1-3: Terrazas de cafés (entre éstos, el Down Town), en el barrio del Parque Zenobia
4: Embajada del Japón en el barrio del Parque Zenobia
5-6: Casas de los años cincuenta en el barrio del Parque Zenobia
7: Paseo arbolado a lo largo del riachuelo Tora en el barrio de Abu Romane
8-9: Avenida de Aj Jala, y casa, cerca de la plaza de Abil Ala, no lejos del barrio de Abu Romane
10: Facultad de Bellas Artes, de noche, en el barrio de la Universidad de Damasco
Lady Gaga lo tenía claro: bienvenidas las hombreras (la estructura ostentosa del traje o del disfraz).
Ésta era su exigencia para filmar el videoclip para el tema Poker Face, de Ray Kay, en 2008.
Es un tópico: el final de la primera década del tercer milenio revisa el arte de los años ochenta del pasado. Ya Madonna lo intuyó en 2006 con Confessions on a Dance Floor.
La ciudad y las casas (que se mostraban al público, y que servían de cebo, o de modelo), en los ochenta, eran el escenario de vidas que eran una fiesta permanente. El dinero corría de parejo a toda clase de sustancias. Los trajes, que eran disfraces, brillaban, los pelos se freían y se barnizaban de laca.
Sin embargo, una atmosfera de amenaza rondaba. La risa siempre bordeaba la mueca (de miedo). Fríos asesinos urbanos impecablemente vestidos con sus mejores galas de marca urdían refinadas torturas. Un accidente que truncara la fiesta esperaba al torcer la calle. La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe, ha retratado este mundo. La ciudad, siguiendo la estela que Malas Calles, de Scorcese, ya marcara en los años setenta, daba cabida a toda clase de perversiones, sin la redención final que todavía se aguardaba en la década precedente. Solo se reía, mientras se asesinaba. Los nuevos novelistas no se cansaron de retratar estos escenarios urbanos y sus jóvenes protagonistas, amorales más que inmorales (como aconteció en los sesenta y setenta), que acaban pagando por sus crímenes -la caída siempre llegaba-, aunque no se arrepentían ni se redimían.
De vuelta a los ochenta, hoy. ¿De vuelta?
Poker Face: Ante un cielo de tormenta, Lady Gaga, celada tras una máscara veneciana de ojos gatunos, compuesta por diminutos espejos, sale, como Venus, de las aguas... de una piscina. Los mares, hoy, son balsas. Dos dálmatas, sentados de perfil como esfinges, al borde del agua, la aguardan y la enmarcan, componiendo la imagen de Cibeles, la diosa de las bestias y de la selva. Ladu Gaga se agacha como un felino. Al lado, una lujosa villa aterrazada sobre un promontorio, abierta al mar; su fachada se refleja en estanques, cuyos surtidores de agua vaporizada, de noche, desdibujan los rectos contornos pintados de blanco. La villa existe. Está situada en Poker Island, es decir: Ibiza. Un anuncio describe la casa como "la mansión del póquer más lujosa y espectacular del Mediterráneo". Puro años ochenta.
La mansión acoge una partida de strip-poker, en la que no se desnuda el alma. Del espacio interior, solo se descubre una terraza, semi-cubierta por una pérgola, de la que cuelga una cortina formada una cascada de perlas de cristal que enmarca una mesa de juego, en la que está escrita la palabra: Gana (Win -en verdad bWin, el nombre de una casa de juegos multinacional)). Quizá sea el único espacio que compone la villa (no tiene un interior, o no se muestra y, por tanto, no existe), que parece estar concebida solo para el juego de dinero. Al mismo tiempo, solo jugando dinero es posible obtener semejante morada.
No hace falta el vídeo-clip de Lady Gaga para saber de las relaciones entre el dinero que juega y la arquitectura. De Berlusconi en Cerdeña, y Lady Oréal, hasta Millet y sus arquitectos, arquitectura y dinero ganado jugando -en un tapete o con las leyes- han ligado su suerte. No es nuevo. Ya Fouquet, el ministro de finanzas de luis XIV, arruinó el reino con la construcción de su palacio en Vaux-le Viconte.
