sábado, 13 de septiembre de 2025
El lugar de la escalera en el arte y en la vida
miércoles, 6 de agosto de 2025
Vaguedad -y libertad
Notas sueltas tras la lectura del Trabajo Final de Grado del estudiante de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, Roger Adell, sobre la tierra baldía (terrain vague, en francés), un tipo de espacio marginal pero recurrente en la urbe contemporánea, que ha dado lugar a diversas interpretaciones sobre su presencia, su significación y su simbolismo,
Le agradezco la deferencia por permitir discutir sobre su estudio:
El verbo latino vaco aúna dos significados que eran sinónimos, pero que para nosotros dibujos dos imaginarios opuestos. Vaco es estar vacío. Pero también ser libre, libre de obligaciones, del peso o carga de las mismas, como si uno se sintiera vacío, casi desamparado, después de haber llevado a cabo el trabajo impuesto.
Esta doble dirección que apunta el verbo vaco está detrás del complejo, contradictorio en apariencia, imaginario del terreno baldío.
Vago en castellano tiene dos significados: incierto, desdibujado, y dejado, poco trabajador, es decir, improductivo y, por tanto, asocial, lo que lleva a su repudio, su marginalización.
La palabra, sustantivo y adjetivo, tiene dos orígenes latinos:
Vacuus, que ha dado también vacío, con todo el imaginario asociado a la vaciedad: abandono, dejadez y, en último término, muerte.
Vago también viene de vagus, que ha dado vagar: de allí vagabundo, es decir, un ser errante, que no ha lugar, que no pertenece a ningún sitio ni se le permite asentarse. Una figura repudiada, condenada.
La peor condena en la Grecia antigua -pena que Edipo se auto inflige tras lo que ha cometido- no era una condena a muerte, una muerte rápida, sino una muerte lenta: la condena al destierro, lo que implica que ninguna tierra está autorizada a acoger al condenado, que debe vagar el vida que le queda sin rumbo, sin tener adonde ir.
Vacuus, amén de vacío, también significa vacante. Es decir, libre o liberado (ambas palabras traducen el latín vacuus), liberado de la tutela o el yugo del centro. Del centro irradian los radios que mantienen el control sobre el territorio alrededor suyo.
Un terreno baldío escapa a las normas. Éstas no llegan, no se aplican, o son inútiles.
Un terrain vague es un espacio de libertad donde todo puede acontecer. El principio de incertidumbre da sentido a este espacio que no se somete a ningún dictado, sino que asume una multiplicidad de significados. Un lugar donde todos pueden sentirse en casa, independientemente de las condiciones, deseos, limitaciones y servidumbres que cada uno asume o con las que cada uno carga.
Un terreno vago: poco claro, escasamente definido, dejado como un apunte, apenas compuesto en la tierra. No es un sueño, sino una aproximación a lo que se materializará, se conformará en la tierra
Se trata de un espacio descentrado. Por tanto, perdido, sin duda, escapado, pero también imprevisible, donde no se puede dar nada por sentado. Un terreno donde caben todas las opciones, que se abre a todas las oportunidades. Donde todo es posible, donde nada está escrito ni legislado.
El verbo vagor, en latín -de ahí el adjetivo vagus- también contiene latente la noción de libertad. Si por un lado significa errar -ir dando tumbos sin un objetivo fijo, sin saber a dónde ir-, vagor también significa escapar al constreñimiento del ritmo.
Las pautas, que regulan los movimientos, los movimientos acompasados -del bailarín y del militar- no han lugar. El movimiento no responde u obedece a nada. Es un movimiento respondón, que se encara con la presión del ritmo que impone ciertos gestos en detrimento de otros, considerados fuera del juego reglado.
El terrain vague, así, deviene un sueño, donde se proyectan los sueños de libertad y de dolce farniente, que es capaz a la sociedad productiva y codificada moderna. Un espacio, pues, al margen de cualquier consideración.
A R. A.
martes, 22 de julio de 2025
BLACK SABBATH : SPIRAL ARCHITECT (1972)
In memoriam de su cantante…
Al que el dúo murciano Maestro Espada, con un estilo muy distinto -canción popular y electrónica, muy alejada del heavy metal-, honró recientemente.
lunes, 21 de julio de 2025
Le Corbusier y los automóviles
Hace cien años, en 1925, se inauguraba la Exposición Internacional de las Artes Decorativas e Industriales Modernas en el Campo de Marte y en el Grand Palais de París.
