Del célebre director de cine de animación iraní Noureddin Zarrinkelk.
El cortometraje de animación remite a otro célebre cortometraje, esta vez con actores: El globo rojo, de Albert Lamorisse, de 1956, más cruel, sin duda, pero con un final semejante tan ambiguo.
Véase la página web de este cineasta: https://www.nzarrinkelk.com/
Agradecimientos a Lucas Dutra por habernos descubierto esta obra maestra.
Irán y Checoslovaquia, junto con Polonia y Yugoslavia, fueron los países con las mejores escuelas y los mejores estudios de animación en los años sesenta y setenta del siglo pasado.
Es como si hubieran transcurridos siglos.