Pero lo curioso del vídeo-clip de Lady Gaga es que muestra que no existe ni remordimiento ni pena (y lo muestra sin sermonear). Corrobora una obviedad (que hoy vivimos), pero introduce un matiz. Juguemos conm dinero, sucio o negro. No ocurre nada. Lo único que ocurre es que la mansión se construye (para que siga la partida). No es una casa sino un escenario; de fiestas donde se juega a fin de construir más. Lady Gaga, enfundada en un traje metálico que parodia los vestidos de hace cuarenta años de Paco Rabanne, y que astilla la luz, con un anillo coronado por un enorme diamante falso, actúa ante una pupila gigantesca bien abierta y retro-iluminada. Las terrazas están dispuestas como unas tarimas, abiertas al público, y la villa parece concebida solo para actuar de telón de fondo. Chorros y cascadas de agua, vapores y humo, luces deslumbrantes, cristales y espejos, impiden ver nada. La villa está poblada, excesivamente poblada: enmarca una fiesta, y los espejos multiplican a los figurantes. Las personas son muñecos, o robots: unos desalmados. Los ojos de la misma cantante son dos pequeñas pantallas de ordenador en las que se inscribe en verde la expresión Pop Art: el culto a la imagen. Hacen ver que se relacionan, pero no miran a los demás sino a la cámara, que simboliza al público. Lady Gaga se frota reiteradamente la cara con una mano como si no creyera lo que está viendo y que ha generado. La casa del deseo (del dinero) parece el camarote de los hermanos Marx.
En este escenario, lo privado y lo público se confunden. Finanzas y sentimientos (o sexo) alternan los papeles. Al final de juego, LadyGaga tiene que escoger entre su amante y el público. No duda.
Así como La República platónica era una metáfora del alma que informa tanto sobre el alma como sobre la ciudad, Pokerisland es una perfecta metáfora sobre la arquitectura moderna y los negocios que la rondan y la generan, sobre las figuras que la pueblan, que solo se desean a sí mismas. Negocios bajo los focos, a la vista de todos. Se bailan, incluso.
Todo empezó cuando Quirino, gobernador de Siria, siguiendo las órdenes César Augusto de Roma, mandó establecer un nuevo censo. todos los habitantes de Israel debían ser censados. Es decir, contados, controlados, asignados en un lugar determinado. Cada ciudadano debía acudir a su ciudad para ser identificado. La ciudad era la que identificaba a los habitantes, convirtiéndolos en ciudadanos romanos. Era la ciudad la que determinaba el estatuto de cada persona, cuyo control se efectuaba en y gracias a la ciudad. Se trataba del primer control sobre la población que el poder romano efectuaba, cuenta Lucas.
Cristo nació en tierra de nadie. Entre las ciudades de Nazaret y Belén. Escapaba así al control de Roma. No pertenecía a ninguna ciudad. No tenía, pues, el título o la condición de ciudadano. No era contado. No contaba para nada. Se trataba de un ser errante, capaz, entonces, de fundar un nuevo orden (urbano).
Su nacimiento se produjo en una cueva, o en un establo. El simbolismo del lugar es claro. Se trataba, no solo de espacios marginales, sino de lugares primigenios. La cueva era el espacio de los inicios, un vientre o una hondonada, una falla, una apertura en la tierra; en el establo, asimismo, cohabitaban hombres y animales; como en el Edén. Espacios edénicos o de los inicios, postergados por la nueva cultura urbana. Dejados de la mano de dios. Que Jesús hubiera optado por uno de estos espacios anunciaba la re-fundación del espacio y de la vida que proponía (y que su nacimiento anunciaba).
La reconquista del espacio urbano debió ser emprendida. Jesús no se oponía a la ciudad -como podría pensarse de un conocedor de la Biblia (aunque el que Yavhé se hubiera presentado al menos una vez como un constructor de ciudades y que hubiera circundado las aguas -quizá con un compás- ya matizaba la oposición urbana que el Antiguo Testamento manifestaba). Lo que planteaba era un cambio de concepto. La ciudad ya no iba a ser un lugar y un medio de control, que reprimía o encerraba la vida; sino, por el contrario, la condición misma y plena de la vida.
Jesús -o Cristo, más bien- se presentó como un constructor ("tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia"); como un material de constructor (fue comparado tanto con una piedra de ángulo como con una clave; o, mejor dicho, fue considerado como una piedra. Piedra posada sobre una piedra); y, finalmente, como un edificio (la iglesia, el espacio de encuentro -que no de control-, de intercambio, por excelente. Arquitecto, material y obra. Su figura aunaba al creador, a la materia y a lo creado en una misma figura o imagen poética. También al habitante. Cada fiel fue equiparado a Cristo; y cada fiel era tanto miembro de la iglesia, cuanto parte de este mismo edificio. Cristo habitaba en el edificio que era y había construido. Al igual que cada uno de sus seguidores, a los que invitaba a que se dispersasen siguiendo los cuatro puntos cardinales. Algunos llegarían hasta Roma, y la India.
