miércoles, 27 de noviembre de 2013
FRANK VIVA: YOUNG FRANK, ARCHITECT (2013)
Un cuento ilustrado que es una delicia.
Ojalá se convierta en el libro de referencia para estudiantes de arquitectura
Véanse las páginas webs siguientes:
http://32pages.ca/2013/10/15/young-frank-architect/
http://www.moma.org/explore/inside_out/2013/08/14/introducing-young-frank-architect
martes, 26 de noviembre de 2013
Partenón, Nashville
Los viajes sirven para descubrir obras maravillosas y absurdas. El Instituto de Estudios sobre el Mundo Antiguo (ISAW) de Nueva York informó hace un par de días de un hito arquitectónico en los Estados Unidos que atrae cada año miles de visitantes norteamericanos: el Partenón, es decir, una réplica a escala natural del Partenón en el Acrópolis de Atenas (Grecia).
Nashville fue la primera ciudad norteamericana en disponer un centro de educación secundara público. El número de instituciones educativas era el más elevado de toda América del norte. Por eso, a Nashville se la conocía como la Atenas del Sur.
Una feria internacional celebró, a finales del siglo XIX, el centenario de la ciudad, reconstruida tras la Guerra Civil de la primera mitad del siglo XIX. Incluía réplicas de edificios antiguos. Sobresalía la copia del Partenón, si bien no se ubicó en un altozano, como el "original", sino en una pradera, como si no estuviera relacionado con el paisaje circundante.
Este primer edificio, que hubiera tenido que ser desmantelado tras la feria, permaneció en pie a causa de la presión popular. Era mucho más fácil desplazarse allí que a Atenas.
La construcción, de yeso y madera, se degradó. Se reconstruyó en hormigón en los años veinte. Setenta años más tarde, se ubicó una réplica a escala natural de la estatua criselefantina (de oro y marfil) de Atenea. El año pasado, una nueva restauración convirtió el templo en un museo y un espacio para bodas, banquetes y convenciones.
Toda vez que fue erigido hace casi ciento quince años, posee detalles que se han perdido en Atenas. Hoy este Partenón moderno ya forma parte del patrimonio norteamericano. Permite que estudiantes y curiosos entren en contacto con la arquitectura clásica.
Monumento al kitsch, o educador, los estudiantes se forman en contacto con esta réplica. Dado que en el Partenón de Atenas, se trabaja para restituir todas las partes que faltan, y dado el aspecto que está adquiriendo, quizá la impresión de estar ante un testigo de la historia se tenga, hoy, más en Nashville que en Atenas.
domingo, 24 de noviembre de 2013
Viaje a Oriente: la misión arqueológica de Nipur (s. XIX)
Bagdad (barcas circulares por el río Tigris)
Alepo
Damasco
Los archivos del Museo de la Universidad de Pensilvania (UPenn Museum) en Filadelfia (EEUU) atesoran casi todo la documentación de una de las primeras misiones arqueológicas occidentales en Mesopotamia: la misión de Nippur (la ciudad del dios supremo sumerio Enlil, en la que destacaban aun el zigurat, de finales del tercer milenio), a finales del siglo XIX.
La misión duró cuatro años. Fue dramática. Los dos directores, Peters e Hilpricht, se odiaron. Un ayudante murió de disentería en Bagdad al cabo de unos meses. Al cabo de dos años, ningún arqueólogo quiso regresar a Nipur por lo que se convenció a un fotógrafo especializado en retratar yacimientos, formado en la documentación del Acrópolis de Atenas, Haynes, de retomar la excavación. Pronto se quedó sólo, aislado durante cuatro años en un entorno hostil. Construyó un fuerte en lo alto del zigurat donde se refugió, asediado por beduinos. Enloqueció y tuvieron que repatriarlo. Tríbus nómadas acabaron por tomar el campamento y lo incendiaron.
La misión fue clausurada (reemprendería tras la Segunda Guerra Mundial).
