Exposición itinerante dedicada a la obra de Lina Bo Bardi
Yardhouse -taller y lugar de encuentro-
La selección de artistas finalistas del premio británico de arte contemporáneo Turner, otorgado por la Tate Gallery de Londres ha vuelto a sorprender. Esta vez, sin embargo, no se ha escogido a un electricista, una fabricante de juguetes eróticos, un embalsamador o un ceramista travestido, sino a... unos arquitectos. O, mejor dicho, unos estudiantes de arquitectura. Es la primera vez que la arquitectura, tradicionalmente incluida en las Bellas Artes, es tenida en cuenta por el jurado del Premio Turner.
Assemble es un colectivo de dieciocho estudiantes veinteañeros de arquitectura, historia y filosofía, junto con jóvenes carpinteros, electricistas, etc. que, desde hace cinco años, proyectan y construyen -elaborando incluso los materiales empleados- espacios públicos -jardines, áreas de juego, cines instalados en gasolineras abandonadas, talleres, espacios de reunión-, exposiciones (maravilloso montaje de una muestra dedicada a la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi), y viviendas públicas, casi siempre reutilizando espacios abandonados, incluso a punto de ser demolidos, rehabilitados y transformados por ellos mismos, de acuerdo con los futuros usuarios. Trabajan con tablones, traviesas, placas de fórmica, telas ignífugas convertidas en lujosas cortinas plateadas, o pavimentos y placas hidráulicos a las que dan forma con un simple aspirador. Construyen por el placer de construir. Pero nadie trabaja gratis, como ocurre en tantos estudios de arquitectura, sobre todo de arquitectos renombrados.
Dan un nuevo sentido a formas, técnicas y materiales obsoletos. La construcción se convierte en una "performance" a la vista de todos. Pero no embellecen por poco dinero, sino que crean o recrean espacios comunitarios allí donde, habitualmente, los poderes públicos lo habrían derribado todo, borrando formas y espacios en los que se anclan recuerdos personales y colectivos.
