domingo, 26 de abril de 2015

PARKAY QUARTS: URBAN EASE / THE MAP (CONTENT NAUSEA, 2015)








Portada del disco:


Varias canciones en: https://soundcloud.com/krazypunx/03-urban-ease/sets


JOSÉ HEVIA (1976): WELCOME (2015)




José Hevia: Welcome, Gustavo Gili, Barcelona, 2015
Edición de 500 ejemplares numerados

Texto de Pedro Azara

Welcome es un trabajo fotográfico basado en la serie. Se retrata un edificio de viviendas de la década de los setenta, con cuatro puertas por rellano, donde cada vecino ha personalizado el elemento repetitivo de la puerta de acceso a su vivienda y ha tomado posesión de esa zona intermedia entre el ámbito público de los espacios comunes y la esfera privada de lo doméstico.
Se presenta como publicación en formato dual. Plegada adquiere la estructura de un pequeño libro que permite leer y contemplar de forma individual cada una de las imágenes, al pasar las páginas. Desplegada, se convierte en una única imagen fotográfica que conforma la hipotética sección del edificio.



Primera versión del texto que acompaña las fotografías de José Hevia:


¿”WELCOME”?

Recibir y visitar: tal era la principal tarea de la nobleza en el siglo XVIII y de la alta burguesía, que Balzac (en el siglo XIX) y Proust (en los albores del siglo XX) retratan, antes de la Primera Guerra Mundial. Los días se organizaban en función de las recepciones propias y de las salidas a recepciones ajenas. Los llamados Salones eran espacios y mecanismos que componían la vida social y laboral de las clases adineradas. No se requería una invitación previa –aunque solo se acudía si, un día, se había sido escogido para siempre, y si dicha elección no había sido cancelada. Se sabía qué días se recibía y, por tanto, qué días estaban ocupados en recibir o visitar determinados salones. Las recepciones acontecían diariamente, cada salón recibiendo una vez a la semana. La vida estaba regulada por dichas recepciones. No era necesario una cita previa. Si se formaba parte del exclusivo núcleo de elegidos, se acudía a la recepción sin avisar ni ser avisado, sabiendo que la recepción tendría lugar, a quien se encontraría, y qué ocurriría. Se bebía, se comía y se fumaba mientras se dialogaba en diversas estancias, unas más propias de caballeros, otras para damas, si bien la señora de la casa –siempre la señora- recibía a hombres y mujeres en un mismo espacio, antes de que se formaran diversos grupos en función de intereses, amores y odios. Confeccionar una agenda con personajes conocidos y atractivos, actualizándola regularmente –dando de baja figuras caídas en desgracia y acogiendo a personas en ascenso, bien vistas en un momento dado- constituía una tarea exigente, que implicaba gusto, tacto y agudeza. Un salón “bien visto” –es decir, donde era conveniente ser visto, y donde se podían encontrar las personas que era oportuno ver y que tenían que ver que formaban parte del selecto grupo de invitados “habituales”- era el centro de la vida social, económica, moral y política de la capital, de un país.

ROBERT WOOD (1717-1771): RUINAS DE PALMIRA LLAMADA TADMOR EN EL DESIERTO (1753)















Palmira fue una ciudad fundada en un gran oasis ubicado en el centro el desierto siro-arábico en el segundo milenio aC, dominada por los asirios, ampliada en época helenística, y transfigurada en el siglo III dC, convertida en la capital de un estado integrado en el Imperio romano. Controlaba el paso de las caravanas que traían bienes de Mesopotamia hacia los puertos del mediterráneo oriental donde eran emmbarcados hacia Roma.
Según la Biblia, Palmira, conocida como Tadmor, fue fundada por Salomón.
La reina Zenobia, que se rebeló contra Roma, en el siglo III dC, y logró poner en jaque en Imperio, antes de caer prisionera, dotó a la ciudad de una aureola que no ha disminuido, pese a que la ciudad fue destruida por Roma y, mil años más tarde, rematada por los turcos, convertida en un campo de ruinas.
Este hecho despertó la curiosidad de algunos viajeros en los siglos XVII y XVIII, como el inglés Robert Wood, quien dibujó por vez primera todos los monumentos en ruinas, publicando los grabados tanto en Francia cuanto en Inglaterra. El éxito europeo de la publicación estuvo en el inicio del gusto por el neo-clasicismo sobre todo en el Reino Unido. Las ruinas de Palmira revivieron en la arquitectura europea.
Cuando, hoy, Palmira es uno de los yacimientos arqueológicos más expuestos a la guerra civil o religiosa siria, quizá sea útil recordar estas imágenes.  

sábado, 25 de abril de 2015

GODFREY REGGIO (1929): KOYAANISQATSI (EL BARRIO DE PRUIT IGOE, SAN LUIS) (1982)



Pruit Igoe fue un descomunal barrio de altos bloques aislados, plantados en lo que tenían que ser espacios "abiertos" y verdes, construido tras la Segunda Guerra Mundial, en la ciudad de Saint Louis -cuyo previsto crecimiento, razón del proyecto, nunca ocurrió.
Constituyó un inmenso agujero en el tejido urbano de la ciudad, con el que no mantenía ninguna relación volumétrica.
Los bloques fueron proyectados cumpliendo con la segregación racial. Muy deficientemente construidos -a causa de la crisis económica provocada por la Guerra de Corea-, fueron abandonados por la clase media, blanca y negra -que huyó a una periferia de casas individuales aisladas-, y convertidos en refugios de la clase -casi siempre negra- más pobre y sin recursos, y en lugar de todos los tráficos.
Se derribaron -derribo "mítico"- en los años setenta.
El arquitecto, Minoru Yamazaki, construyó luego las Torres Gemelas de Nueva York (de parecido destino).

