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martes, 4 de marzo de 2025

Ciudades y carátulas









































Siguiendo el trabajo del artista colombiano Raimond Chaves, se podría intentar documentar la imagen de la ciudad moderna española  -o la imagen moderna de la ciudad española turística- que las carátulas de discos de 45 rpm (más que LPs) de los años 60 y 70 transmiten.

Es la imagen que se tiene y se divulga.  Arquitectos, urbanistas, diseñadores debemos de tenerlas presentes.

Mallorca, Ibiza, Benidorm (su festival de ls canción, especialmente), la Costa Brava son ineludibles. El sol (y lo que acarrea) también. Y la palabra vacaciones.

Cabría enumerar los elementos arquitectónicos o urbanos  y su forma o estilo, desde las balaustradas hasta las farolas. En los entornos de colores resplandecientes, pocos elementos de la ciudad moderna aparecen, algún semáforo y poco más. La imagen es la del pueblo de veraneo y la casa rural. Como si se quisiera obviar la dureza de la metrópoli.  

Y éste es el imaginario que se impuso, lejos de las escuela de arquitectura. 

PS: Un completo y brillante trabajo recopilatorio ya ha sido llevado a cabo con portadas de cassettes -que no hemos incluido en esta primera selección que debería ampliarse mucho. Perlas deben de seguir escondidas. 
 

domingo, 17 de noviembre de 2024

PAUL RUDOLPH (1918-1997) O ZIGURATS EN EEUU











































 Fotos: Tocho, noviembre de 2024


Los  norteamericanos tuvieron la suerte que el arquitecto norteamericano Paul Rudolph fuera un gran dibujante y tuviera un estudio con excelentes dibujantes, y que apenas lograra construir -lo poco que construyó, se ha derribado debido a la deficiente construcción prefabricada de hormigón, de muy difícil mantenimiento, y solo un par de obras que merezcan ser preservadas se mantienen en pie. 
Proyectos mastodónticos con volúmenes siempre inspirados por los zigurats mesopotámicos hubieran atravesado la trama urbana de manera inmisericorde,  abriendo brechas colmadas por cadenas montañosas artificiales donde bloques y vías rápidos hubieran zigzagueado por las ciudades hasta el horizonte.
Mas, estas pesadillas urbanísticas y arquitectónicas constituyen, en cambio, dibujos fascinantes, en los que destacan las representaciones de seres vivientes, humanos y animales, que contrastan con la grandiosidad y la dureza de los volúmenes. Son figuras convertidas en espectros, que nacen del súbito temblor de las delicadas líneas rectilíneas que componen la matizada iluminación, los claros oscuros de estancias y volúmenes. De pronto, unas pocas líneas se enroscan, se retuercen, se alzan y descienden como un animal serpenteante, antes de regresar a su forma recta y tersa. Estás circunvalaciones configuran figuras espectrales, particularmente adecuadas, pues en las fantasías futuristas de Paul Rudolph solo cabían seres descarnados, sin rostro ni presencia, sombras o vibraciones de figuras casi invisibles, como si los volúmenes alucinados fueran, en verdad, tumbas o cenotafios.

Una deslumbrante exposición en el museo metropolitano de arte de Nueva York (MET),  recuerda a esta arquitecto visionario que deja un reguero de imágenes de lo que podo ser y, por suerte, no fue, que solo se disfrutan en el papel.