreros y Alquimistas, Alianza Editorial, Madrid, 1990 (1ª ed. francesa, 1956; 1ª ed. española, 1974).

lunes, 27 de julio de 2009

(pre-vacaciones): John Adams



http://www.myspace.com/johnadamsmusic


Y quien consiga una versión completa de Scratchband, que lo comunique

sábado, 25 de julio de 2009

Noches de verano en Barcelona


1.- Jueves

Un jardín ordenado. El césped impóluto, y algún arbusto puesto como un objeto decorativo, recortados. A un lado, una elegante construcción baja: un tejado a cuatro aguas, con mucha pendiente, cuyos aleros vuelan sobre un perímetro de puertas acristaladas plegadas entre una limpia estructura metálica pintada de negro: el restaurante El Jardí de l´Abadessa, cerca de la avenida Pearson. No hay un asiento libre. Un grupo numeroso, de pie, bebe champán en el exterior. Por los vestidos, discretamente informales y caros, y las mangas arremangadas, parece un encuentro en el Festival del Castillo de Perelada.

Una cena amigable antes de la dispersión estival. Amigos y conocidos se van a Japón, Canadá, Brasil, la India,Tailandia, Namibia, o a escalar montañas en los alrededores de Teherán.

Comida de restaurante universitario para profesores a precio de cena en vaso de chupito con cucharilla. Servicio zen (lento).

Las mesas están juntas, y atestadas; se escuchan las conversaciones en varios manteles a la redonda.
Cuentan que el restaurante está levantado sobre un solar que se logró expropiar -la Ronda de Dalt pasa justo debajo- tras autorizar una construcción provisional (sin cimientos) privada. Por el tamaño de los tubos de aire acondicionado, bien arriostrados, o el delicado mecanismo de las puertas abatibles, no parece que, en invierno, se puedan plegar velas.
Se habla de que pronto se sabrá públicamente porqué Urdangarín (Sports Events) parte a Washington.
Un golpe de aire gélido cruza la sala. La atmósfera recalentada regresa.

Coches negros abultados y mal aparcados, como los que habitualmente invaden la plaza San Jaime, hacen las veces de los leones de las Cortes en la puerta del restaurante.

2.- Viernes

Edipo, una trilogía, de Georges Lavaudant (hasta ahora era de Sófocles): tres tragedias: Edipo-rey, Edipo en Colona, Antógona) condensadas en dos horas.

Fragmentos de los textos originales. Se ha suprimido el coro.

Eusebio Poncela (Edipo) contó en una entrevista que había convertido a Edipo en Sherlock Holmes. La tragedia transformada en una novela de misterio. Para acercarse al espectador o al lector moderno.
La estructura refleja este propósito. El texto se convierte en la transcripción de un interrogatorio: los porqué se repiten como una letanía. Frases cortas. Réplicas cortantes. Edipo, un policia implacable vestido de negro. Men in Black.

Los espectadores, en tiempos de Sófocles, sabían quien era el culpable antes de entrar en el teatro. La obra se basaba en un mito conocido. No tenía misterio. El interés no era la revelación del nombre del asesino, sino el lento e implacable proceso a través del cual Edipo iba descubriendo la verdad, ante la que solo él estaba ciego (pero que solo él quería que se hiciera pública); la lucha entre el destino y la voluntad.
En la versión de Lavaudant, el proceso desaparece. Crónica policial. CSI.

Los espacios son los protagonistas de la trilogía. Determinan lo que acontece. Lo que ocurre solo puede tener lugar en determinados parajes, poblados de invisibles criaturas. La tragedia es que los personajes desconocen los influjos de los espacios en los que se encuentran, las maldiciones que encierran. Sófocles enumera, identifica y caracteriza los espacios sucesivos: la puerta del palacio de Layo, el contraste entre la ciudad defendida y el campo abierto; la estancia de Yocasta; el prado sagrado de las implacables Euménides; el paraje rocoso parecido a la boca de infiernos; el campo yermo donde yace el cuerpo de Polinice; la cámara sepulcral en la que Antígona es enterrada viva. En Edipo-Rey, la "acción" se adentra en espacios cada vez más recluidos.
En la versión presentada, algunos elementos simbolizan distintos espacios: un televisor, un sofá, un casco de secador. Estamos en ocasiones en una sala de estar, en una peluquería de barrio. O en una coctelera. En otras, no se sabe. Los espacios, interiores y exteriores, se confunden. Cabalgan los Caballeros de la Mesa Redonda, aparece un bosque que ondea (Quizá como el de Macbeth), pero estamos en un palacio. Suenan teléfonos, sirenas. Las vengativas Enménides son el tráfico infernal de Atenas. Debe ser este el misterio que el detective Edipo busca resolver.Solo sabemos que estamos en Grecia: suenan notas de una especie de sirtaki. Como en Mamma mía.
Aplausos corteses.
El linaje de Cadmo está muerto. Y enterrado.
Bochorno.

viernes, 24 de julio de 2009

La imagen y el modelo en Mesopotamia

Uno de los epítetos de Enki, el dios de la arquitectura en Mesopotamia, era Mummu. Mummu significa molde, y aludía a la capacidad creativa de Enki.

Pero no solo creativa. La palabra sumeria mummu estaba relacionada con la acadio ummu. La traducción es casi redundante: ummu es madre. Ummatum, en acadio, significa hijo.

Los moldes eran muy importantes el Mesopotamia: el pan de cada día se fabricaba en un molde. La mayoría de las "obras de arte" no eran originales. Innumerables estatuillas, fetiches, amuletos de barro se fabricaban en grandes cantidades gracias a moldes. Incluso textos que se repetían, como incantaciones, plegarias y maldiciones los que se inscribían en ladrillos fundacionales, eran impresos mediante estampillas.