El derribo del barrio constituye la escena más importante del célebre documental de Godfrey Reggio, titulado Vida deseqilibrada (Koyaanisqatsi, en lenguage hopi), con música de Philip Glass.

LA CORBUSIER E HITLER

Me imagino que cualquiera que haya  pasado una noche en una celda del convento de la Tourette, al norte de Lión (Francia), proyectado por Le Corbusier, habrá abierto los brazos en cruz y comprobado lo que visualmente ya estaba claro: lo angosto de la estancia y la impresión de cerrazón que produce.
Fueron unos juegos de proporciones fijados de antemano que determinaron las medidas de la celda, no las necesidades físicas y espirituales del usuario. La celda es conventual, ciertamente, pero cabe preguntarse si tenía que ser un remedo de la cueva de San Jerónimo.

Esta impresión inhumana ¿es fruto del error -pese a basarme en proporciones humanas, pero no en necesidades humanas-, o responde a un plan?

Se sabía que Le Corbusier  maltrataba a ayudantes -sobre todo si eran mujeres-, simpatizaba con grupos fascistas, y que, durante la Segunda Guerra Mundial, en la Francia invadida, se puso al servicio del gobierno francés que el general Pétain -alabado hoy por el Frente Nacional- estableció en Vichy al servicio del gobierno nazi alemán, siendo responsable de las mayores atrocidades cometidas durante la guerra en Francia -denuncia y eliminación sistemática de judíos tan implacable que sorprendió hasta el gobierno alemán.

Pero es posible que no fuera tan conocida su canto de amor hacia Hitler:

"Hitler puede coronar su vida con una obra grandiosa: la ordenación de Europa".


¿Existe alguna relación entre su pasado filo-nazi y su arquitectura? Sin duda. ¿Conlleva una crítica negativa de sus proyectos y construcciones? No necesariamente. Se considera a Speer un gran arquitecto -con cuyo proyecto del Gran Berlín cabría preguntarse si los proyectos urbanísticos de Le Corbusier (como también los de la Unión Soviética -por ejemplo, en el Berlín Este-) haciendo tabula rasa del tejido urbano existente en favor de la implantación sistemática y ordenada de inmensos bloques de apartamentos, no guardan cierta relación.
Pero ¿qué ha quedado de la obra de Le Corbusier? Bloques desmesurados, como las Unidades de Habitación, que culminan en la desmesura y soledad de las moles en Chandigarh (India), interiores inhabitables, proyectos felízmente nunca ejecutados -el Plan Maciá de Barcelona, caricaturizado, sin embargo, en innumerables polígonos periféricos en los años setenta, cuando el prestigio de Le Corbusier estaba en lo más alto y no se le podía toser en las facultades- y la impresión de una personalidad megalómana, excelente publicista, pintor, escultor y escritor mediocre, y un arquitecto que nunca hubiera tenido que haber construido, ya que su obra atendía a la vida sino que la vida debía encuadrarse y constreñirse en sus delirantes planes y volúmenes, que manifestaban odio hacia todo lo que no estaba conformado.
Es sorprendente que su única gran -maravillosa- obra haya sido una iglesia -en el convento de la Tourette, precisamente, al servicio de... nadie, una entidad invisible y desencarnada, una divinidad; una capilla que por otra parte, parece inspirada en las tumbas egipcias.

¿Hay que seguir dedicando tanto tiempo a explicar -a alabar- a Le Corbusier en las escuelas de arquitectura? Como ejemplo de los peligros de la construcción ensorberbecida, sin duda

http://bigbrowser.blog.lemonde.fr/2015/04/24/la-charpente-fasciste-de-le-corbusier/

jueves, 23 de abril de 2015

MATHILDE ROUAULT (1990): RÉCIT DE BARBARIE (RELATO SOBRE LA BARBARIE, 2015)

Documental sobre las torturas y matanzas que los beduinos del Sinaí infligen a los habitantes de Eritrea que tratan de huir de su país. Diez mil personas han muerto entre cincuenta mil refugiados. Ocurre hoy:



Récit de Barbarie from Mathilde Rouault on Vimeo.


BLUR: NEW WORLD TOWERS (2015)



Sobre el urbanismo desaforado de ciudades del sudeste asiático, como Hong Kong -donde fue compuesta y grabada esta canción, del último disco del grupo.