El Pabellón del Espíritu Nuevo, proyectado por el arquitecto suizo Le Corbusier, presentaba el nuevo plan urbanístico de París que Le Corbusier había ideado y que hubiera arrasado la ciudad como ninguna guerra lo había conseguido aún.
Dicho demoledor plan estaba financiado por Gabriel Voisin -de ahí el nombre Plan Voisin con el que se conoce esta atrocidad.
Voisin fue uno de los primeros diseñadores, constructores y pilotos de aviones a principios del siglo XX. La historia de la aviación no se entiende sin él.
La fabricación de aviones militares durante la primera guerra mundial le enriqueció hasta tal punto que, al acabar la guerra, enriqueció 1919, decidió cambiar de objetivo.
Se dedicó, hasta la Segunda Guerra mundial, al diseño y fabricación de coches de lujo, muy exclusivos, con la marca Avions Voisin: automóviles de gran tamaño y cilindrada, al alcance de la realeza y unos pocos. Se fabricaron once mil coches. Hoy son casi imposibles de encontrar y el precio de los escasos ejemplares supera todas las previsiones.
Quien poseía un Avions Voisin fue Le Corbusier.
Fue también el diseñador de tres modelos de esta marca a finales de los años veinte.
Las villas de Le Corbusier se caracterizaban por accesos a través de rampas que conducían a la planta noble, en el primer piso. Estas rampas eran propias del espacio automovilístico. Las villas, siempre de estancias reducidas, solían poseen un único gran espacio: el garaje, pensado habitualmente para acoger a tres automóviles. Las medidas eran las de los Avions Voisin. Son estos coches que siempre aparecen en las fotografías de las villas de La Corbusier, en los años 20 y 30, con los que Le Corbusier también gustaba retratarse.
Tras la Segunda Guerra mundial, Avions Voisin cambió de registro. Suyo es el diminuto Biscuter de la postguerra.
Tras el cierre de la marca en 1956, el ingeniero principal entró en la fábrica de coches Citroen donde diseñaría el vehículo más popular de los años 50, muy alejado de los haigas que tanto fascinaban a Le Corbusier y que marcaron la historia de la arquitectura moderna occidental y colonial, el mítico Dos Caballos -que Le Corbusier nunca adquirió-, algunos de cuyos ejemplares aún circulan en villorrios franceses.
lunes, 7 de julio de 2025
Historia de dos ciudades (o dos visiones de la ciudad)
Anni Albers: Ciudad, 1949, tejido , Fundación Anni y Josef Albers
martes, 17 de junio de 2025
MOHAMMED SAMI (1984): INTERIORES
domingo, 15 de junio de 2025
Tribu
Aunque la palabra tribu designa y evoca a un grupo cerrado, vuelto sobre sí mismo, que posee unos signos de reconocimiento que solo los miembros conocen, lo que impide que ningún foráneo entre a formar parte de la tribu, quizá cuesta hoy discernir que tribu es una palabra de origen latino formada a partir de la cifra tres. Según cuenta la leyenda, tribu es el nombre que recibe la división de la población de la ciudad de Roma originaria en tres grupos enfrentados.
Tribu rima con división, escisión. La tribu pone el acento en lo que une a sus miembros, y en lo que la distingue del resto de las tribus; un palabra que evoca un corte -un tajo irreparable, que impide cualquier sutura, una herida permanente-, una falta de comunicación, que convierte a una población en un conjunto de enemigos, que los enfrenta.
Es cierto que, en latín, tribu también se traduce por masa. Pero es ente caso, la individualidad, lo que nos constituye en individuos, en seres singulares que nos reconocemos, sin embargo, como iguales, desaparece. Nos volvemos seres gregarios, sin personalidad, carne de cañón. Tribu, en este sentido, es despectivo. Todos los miembros son iguales porque no poseen rasgo alguno que los identifique. Todos pueden ser sustituidos. No importa quienes son. Peones, antes que seres, son manipulados en un tablero de juego en los que los que los manejan dominen sus diferencias y enfrentan sus ambiciones.