Pero, por otra parte, la marcada diferencia que establecemos entre un original y su réplica no existía. La teoría de la imagen avalaba la identidad.

Las obras moldeadas eran extraidas de un cuenco. Éste era similar a una vagina (Nammu es el nombre de la diosa-madre, madre de Enki, y significa, precisamente, vagina). Se pensaba, entonces, que las figurillas hechas con molde no habían sido simplemente creadas, sino engendradas.

El parecido que mantenían con el molde original era similar al que un hijo mantiene con sus progenitores. Al mismo tiempo, esta consideración revela que la relación paterno- o materno-filial se erigía como el modelo de cualquier relación artística, entre una imagen y un modelo, o una pieza producida en serie y un prototipo o un molde.

La obra de arte, o la imagen, no solo mantenía un fuerte parecido con lo que reproducía, sino que, directamente, derivaba del modelo cuyos rasgos retrataba. Había sido producida por la actividad generadora de la realidad, como si ésta hubiera emitido dobles o duplicados suyos.

Por este motivo, una imagen no era algo insustancial, sin relación alguna con lo que representaba, sino que estaba íntimamente conectada a la realidad, una relación similar a la que un niño pequeño mantiene con su madre, que lo ha engendrado, lo cuida y lo alimenta.

Eso explica el valor fetichista, mágico, que los antiguos concedían de las imágenes (estatuas, pinturas, etc.). Estaban íntimamente conectadas con lo que figuraban, en particular, con los poderes invisibles, con los que el hombre sólo se podía contactar a través de sus imágenes.

No todas las copias estaban hechas con un molde, pero este hecho no desvalorizaba, platónicamente, la exactitud o bondad de la copia. Éste no sufría en comparación con el original. Las imágenes destacables parecían hechas con un molde: el acadio tamsilu, que significaba imagen o parecido (el parecido era consustancial a la imagen), estaba relacionado con tamsiltu, molde.

Del mismo modo, los templos eran una "réplica" del templo originario de Enki (las aguas primordiales concebidas como un espacio matricial). El término utilizado, gaba-ri (de gaba, frente a, cara a, y ri, emplazado) significaba, literalmente, copia conformada de un documento; también rival. Sabemos que los rivales dignos de ese nombre son unos iguales. Al mismo tiempo, la imagen de unos entes que se miran y son el reflejo el uno del otro, que la noción mesopotámica de imagen o copia implica, permanece incluso cuando la copia está hecha "a mano".

La relación entre la imagen y el modelo, basada en la relación familiar (la imagen "hija" del modelo cuyos rasgos se miran en los de aquélla), se mantuvo en Grecia y especialmente en el Cristianismo primitivo, para el que el dios, Jesucristo, era el hijo del dios-padre y estaba hecho a su imagen. Typos, en griego, significaba hijo, pero también imagen, en especial imagen parecida al modelo, como la imagen que un molde o un prototipo produce. El typos y el prototipo eran idénticos. Por ese motivo, el Padre y el Hijo, todo y siendo personas distintas, eran una misma entidad. Y esta relación se mantenía (prácticamente) entre el Hijo y su imagen icónica, entre Él y su retrato pintado que debía ser, pues, venerado.

Arte en el bachillerato

María Tatay me envía esta dirección electrónica. Se trata de una recogida de firmas para solicitar que la Historia del Arte se convierta en tema de estudio en el bachillerato en Europa. Casi nadie ha firmado. El tema no interesa. Se puede vivir sin saber nada de arte. Lo comprobamos cada día.
Creo que hasta los profesores de Universidad deberíamos seguir esos cursos si se llegan a impartir. A menudo nos limitamos a estudiar y a explicar la historia del arte occidental, principalmente del Renacimiento en adelante, deteniéndonos morosamente en el arte del siglo XX, cuando el arte hacía ya tres siglos que había dejado de ofrecer una explicación acerca de lo que somos, de nuestro lugar en el mundo y un consuelo eficaz convincente, para convertirse en un pasatiempo humorístico, decorativo o abstruso. Como explica Félix de Azúa, nunca como en el siglo XX se han producido tantas obras y han existido tantos artistas, pero el arte como un medio de apertura al mundo, una componente central de la vida ya no existe en Occidente. O solo se manifiesta, grotescamente, en las competiciones deportivas, las fiestas populares, las procesiones y los conciertos multitudinarios. Madonna o Cristiano no se llaman de este modo por nada. O Il Divo.
Dios.

http://peticion.ceeh.es/

jueves, 23 de julio de 2009

Profeta

Se acabaron las granjas de purines, las comisiones de tres por ciento en las obras públicas, los hermanísimos, los emigrantes "durmiendo" en la calle, las escuelas en barracones, la calidad mínima del agua de los ríos (la peor de Europa), las casas pareadas que asolan el terrotorio, el crecimiento desaforado de las estaciones de esquí, las empresas fantasma, para desviar dinero, dirigidas por drogadictos compulsivos en fase terminal, creadas por algún partido político, el Ave socavará a la Sagrada Familia, el Camp Nou se irá a Terra Mítica; etc.

Todo solucionado.

Se encarnó Jaime Alguersuari.

Un joven piloto catalán (me siento orgulloso de ser catalán, fueron sus primeras palabras) que ha firmado para una marca italiana de Fórmula Uno (Toro -¡¿qué?!- Rosso).

Profetizó: "Cataluña será más mejor".
La gramática, sobre ruedas.

Carod Rovira estaba con Él durante Su "presentación" ante los medios de comunicación.

PD: Hum......no recuerdo haber visto al vice-presidente en una visita en una escuela pública o en una universidad.
Aunque, Dios (Alguersuari) nos libre