martes, 16 de julio de 2013

YAZID OULAB (1958): CLAVOS Y CUÑAS (2013)
















Los primeros signos escritos fueron trazados o grabados con la punta de una caña cortada al bies. Por esto, se les denominó cunei (cuña), y de ahí la denominación de escritura cuneiforme aplicada a la grafía mesopotámica.
Estos signos, aplicadamente inscritos en una tablilla de barro húmedo, formaban líneas hundidas en la materia, semejantes a los surcos de un campo arado.

Las cuñas eran (como) clavos. Éstos son unos útiles sencillos. Comprenden una cabeza y un cuerpo afilado. Los carpinteros y los constructores que utilizan la madera (es decir, posiblemente, los primeros constructores), empleaban clavos.Con éstos las tablan y las ramas se mantenían unidas. De este modo, se delimitaban espacios.
Los clavos y las cuñas ordenan el espacio: trazan líneas hincadas que son el origen de la arquitectura y de la escritura. Arar, construir y escribir son acciones parecidas: inscriben (o escriben) una figura, un espacio acotado  en la materia. El texto resultante, que abre un espacio imaginario al que se llega con la imaginación y la memoria, y las formas o los volúmenes resultantes, manifiestan la presencia humana y cómo el hombre ocupa un lugar en el tiempo (el tiempo del relato que acontece cuando se escribe, se lee y se recita un texto aprendido) y en el espacio.
Clavos y cuñas son los útiles con los que el hombre se asienta. La escritura fija su presencia a través de un relato que recuerda sus gestos y sus gestas; mientras que los clavos se hincan fuertemente en la madera para levantar muros y construir tarimas en y sobre las cuales el ser humano puede instalarse: para vivir y recordar, para escribir acerca de su venida al mundo.
Son también, clavos y cuñas, caminos trazados. Un cuneus, por cierto, es un paso que conduce a las gradas en el teatro romano. Clavos y cuñas llevan al lugar donde uno que asentarse o donde uno quiere obtener recuerdos del pasado. Son viáticos, a través del tiempo y el espacio, hacia lo que nos instituye como seres pensantes e imaginativos, conscientes de quienes somos y dónde estamos.
Los gestos que se practican para clavar cuñas y clavos son distintos. Se martillea los clavos, se hincan las cuñas; pero ambos útiles hieren la materia; el corte manifiesta al tiempo tiempo la unión del hombre con un espacio que se convierte en un lugar propio, y su desmarque de la naturaleza. Ésta se modifica por la acción del hombre, y se somete a éste.
Ambos útiles, cálamos y clavos son modestos. Son el instrumental mínimo gracias al cual el hombre se aferra a la tierra y a sus recuerdos. Son clavos ardientes. Sin éstos, su paso por la tierra sería fugaz y no dejaría huella, es decir, no daría lugar a  memoria alguna.
Somos humanos (y no fantasmas) precisamente porque nuestra venida al mundo marca éste. Las marcas que clavos y cuñas abren en la tierra, cortes gracias a los cuales retornamos finalmente a la tierra.

Es sobre o con estas ideas que el artista argelino, afincado en Francia, Yazid Oulab, que hoy expone en el FRAC de Marsella, construye una exposición en gran medida sugerente, compuesta de obras monumentales menos interesantes, pero sobre todo de papeles, clavados con alfileres, en los que los trazos de los clavos rasgan la superficie, en un intento, quizá desesperado, por seguir aferrado al presente, dejando marcas escritas para el futuro, proyectándose así en el tiempo.

lunes, 15 de julio de 2013

Casas derribadas en Siria: mensaje urgente



Casa de Deir Es-Zor bombardeada.
Procedencia de la imagen: Protect Syrian Archaeology حماية الآثار السورية: 


MENSAJE ENVIADO POR ALBERT IMPERIAL:


"EL CESTO DE PABLO

Narra la Biblia que, en Damasco, Pablo logró escapar de la persecución del gobernador nabateo al servicio del rey Aretas, siendo descolgado desde lo alto del muro por sus fieles, dentro de un pequeño cesto de mimbre.1
 En octubre de 2007 tuve la oportunidad de visitar Damasco por primera vez, con motivo de una excavación arqueológica al sureste de Siria, de la cual tuve el gusto de formar parte. Al instante, quedé fascinado y enamorado de un país de paisajes desérticos, ciudades milenarias y personas humildes que desbordaban su hospitalidad. Curiosamente, unos meses antes, G.W.B. había estigmatizado a Siria haciéndola partícipe de lo que el mismo se afanó en llamar el eje del mal. Nada me pareció más alejado de la realidad, una vez tuve ocasión de conocer aquel país y aquellas gentes, y a pesar de su retrógrado modelo presidencial. Tanto es así que en 2009 quise volver a aquellas tierras, a la misma misión arqueológica, donde algunos de los trabajadores sirios que había conocido dos años atrás, en especial Khaddour y Hayyan, me esperaban ansiosamente para recibirme con los brazos abiertos, como quién recibe a un amigo en su casa. Y así fue, literalmente.
Hoy, estos amigos, con quienes mantengo contacto periódico, desgraciadamente malviven por culpa de una guerra civil que parece no tener fin. Hayyan me llamó hace unas semanas para explicarme una realidad que, de nuevo, me queda extrañamente lejos, pero esta vez por motivos muy distintos. Lamentablemente, ahora si apesta a muerte. Uno nunca es suficientemente consciente de algo así, por más imágenes que nos vomiten por televisión, hasta que algo o alguien lo conmueve directamente. Cinco familias sin recursos tratando de sobrevivir bajo el mismo techo, a punto de ser bombardeado cada día, son una jodida realidad cuya magnitud no soy capaz de imaginar. Como tampoco me hago a la idea de que algunos de sus miembros, que conocí un octubre de un plácido otoño, hayan dejado su vida en el intento. Por eso me siento en la obligación moral de tratar de hacer alguna cosa por las personas que aún pueden luchar y que, no hace tanto, me abrieron las puertas de sus, ahora, derruidas casas.
Es un hecho que los recursos básicos para vivir se consiguen con un dinero que ellos, a día de hoy, difícilmente pueden conseguir. Las grandes ciudades del país han perdido su estructura social y el resto de pequeños núcleos urbanos son un polvorín de focos de insurrección. La población ha ido perdiendo su trabajo y su hogar y el mercado negro ahoga, aún más, a las personas humildes. Pero, a pesar de lo trágico de la situación, son muchos los que se resisten a perder la esperanza.
Por eso, amigos, os pido vuestra colaboración, libre y generosa.

He abierto un número de cuenta (2100 4131 37 2100013820) y os quiero hacer conocedores de este llamamiento para recaudar una mínima cantidad de dinero que ayude a algunas personas a afrontar un día a día realmente aciago. Cualquier contribución, por pequeña que sea, será muy útil y bienvenida, para llenar un pequeño cesto que, esta vez, sirva a esta gente que necesita huir hacia adelante para tratar de vivir en paz.

La cuenta estará abierta durante tres semanas, de lunes 15 de julio hasta lunes 5 de agosto. Después la recaudación obtenida será íntegramente enviada, a través de los medios pertinentes para que llegue a su destino, teniendo en cuenta la convulsa situación que, en todos los niveles, está viviendo una Siria que tardará en volver a ser la que conocí.
¡Muchas gracias a todos!"

(Albert Imperial)


Nota de Tocho:

Albert Imperial es arquitecto, fue profesor asociado de Estética en la UPC-ETSAB (2010-2012), miembro de la misión arqueológica internacional de Tell Massaïkh (Siria), dirigida por Maria-Grazia Masetti-Rouault (École Pratique des Hautes Études, París) (2007-2010), y arquitecto de la muestra Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2000 aC, en Caixaforum, Barcelona y Madrid (2012-2013).















viernes, 12 de julio de 2013

KOKI TANAKA (1975): APPROACH TO AN OLD HOUSE (APROXIMACIÓN A UNA CASA ANTIGUA, 2008)



Koki Tanaka (que representa a Japón en la Bienal de Arte de Venecia de 2013) es un artista japonés que realiza acciones ("performances"), filmadas y proyectadas.
En este caso, el artista actúa en una casa abandonada.
Gestos gratuitos o inútiles y agresivos. Al parecer, quieren desmontar la imagen idílica del espacio hogareño.
Pero sobre todo, a través de una coreografía, Tanaka pretende relacionarse de manera nueva con objetos cotidianos; objetos a los que raramente se les presta atención, que son, literalmente, de usar y tirar. De pronto, a través de un uso inesperado, adquieren "densidad"; resisten a su manipulación; cobran protagonismo; dejan de ser entes inertes, condenados a ser abandonados.
De algún modo, un hogar anónimo y dejado, y objetos sin cualidades estéticas especiales, cobran importancia y sentido, gracias a los gestos, en apariencia sin sentido -con un sentido o finalidad inesperada o inhabitual- del artista.