Tribu: una palabra denostada, sustituido por la de comunidad -de ciudadanos libres- que hoy vuelve a la carga fiera, salvajemente.
domingo, 8 de junio de 2025
Renglones torcidos
sábado, 19 de abril de 2025
JOSEPH URBAN (1872-1933): MAR-A-LAGO (FLORIDA, 1926)
DONALD TRUMP (1946): PROMOTING BEAUTIFUL FEDERAL CIVIC ARCHITECTURE (2025)
January 20, 2025
MEMORANDUM FOR THE ADMINISTRATOR OF THE GENERAL SERVICES
ADMINISTRATION
SUBJECT: Promoting Beautiful Federal Civic Architecture
I hereby direct the Administrator of the General Services Administration, in consultation with the Assistant to the President for Domestic Policy and the heads of departments and agencies of the United States where necessary, to submit to me within 60 days recommendations to advance the policy that Federal public buildings should be visually identifiable as civic buildings and respect regional, traditional, and classical architectural heritage in order to uplift and beautify public spaces and ennoble the United States and our system of self-government. Such recommendations shall consider appropriate revisions to the Guiding Principles for Federal Architecture and procedures for incorporating community input into Federal building design selections.
If, before such recommendations are submitted, the Administrator of the General Services Administration proposes to approve a design for a new Federal public building that diverges from the policy set forth in this memorandum, the Administrator shall notify me, through the Assistant to the President for Domestic Policy, not less than 30 days before the General Services Administration could reject such design without incurring substantial expenditures. Such notification shall set forth the reasons the Administrator proposes to approve such design.
martes, 4 de febrero de 2025
Ortografía
Ortografía: una palabra compuesta a partir de dos términos griegos -orthos y graphe-: escritura correcta, “bien escrita”. Graphe significa escritura, grafía , y orthos, recto, en todos los sentidos: físico o geométrico, y moral. Vital, igualmente: orthos se puede traducir por alegre, enérgico, lleno de vida.
Hoy, ortografía solo se refiere al arte de la escritura hermosa, una escritura que entra por los ojos, que place y que complace porque cuenta la verdad. Una escritura que no engaña.
Mas, para Vitrubio, ortografía -Vitrubio utiliza la palabra griega- designaba un tipo de gráfico: una sección constructiva: un corte vertical que revela lo que el edificio contiene.
Lo escondido, aquello que la vista no alcanza a descubrir de pronto queda a la vista de todos. Un tajo limpio , certero, moral, en suma, que permite comprobar que nada que no se pueda ver queda en el interior del edificio.
El corte convierte un interior -lo íntimo, lo recoleto, lo privado- en un exterior -visible, público, sin pliegues ni dobleces. La virtud del edificio, su altura de miras, su rectitud queda así patente. Una sección es una operación que impide que nada se puede esconder, nada que no puede ejercitarse ni poseerse ante los demás. Parte, abre y expone.
El valor ético de la ortografía se manifiesta más en francés que en castellano. Élevation posee unos matices, propios de la orografía vitrubiana, que la palabra alzado no recoge. Élever no es solo alzar o levantar, significa también educar, y la elevación no es sólo física, sino moral: pensamientos y proyectos elevados, que ayudan a conformar y ordenar el mundo. La ordenación es un gesto que disipa el caos, pero es también un gesto que ennoblece y permite quién es ordenado alcance un estatuto distinto, elevado, permitiéndole alcanzar altura de miras con las que abraza y comprende la vida en la tierra.
La ortografía, en suma, es un ejercicio que disipa las sombras y evita las trampas. Las entrañas, el corazón del edificio, siempre ocultos, se someten al escrutinio. Se percibe, se juzga, se valora la “bondad” del edificio, su capacidad de responder a las necesidades y los deseos humanos: protección, acogimiento, recogimiento.
La sección se equipara a un texto o a una ley, a un imperativo que cuenta y muestra como se tiene que estar y actuar en el mundo. La protección que un interior brinda no es un escondite donde uno se recoge temeroso, sino que ofrece un lugar donde morar, reposar y pensar: un lugar donde prepararse para salir al exterior e incidir en la comunidad.
La arquitectura es una escritura que cuenta cómo concebimos y organizamos la vida en comunidad, lugares cerrados y abiertos al mismo tiempo, lugares que no esconden la cabeza, sino que la mantienen muy alta: orthos. Faros que iluminan y dan sentido al mundo
miércoles, 15 de enero de 2025
Bóveda
La bóveda simula en cielo. Una pared continua gira, describe un arco muy por encima nuestro, como una tela henchida por el viento que ondula, y desciende formando la pared contraria, paralela al anterior. En su ascenso y su descenso, en su sobrevolar el espacio, la bóveda define un mundo en el que el humano puede acogerse teniendo al cielo por techumbre.