Quedan, entre numerosas imágenes, esta colección de fotografías inéditas que documentan un viaje de regreso desde Bagdad al Bósforo, pasando por las ciudades sirias de Deir-es-Zor, en el Éufrates (hoy destruida por la guerra civil), Alepo (que ha corrido la misma suerte) y Damasco.
Un documento único e inédito.
sábado, 23 de noviembre de 2013
Máscaras funerarias egipcio-romanas (Museo Arqueológico de la Universidad Johns Hopkins, Baltimore)
Fotos: Tocho, Baltimore, noviembre de 2013
Así como la momificación de los cuerpos siguió en el Egipto romanizado hasta los primeros siglos de nuestra era, las pesadas máscaras pintadas o de oro, con un rostro idealizado o estereotipado, fueron sustituidas por verdaderos retratos pintados o esculpidos.
Los primeros, pintados sobre tabla, se realizaban en vida de la persona. Se guardaban o se exponían en las viviendas, hasta que se insertaban entre las vendas que envolvían en el cuerpo, a la altura del rostro. También se recurrían a rostros esculpidos y pintados, en los que se incrustaban ojos de vidrio.
Estas máscaras, influidas por la retratística helenística, etrusca o romana, tan alejada de los cánones del Egipto faraónico, constituyen hoy una excelente muestra de la estatuaria realista, centrada en la captación de la mirada sin que el parecido fuera obviado. La mirada fija denota la inmortalidad que el difunto ha alcanzado.
El Museo Arqueológico de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore posee una de las más notables y ricas colecciones de máscaras egipcio-romanas. Algunas, como la última mostrada, pueden contar entre las obras maestras del arte antiguo.
viernes, 22 de noviembre de 2013
Casa del alma ("Soul House") egipcia poco conocida (Archaeological Museum, Johns Hopkins University, Baltimore)
Fotos: Tocho, Museo Arqueológico, Universidad de Johns Hopkins, Baltimore (EEUU), noviembre de 2013
Las "casas del alma" egipcias, ya comentadas en este blog, son modestas piezas de terracota. Comprenden una bandeja, que dispone habitualmente de un canal de libación, que soporta reproducciones de alimentos, y una maqueta de una casa popular, en la que, a veces, se descubren figuras.
Estas piezas cumplían una doble función: servían como un monumento funerario y como la morada del alma del difunto. En efecto, los enterramientos muy sencillos consistían en la deposición del cuerpo no momificado sobre una estera en un hoyo de pequeñas dimensiones, rellenado y recubierto de arena, sobre la que se depositaba este pequeño objeto.
A principios del siglo XX, el arqueólogo Petrie desenterró un par de centenares de este tipo de piezas -la arena las había sepultado-, todas datadas de finales del tercer milenio. Vendidas o cedidas a todos los museos con colecciones egipcias suelen hallarse en las reservas, aunque algunas se han incluido en las colecciones permanentes en los últimos quince años. Nunca han sido mostradas juntas.
La presente casa del alma, de cierto tamaño (unos cincuenta centímetros de largo) -poco conocida, entre otras razones porque el pequeño museo arqueológico de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (un museo de estudio más que un museo turístico, con notables piezas egipcias, sin embargo) ha estado cerrado durante años por reformas y reabrió ayer- presenta la singularidad que la bandeja tiene la forma de una nave en la que el alma (el ka o el ba) navega, en un incierto viaje, pero defendida por su hogar, hacia el más allá.
ARI FOLMAN (1962): WALTZ WITH BASHIR (VALS CON BASHIR, 2008)
El diario británico The Guardian acaba de elegir Vals con Bashir como el mejor largometraje de animación de la historia.
Trata de la manipulación política de la memoria, de cómo ciertos hechos horrísomos, vergonzantes, son escamoteados: uno de los temas centrales del presente congreso de la ASOR (American School of Oriental Research) en Baltimore, que muestra como la arqueología, que actúa inversamente a un ritual funerario -pero con el que está necesariamente relacionado-, desenterrando lo que se ha, voluntariamente o no, sepultado, devuelve a la vida lo que, en ocasiones, no se quiere ver.
Hasta ahora, era imposible contemplar legal y gratuitamente este durísimo viaje a los infiernos.
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