La ciudad, entonces, se dispersaba. Cada edificio se ubicaba en un sitio distinto. Los caminos que seguían los fieles eran las vías (de acceso a la luz y la verdad) que estructuraban este nueva ciudad universal. No tenía lugar. Estaba dónde estaban todos los fieles. O, mejor dicho, ocupaba todos los lugares. La tierra, entonces, se convertía en un único espacio urbano, es decir, habitable. Ciudad que carecía de centro y de periferia; de monumentos; de espacios de poder; ciudad disgregada, una y múltiple, mudable, móvil, que se asentaba donde se instalaban los fieles, sus habitantes que eran, al mismo tiempo, sus creadores y sus edificios. Ciudad anti-monumental, sin jerarquía, que ya no ejercía presión alguna, que no obligaba a fijarse en sitio alguno, encerrando entre vías y paredes; ciudad que se ampliaba y se contraía en función de los desplazamientos y los agrupamientos de los fieles, los ciudadanos que la constituían. Sólida, formada, bien edificada, como todo ser humano formado.
La separación entre edificio y habitante, entre hábitat y habitante, continente y contenido, se disolvía. Cada uno era un morador y una morada. La ciudad ya no tenía lugar, puesto que acontecía en cualquier parte. Se configuraba como una verdadera comunidad capaz de albergar o de incorporar a quienquiera deseara entrar a formar parte de ella, de construirla y ampliarla. Ciudad invisible, y, sin embargo, presente allí donde habitaba el ser humano. Ciudad que era el ser "humano" -si es que "existe" el ser no humano.
Ciudad utópica, sin duda, o, mejor dicho, ubicada en cualquier topos (lugar), que es el espacio de los habitantes. Ciudad de fábula o de ensueño. Fabulosa; ciudad siempre ubicada en el futuro; un espejismo. Ideal, por tanto.
Nota: el que el censo nunca se encargara ni tuviera lugar (no existe ningún documento romano que trate este tema, que ni siquiera Marcos ni Mateo citan) -y que fuera solo un motivo literario, como los acontecimientos narrados que construyen la vida de Cristo- no altera la "realidad" de la revolución arquitectónica que Cristo introdujo. Se trata de una revolución teórica, contada, aplicada posteriormente, quizá a partir de Pablo o ya en el s. I dC.
Blog de teoría del arte y de la arquitectura sobre el imaginario arquitectónico, antiguo y moderno, en las artes plásticas, literarias y musicales: El imaginario arquitectónico antiguo - Arte y arquitectura contemporáneas - Arquitectura y música popular - Cine de animación (principalmente sobre arquitectura)- Cortometrajes (sobre arquitectura)
Blog de Paco Tilla
Misión arqueológica en Tell Masaikh (Siria), 2007-2008
Palacio neo-asirio, s. VIII aC
La última casa. Mónica Gili (ed.), Pedro Azara (introducción)
Selección de tumbas de arquitectos del siglo XX con un texto de introducción sobre el simbolismo de la tumba
Marsilio Ficino. De divino furore
Edición crítica bilingüe (latín-español) de los textos de Marsilio Ficino (s. XV) sobre los furores divino y poético.
La imagen y el olvido
Estudio de los mitos y las figuras heróicas que puntean los diálogos de Platón, en los que se percibe su concepción del arte plástico y poético como un fenómeno perturbador que debe ser combatido. Con razón
Casas del alma
Catálogo de la muestra sobre maquetas arquitectónicas de la antigüedad, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona , 1997
Mitos y ritos de fundación en el Mediterráneo antiguo
Catálogo de la exposición del mismo título en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), 2000.
Pedro Azara (ed.): ¡HOGAR! El imaginario arquitectónica en la revista ¡Hola!
Colegio de Arquitectos de Cataluña, Barcelona, 2006. Catálogo de la exposición del mismo título
El retrato en Occidente
Breve historia del retrato en Occidente, desde la aparición del género en el mundo helenístico y su eclosión en Bizancio, hasta el siglo XX.
Castillos en el aire
Recopilación de artículos, antiguos e inéditos, sobre mitos y arquitectura, en especial en Mesopotamia y el Cristianismo primitivo.
La reconstrucción del Edén. mito y arquitectura en Oriente, Gustavo Gili, Barcelona, 2010
Estudio del imaginario arquitectónico mesopotámico (¿distinto o no del nuestro?), a través de la figura y los actos de Enki, un dios principal del panteón sumerio, considerado una divinidad artesana, artera y constructora. Segunda parte de un estudio sobre el imaginario arquitectónico antiguo, iniciado en: Castillos en el aire. Mito y arquitectura en Occidente, Gustavo Gili, Barcelona, 2005
Orfeo y Eurídice
Libro-cd con la música y el libreto de la ópera Orfeo y Eurídice, de Gluck, para niños (y adultos cansados de la ópera).