Véase la página web del artista: http://www.kktnk.com/works/Pages/approach_to_an_old_house.html

Urbanismo y urbanidad en Barcelona

Las noticias divulgadas en páginas webs deben ser tomadas siempre con cuidado; circulan falsedades y maledicencias, sin duda, datos no contrastados.

Por eso, no sé si los datos -tomados de la prensa y de declaraciones de miembros de la oposición, que ya se sabe es mala, envidiosa, o es "rehén" de los defraudadores del bando contrario, según la imaginativa respuesta del portavoz del partido que gobierna España ante los desfalcos en o de su partido- que aparecen en pantalla cuando se teclea, por ejemplo, las palabras siguientes: el nombre del actual concejal de urbanismo (área llamada hoy Hábitat Urbano) del Ayuntamiento de Barcelona, y las expresiones "caso Palau", o /y "caso Millet", es un decir, son ciertos o no, como tampoco sabemos si son ciertos los datos publicados en la prensa acerca del sueldo y las dietas que cobra este concejal (27.000 euros por 29 reuniones. Sueldo: 84.500 euros), pero nadie parece haberlos desmentido (lo cual tampoco es un indicio de falta, cierto, cierto

Parece que hubo un tiempo, quizá soñado o mítico, en que urbanismo y urbanidad, buenas formas o maneras, educadas) eran términos relacionados. Ser formal pudiera haber sido un día un requisito para ocupar un cargo político. Quizá eso solo sea una leyenda. O solo teoría. Y ya se sabe que cuando se pone la manos en la materia....
La planificación de la ciudad  está en curiosas manos. Los yates de lujo parecen merecer una atención especial, al parecer.

jueves, 11 de julio de 2013

TATIANA TROUVE (1968): CAPRICHOS ARQUITECTÓNICOS (SERIES INTRANQUILITY -2010- & ENVELOPMENTS -2009-)















































Aunque el recurso a la biografía sea quizá fácil, la artista italiana Tatiana Trouve (Premio Marcel Duchamp, 2007) está familiarizada con las representaciones arquitectónicas fantásticas o que trasmutan, como ya lo hiciera Mies van der Rohe en los años 30, así como los arquitectos constructivistas rusos de los años veinte, por ejemplo, la realidad, puesto que su padre es un arquitecto que nunca ha construido, un profesor de arquitectura (un "verdadero" arquitecto, pues).

Inspirada por los caprichos arquitectónicos de Piranesi, Trouve ha dibujado dos fascinantes series arquitectónicas. Los dibujos se trazan directamente sobre la pared -o se exponen en papeles de grandes dimensiones que cubren una pared. Algunos elementos, líneas por ejemplo, salen del dibujo y se extienden por la sala, o se transforman en hilos materiales que discurren por el espacio "real".

Las vistas están realizadas para turbar; no tanto por el quizá obvio recurso a la confusión entre representación y "realidad", sino porque las estancias y las vistas son ilusoriamente reales y dan la impresión de reproducir fidedigna -aunque estilizadamente- espacios o arquitecturas reales, cuando, en verdad, las imágenes están llenas de elementos imposibles -imposibles desde un punto de vista naturalista- casi como en un dibujo de Escher, pero con la "gracia" que tales distorsiones son imperceptibles o causan dudas.
Al mismo tiempo, la fusión de espacios interiores y exteriores, la imposibilidad, en ocasiones, de discernir si se retrata un interior o un espacio abierto, revela la nula relación entre la arquitectura moderna y contemporánea, pese a "abrirse", a través de amplios paramentos de vidrio, al exterior, y la naturaleza.

La crítica arquitectónica se halla, hoy, en las artes plásticas y no en la propia reflexión del arquitecto.