La palabra bóveda no es de origen latino -o solo indirectamente, a través del catalán volta. Procede del germánico. En inglés existe un verbo entroncado con la palabra castellana: to build (construir), un verbo idéntico al alemán, con el normal significado: bauen. Un edificio, una construir, en inglés, se dice building, y tiene el mismo significa material y moral que el verbo castellano edificar. Se construye, se forma, se prepara a una persona, a uno mismo, como se levanta una construcción. El trabajo edificatorio, que exige contención, esfuerzo, entrega y orden, es una buena metáfora del trabajo formativo gracias al cual uno se contiene y se eleva, dejando por los suelos las ideas y sentimientos bajos, bajamente materiales o terrenales. El acto de edificar o educar levanta el ánimo. Gracias a este esfuerzo y la entrega necesaria, la vida es menos rastrera, innoble u oscura.
Los verbos to build y bauen proceden del antiguo germánico. Būan significaba construir, ciertamente. Pero también habitar, mirar o estar en un determinado lugar.
La edificación y la vida corriente de pareja. Apenas se iniciaba la obra ya se habitaba: se definía, se delimitaba un lugar y se proyectaba un techo. La mano ya alzaba en el aire un techo protector. El gesto de construir ataba o enraizaba en un lugar al constructor y quienes iban a habitar en la obra construida. El levantamiento de una pared simbolizaba el alzamiento en un espacio. El constructor levantaba la cabeza confiado. Yo no vivía encogido, amedrentado. La bóveda que edificaba era una imagen de su mundo, el mundo en el que soñaba vivir.
La bóveda se define así como el elemento que identifica o simboliza las virtudes de la arquitectura: un obrar que ennoblece y da sentido a la vida, que la alimenta.
Hoy, las bóvedas han desaparecido. Tienen excesivas aspiraciones. Techos plenos y rasos a la altura de la cabeza, señalan hasta dónde podemos llegar: vuelo a ras de suelo.
sábado, 26 de octubre de 2024
JOAN MIRÓ (1893-1983) & CHARLES MARCQ (1923-2006): VIDRIERAS DE LA COLEGIATA DE SAINT FRAMBOURG (SENLIS, FRANCIA, 1976)
Foto arriba: Tocho, octubre de 2024; otras fotografías: Google Images
La exposición MiróMatisse, organizada por el Museo Matisse, en Niza, y hoy en la Fundación Joan Miró de Barcelona, revela que ambos artistas se conocían y se admiraban, aunque escasas o nulas conexiones artísticas se dieron entre sus obras respectivas, pese a los esfuerzos por emparejar paisajes, naturalezas muertas y retratos, así como cuadros muy distintos pintados con colores parecidos.
Entre las muy buenas obras destaca una, posiblemente poco conocida: el boceto de unas vidrieras encargadas en los últimos años de vida de Joan Miró -y que poco se asocian a las vidrieras que Matisse concibió para la capilla del Rosario, en Saint-Paul de Vence en los años 50.
Pero no importa: ambas vidrieras son hermosas. El boceto revela que Miró era capaz de no repetirse y de pintar algunas obras que poco tenían que ver con la cansina producción pictórica y grabada, casi seriada, de pájaros mujeres y luna en los años setenta.
Las vidrieras fueron realizadas para la restauración de una iglesia gótica proyectada por los constructores de la catedral Nuestra Señora de París. Dicho templo, del siglo XII, completa una Capilla real del siglo X, casi el origen de la monarquía francesa.
En esta obra tardía, el cielo intensamente azul marino y los cuerpos siderales negros y blancos-como desgarros en el tendido del cielo por donde la luz se cuela- vuelven a brillar por última vez.
Constituyen las únicas vidrieras religiosas de Joan Miró.
Un hermoso descubrimiento que por sí mismo justifica ls visita de la magnífica exposición.
https://www.fmirobcn.org/es/exposiciones/5807/miromatisse-mas-alla-de-las-imagenes
https://www.fondation-cziffra.com/histoire-de-la-chapelle-saint-frambourg/


















