The Space of the City in Graeco-Roman Egypt. Image and Reality
Eva Subías, Pedro Azara, Jesús Carruesco, Ignacio Fiz & Rosa Cuesta (eds.), Institut Català d´Arqueologia Clàssica (ICAC), Tarragona, 2012
Arquitectures celestials
Pedro Azara, Jesús Carruesco, Françoise Frontisi-Ducroux, Gregorio Luri (eds.), David Capellas (coord.): Arquitectures celestials, Institut d´Arqueologia Clàssica (ICAC), Tarragona, 2012. Actas del congreso. Textos en español, catalán, francés e inglés
Antes del Diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 aC / Avans del Diluvi. Mesopotàmia 3500-2100 aC.
Pedro Azara (ed.), Ediciones La Polígrafa, Barcelona, 2012. Distribución Editorial Gustavo Gili, Barcelona. Catálogo de la exposición en Caixaforum, Barcelona y Madrid, diciembre de 2012-mayo de 2013. Dos ediciones, en castellano, y en catalán
Piedra angular. El nacimiento de la ciudad en Sumeria
Ediciones Tenov, Barcelona, 2012. Se trata de una antología de breves textos sobre arquitectura, ciudad y cultura sumerias (Mesopotamia, IV y III milenios aC), una versión de los cuáles ha sido publicada en este blog en los dos últimos años.
Mediterráneo. Del mito a la razón
Pedro Azara & Gregorio Luri (eds.), Editorial Tenov, Barcelona, 2014
Pedro Azara & Pep Boatella: Los 12 trabajos de Hércules, Hipòtesi, 2014
Libro infantil ilustrado: las míticas pruebas por las que Heracles pasó para liberar el Mediterráneo de monstruos.
Jennifer Y. Chi & Pedro Azara (eds.): From Ancient to Modern. Archaeology and Aesthetics
Princeton University Press, 2015
HEVIA, José, GILI, Gustavo, AZARA, Pedro: Welcome
Gustavo Gili, Barcelona, 2015. Fotografías de José Hevia, desde los descansillos, en una torre de Barcelona, de las puertas de entrada, "personalizadas",de los numerosos apartamentos que rondan este espacio comunitario
Cornerstone. The Birth of the City in Mesopotamia
Tenov, Barcelona, 2015. Distribuido por the University of Chicago Press, 2015
Cuando los arquitectos eran dioses
Ediciones Libros de La Catarata, Madrid, 2015
Pedro Azara (ed): Sumeria y el paradigma moderno
Fundación Joan Miró, Barcelona, 2017
Pedro Azara & Tiziano Schürch: Cibeles, la virgen de las rocas
Editorial Hipòtesi, Barcelona, 2018
Pedro Azara (ed.): JUAN BATLLE PLANAS. EL GABINETE SURREALISTA
Fundación March, Madrid, 2018
PEDRO AZARA (ED:): TO LOSE YOUR HEAD (IDOLS)
Catálogo del Pabellón Catalán, Bienal de Arte, Venecia, 2019. Editado por Tenov, Barcelona
Pedro Azara & Marc Marín: "Ancient Art in the White Cube? Or How Contemporary Art Creates Ancient "
Museums and the Ancient Middle East. Curatorial Practice and Audiences (G. Emberling & L. P. Petit, eds.), Routledge, 2019
Pedro Azara & Marc Marín: "Mesopotamia in Miró. Miró in Mesopotamia", ps. 11-32
Receptions of the Ancient Near East in Popular Culture and Beyond, (L. Verderame & A. García-Ventura, eds.), Lockwood Press, 2020
Konrad Buhagiar, ed: The Founding Myths of Architecture
Ed. Artifice, La Valeta (Malta)
Konrad Buhagiar, ed: Les mythes fondateurs de l´rchitecture
Ed. Artifice, La Valeta (Malta), 2020
La mirada atenta. Breve diccionario de estética
Ediciones UPC, Barcelona, 2021
Andrés Carretero, et al. (eds): Abantos. Homenaje a Paloma Cabrera
Pedro Azara: Los viajes de Apolo. Ministerio de Cultura, Madrid, 2021
Lluis Feliu, et al. (eds.): "Sentido de un empeño". Homenatge a Gregorio del Olmo Lete.
Pedro Azara & Joan Borrell: Mucho antes que Va Pensiero: los libretos de ópera barrocos de Pietro Metastasio y el imaginario europeo del Próximo Oriente antiguo. Barcino Monographica Orientalia 16, 2021
Pedro Azara (ed.)
Through the Lens: Latif al Ani´s Visions of Ancient Iraq, The Princeton University Press, 2023
Pedro Azara
La ciudad de los días lejanos. Un imaginario proscrito, Ediciones Asimétricas, Madrid, 2024