Nadie se cometido asesinatos porque se considere que Edipo, Hamlet, Madame Bovary, Alicia, Gilda o el sin número de personajes de la novela La vida modo de empleo de Georges Perec no han existido nunca. Su inexistencia, por otra parte, no les ha restado un ápice de "verdad". Son figuras más creíbles y complejas que personas de carne y hueso. Encarnan sentimientos y pasiones humanas, a menudo antitéticas, de tal modo que aparecen como modelos de comportamiento a seguir o evitar. Cuando se piensa en una persona carcomida por los celos, Otelo es posiblemente el primer nombre que se nos ocurre, del mismo modo que el arribismo se ejemplifica a la perfección en Julien Sorel, protagonista de El Rojo y el Negro.
Sin embargo, existen personas que no solo se enfurecen sino que matan cuando se plantea la cuestión de la existencia de los dioses, lo que no implica menos precio alguno de su grandeza.
Los héroes y los dioses son creaciones humanas superiores, manifestaciones del talento para imaginar mundos y seres que encarnen a la perfección las capacidades y debilidades humanas.
Desde hace años, los estudiosos del antiguo testamento interpretan el Génesis como un relato a la altura de los mitos más complejos. Analizan el relato como una creación literaria que recurre a toda clase de figuras retóricas para dotar de entidad y misterio el relato de los orígenes, protagonizado por diversas figuras inigualables, entre las que destaca la propia divinidad. El escenario, la acción, los personajes, los sentimientos -amor, ambición, celos, suspicacia y decepción- se despliegan a través de los gestos y las palabras contenidas enunciadas por las figuras. En la vida real, situaciones parecidas pueden solventarse cuando se miran en lo que las narraciones sagradas cuentan. Cuentan lo que los humanos somos.
Los dioses existen sin duda; en nuestra imaginación y en los textos. Son creaciones que nos rebasan, que escapan a nuestro control, del mismo modo que Madame Bovary vive más allá de Flaubert. Quienquiera que se sienta coartado en sus deseos, sabe que Emma Bovary le abre el camino y le apunta un trágico final; del mismo modo, quien no entienda ni acepte qué le ocurre, podrá preguntar a Yavhé y a Caín: el Génesis aporta las claves para entender, y asumir, los deseos, confesables o no, humanos.
Los dioses existen porque los necesitamos. son verdaderos, tienen entidad porque viven en el mundo imaginativo que hemos creado para salir de los estrechos márgenes con la que la realidad nos constriñe. A través de su creación nos manifestamos como plenamente humanos, capaces de ver más allá del horizonte. Vencer o dar la vuelta a la realidad es una tarea o un don exclusivamente humano, que nos acerca a nuestras mejores creaciones, los dioses.
Matar en nombre de dios no es una acción humana, pues impide soñar (en otros mundos): los dioses no cobran entidad ni independencia. No tienen vida propia, que permita dialogar con ellos. Un ser humano que no sueña no es humano. ¿Por qué, entonces, los dioses querrían relacionarse con nosotros y redimirnos, si solo fuéramos animales?
lunes, 7 de septiembre de 2015
domingo, 6 de septiembre de 2015
LEONARDO (1452-1519) DE VINCI Y MIGUEL ÁNGEL (1475-1564): DOS RETRATOS ANTAGÓNICOS
Una gran exposición (Florence. Portraits à la cour des Médicis) sobre el retrato florentino a principios del siglo XVI en el Museo Jacquemart-André en París (Francia), que se inaugura el 11 de septiembre de 2015, plantea cuestiones acerca del tan diverso estilo retratístico de Leonardo y de Miguel Ángel.
Ambos realizaron figuras. Pero mientras Leonardo llevó a cabo numerosos retratos, Miguel Ángel no pintó o talló ninguno; lo que compuso son figuras (rostros, cuerpos) ideales.
La teoría del arte barroca francesa se caracterizó por la oposición entre seguidores de Poussin y de Rubens. Para los primeros, la "virtud" del arte se hallaba en el dibujo, es decir en la importancia de la línea para la definición de las figuras, para su caracterización, mientras que los "rubenistas" sostenían que la primacía recaía en el color.
Esta lucha no fue sino una repetición de la visiones antagónicas de los pintores venecianos y florentinos, que se podría centrar en la visión del arte tan distinta de Leonardo (quien influyó en el arte veneciano del siglo XVI) y de Miguel Ángel.
Para Miguel Ángel la línea lo era todo. El contorno definía, es decir, segregaba. Las figuras quedaban nítidamamente separadas del fondo, Al mismo tiempo, las distintas figuras no se confundíam. Cada una tenía su espacio, y su "personalidad". Esta voluntad de distinguir las figuras de los fondo obedecía a una razón moral, o metafísica. Los fondos representaban la naturaleza, la materia: el mundo sensible alejado de la luz. Por el contrario, los contornos impedían que las figuras y las formas se mezclaran o se perdieran, se desperdigaran en la materia. El contorno desmaterializaba la figura. Concedía importancia a una línea en detrimento de la carne. De este modo, las figuras eran formas o seres ideales aparecidos en el mundo visible que podía retornan en cualquier momento a la luz. La visibilidad no era, en sí un mal. Como buen seguidor de los neoplatónicos, en particular de Plotino, Miguel Ángel pensaba que las formas celestiales podían hacer su aparición en el mundo material, siempre y cuando no se desmembraran. El contorno era lo que impedía la disolución de las formas, que no podían adquirir excesivos rasgos materiales, personales. De ahí la ausencia de retratos en el arte de Miguel Ángel.
Por el contrario, Leonardo pensaba que las formas visibles actuaban en sintonía con la naturaleza. Su visión o concepción era "panteísta". Las formas vibraban con el entorno. Una misma pulsión agitada todas los formas, cercanas y lejanas, visibles. A fin que figuras y fondos "comulgaran", vibraran al unísono, era necesario hacer saltar las barreras entre las formas, disolviéndolas, por el contrario entre sí. El "esfumato", es decir, la dispersión del contorno en favor de zonas de transición entre las formas permitía fundirlas en un todo. Las formas aisladas no tenían "sentido", vida propia, so no actuaban o se mostraban conjuntamente.
Ambos pintores concedían igual importancia al alma, a lo invisible, pero para Miguel Ángel el alma solo se manifestaba si se libraba de la materia, según el esquema que Platón definiera en el Fedro, y que tanta influencia tuvo en la concepción neoplatónica del mundo, mientras que Leonardo sostenía que solo existía el alma del mundo, y que las almas individuales solo eran una parte de esta alma común que vibraba a través de las formas singulares que tenían que estar, necesariamente, conectadas entre sí y al todo.
sábado, 5 de septiembre de 2015
MARTIN PARR (1952): BENIDORM (1997)
... y Atenas
Ahora que parece que el infierno estival se acaba, y con motivo de la exposición antológica que Los Encuentros Fotográficos en la ciudad francesa de Arles dedican, hasta el 13 de septiembre, al fotógrafo británico Martin Parr, es una ocasión para volver a mirar la mítica serie fotográfica dedicada a Benidorm, que forma parte de un trabajo más completo sobre ciudades costeras turísticas que aún prosigue.
Parecen documentos sobre rituales de adoradores del sol: ojos cerrados, miradas perdidas, posiciones extáticas, gorros extraños lejanas murallas.
La mayoría de los arquitectos y urbanistas defienden el modelo turístico de Benidorm: concentra en poco espacio una masa de turistas "desconsiderados", por lo que el territorio circundante queda incontaminado y los servicios (sanidad, salubridad, electricidad, gas, transporte, basuras, etc.) se "optimizan". Una manera educada o condescendiente de proponer ciudades de "concentración", a los que los arquitectos nunca van, y que evitan que "este tipo de turismo" se extienda y "contamine" las ciudades y los pueblos ideales (donde arquitectos se refugian). La frase "no hagas o desees a los demás lo que no quieres para ti" no se aplica en este caso.
PS: rectificación: Alaska, Mario Vaquerizo y Belén Esteban veranean encantados en Benidorm: http://m.libertaddigital.com/blogs/alaska-y-mario/viva-benidorm-10076/
jueves, 3 de septiembre de 2015
ANTONI TÀPIES (1923-2012): ESGRAFIADOS DE LA ESCUELA PÍA DE BARCELONA(1953-1957)
Siendo estudiante, a principios de los años ochenta, tuve que realizar un trabajo para una asignatura de historia del arte. Escogí el tema del art deco catalán, hasta entonces casi inédito.
Un artesano contactado, no recuerdo su nombre por desgracia -ni vive, seguramente, pues todos los artesanos y artistas consultados eran ya muy mayores- me comentó que Antoni Tàpies había realizado unos relieves art deco en una fachada de Barcelona, si bien había "renegado" de esta obra de juventud.
Se trata de los numerosos relieves, de estilo entre art deco y "años 50", que ornan la fachada de la Escuela Pía en la calle de Balmes de Barcelona. Se realizaron entre los años 1953 y 1957, cuando en artista tenía entre veinte y veinticuatro años. Se conservan en buen estado, pese a la polución callejera. La calle sufre un intenso tráfico. Aluden a las artes liberales, entre las que destacan las artes plásticas (arquitectura, teatro, música, poesía, etc.), y a las virtudes de las enseñanzas de la orden (justicia). Quizá sorprenda la directa referencia a Antoni Gaudí, a quien admiraba.
Están catalogados y reconocidos por la familia, pero no aparecen en ninguna publicación ni siquiera en el catálogo razonado de la obra del artista.
Según la familia del artista, Tàpies, que vivía enfrente del colegio religioso, recibió el encargo por haber sido alumno de este centro, cuando la ampliación del edificio (que sigue perteneciendo a la misma orden religiosa). Al parecer, no recibió pago alguno. Parecen reflejar la influencia de Ángel Ferrant. Se desmarcan del estilo realista más conocido de los inicios, y del surrealista posterior.
El artista, al parecer, consideraba que se trataba de una obra sin importancia y nunca se menciona. Tampoco se ha divulgado.
Agradecimientos a Sandra Fortó y la Fundación Tàpies.
Es posible que alguna persona tenga más datos
Nota: la entrada sobre Antoni Tàpies en Wikipedia, muy completa, destaca esta obra, con un breve comentario, que incluso se reproduce
Fotos: Tocho, septiembre de 2015
Un artesano contactado, no recuerdo su nombre por desgracia -ni vive, seguramente, pues todos los artesanos y artistas consultados eran ya muy mayores- me comentó que Antoni Tàpies había realizado unos relieves art deco en una fachada de Barcelona, si bien había "renegado" de esta obra de juventud.
Se trata de los numerosos relieves, de estilo entre art deco y "años 50", que ornan la fachada de la Escuela Pía en la calle de Balmes de Barcelona. Se realizaron entre los años 1953 y 1957, cuando en artista tenía entre veinte y veinticuatro años. Se conservan en buen estado, pese a la polución callejera. La calle sufre un intenso tráfico. Aluden a las artes liberales, entre las que destacan las artes plásticas (arquitectura, teatro, música, poesía, etc.), y a las virtudes de las enseñanzas de la orden (justicia). Quizá sorprenda la directa referencia a Antoni Gaudí, a quien admiraba.
Están catalogados y reconocidos por la familia, pero no aparecen en ninguna publicación ni siquiera en el catálogo razonado de la obra del artista.
Según la familia del artista, Tàpies, que vivía enfrente del colegio religioso, recibió el encargo por haber sido alumno de este centro, cuando la ampliación del edificio (que sigue perteneciendo a la misma orden religiosa). Al parecer, no recibió pago alguno. Parecen reflejar la influencia de Ángel Ferrant. Se desmarcan del estilo realista más conocido de los inicios, y del surrealista posterior.
El artista, al parecer, consideraba que se trataba de una obra sin importancia y nunca se menciona. Tampoco se ha divulgado.
Agradecimientos a Sandra Fortó y la Fundación Tàpies.
Es posible que alguna persona tenga más datos
Nota: la entrada sobre Antoni Tàpies en Wikipedia, muy completa, destaca esta obra, con un breve comentario, que incluso se reproduce
Fotos: Tocho, septiembre de 2015
Cornerstone: The Birth of the City in Mesopotamia (2015)
Ha habido suerte. La editorial Tenov ha agotado la primera edición en castellano del librito Piedra angular. el nacimiento de la ciudad en Sumeria (2012), reimprime una segunda edición corregida y ampliada (50 ejemplares más....) y ha conseguido que la Editorial de la Universidad de Chicago haya escogido esta publicación en inglés para distribuirla a partir del mes de octubre:
Cornerstone
THE BIRTH OF THE CITY IN MESOPOTAMIA
Distributed for Editorial Tenov
Translated by Jeffrey Swartz
106 pages | 6 1/4 x 8 1/4 | © 2015
Taking us back to the earliest days of cities—and the earliest days of human civilization—in Mesopotamia, Pedro Azara in Cornerstone offers a contemporary view on the rise and growth of early cities and urban culture. Investigating ruins and exploring archaeological sites, Azara helps us understand how the earliest cities looked and felt, what the first architects and their buildings were like, and what nascent aesthetic ideals they upheld. Azara’s scholarship is rigorous and far-reaching, but his writing is agile, direct, and entertaining as he not only brings the far-distant past to life, but teases out its relevance for our understanding of contemporary culture as well. The result is a fascinating glimpse into our history and a fresh new take on the origins of the civilization of some of our most ancient ancestors.
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