jueves, 9 de junio de 2016

Nabû, el dios de la arquitectura en Asiria (ha muerto)

Nabû. Su nombre significa El Llamado -el Anunciado (el Mesías)-, o el Brillante.

Reinaba en Babilonia antes de ser adorado en Asiria.

Era hijo de Marduk, el dios supremo babilónico. Era el Hijo.

Nieto de Ea o Enki, el dios mesopotámico de las artes, la arquitectura y la magia. Algunos teólogos, sin embargo, consideraban que hijo del mismo Enki en su faceta de dios constructor (cuando Enki edificaba recibía el nombre de Nudimmud).

Nabû nunca perdió la relación con la arquitectura, con los hogares, en particular, que su padre -o su abuelo- fijaron.

"La solidez de un edificio,
la estabilidad de sus cimientos están en Tus manos", rezaba un himno.

La fertilidad de la tierra estaban también bajo sus cuidados: controlaba las aguas de regadío que su padre, Enki, hacía correr por los canales que trazaba.

La mayoría de los textos insisten en la importancia de las manos del dios. Dios de las manualidades, y de la mano que rescata, y que bendice. Manos salvadoras, que modelan y protegen.

Nabû velaba por el destino del mundo. Bajo su responsabilidad se hallaban los fundamentos (los me), los principios del mundo y de la acción en el mundo: era el dios de las esencias, de la ética y la estética. Las fiestas de Año nuevo en Babilonia, que regeneraban el mundo, acontecían en su templo.
Éste, en la ciudad de Borsipa, al sur de Babilonia, era el garante del ordenamiento del cosmos. su templo se llamaba Ezida, que significa Casa (E) de la vida y de la Rectitud (Zid). Se trataba de un edificio modélico, modelo de todos los templos.

El destino estaba en sus manos: lo trazaba con un cálamo en una tablilla de arcilla húmeda. su esposa tardía, Nisaba, era precisamente, la diosa de la escritura. Los acontecimientos memorables, los edictos eternos, las imborrables trazas del universo estaban puestas por escrito, al cuidado de Nabû.

Dios bondadoso, los ancianos y los que nada tenían eran quienes más le imploraban. Algunos himnos a Nabû son hermosos, turbadores. Poseen la grandeza, la humanidad, de las plegarias de Job. Un anciano, desesperado, intentó suicidarse echándose desde la terraza del templo de Nabû. Pero el dios le devolvió el gusto por la vida y descendió.

El culto a Nabû se extendió incluso por el imperio romano hasta bien entrado el siglo III dC. Su asociación con la edificación, el cuidado de los enfermos, los sin-hogar, le llevó a ser equiparado con el dios greco-latino Apolo.

Hace dos días, Nabû ha muerto en Nínive, al norte de Iraq. El ISIL ha volado su templo -parcialmente reconstruido-, la base de cuyos muros aún se destacaban claramente sobre la tierra.

"¡Oh Señor! ¿Cuánto tiempo durará aún la oscuridad
en mis días de apuros?"

(Plegaria a Nabû, 29, Benjamin R. Foster: Before the Muses. An Anthology of Akkadian Literature, p. 699)


PIERRE HUYGHE (1962): THIS IS NOT A TIME FOR DREAMING (NO ES LA HORA ADECUADA PARA SOÑAR, 2004)

This is Not a Time for Dreaming (2004) from Manou on Vimeo.

"Clicando" en la franja azul que indica "Watch on Vimeo", se puede ver legalmente la filmación en el portal Vimeo al instante y sin restricciones.

La filmación -de unas representaciones de un treatrillo de marionetas-, filmación que no es solo un documento de una acción sino una obra en sí misma, responde a un encargo que el artista francés contemporáneo Pierre Huyghe recibió para conmemorar la construcción del Centro de Arte Visuales Carpenter en la Universidad de Harvard en Cambridge, Mass. (EEUU) por Le Corbusier, la única obra de este arquitecto en los Estados Unidos -exceptuando su participación en el edificio de la ONU en Nueva York.

La representación teatral tuvo lugar en un espacio provisional insertado en el edificio, en forma de "burbuja" traslúcida azul.
La o las obras -teatral y fílmica- consiste en una representación con marionetas sobre un doble encargo y los problemas acaecidos: el encargo que le Corbusier recibió -cuyo comanditario se simboliza por una manta religiosa negra, un ávido monstruo que ronda por el escenario-, y el encargo que Pierre Huyghe asumió. Aparecen en escena Le Corbusier, los arquitectos responsables de la dirección de la obra, el arquitecto José Luis Sert -decano de la Universidad de Harvard por el aquel entonces- entre éstos, Pierre Huyghe, sus galeristas norteamericanos, responsables del encargo, y autoridades universitarias.
Pierre Huyghe dudó antes de saber qué hacer, y sucumbió ante la documentación excesiva.
Le Corbusier falleció antes de ver completada la obra.
Y afirmó que soñó que los pájaros dejarían caer semillas sobre las cubiertas del edificio que acabaría, como una olvidada ruina precolombina, engullido por el bosque, como si éste hubiera crecido gracias a la labor fecundante, imaginativa del centro.

La difícil articulación de la presión y del sueño, la obra de arte como interpretación de una obra anterior, los límites inciertos entre ficción y realidad, la relevancia del encargo -¿es una obra una creación espontánea, libre, que responde a un deseo o una necesidad propios, o se lleva a cabo para colmar requerimientos, órdenes ajenos?- son algunos de los temas o preguntas a los que la obra se enfrenta.


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miércoles, 8 de junio de 2016

SILVIA KOLBOWSKI (1953): AN INADEQUATE HISTORY OF CONCEPTUAL ART (FRAGMENTO, 1998)

an inadequate history of conceptual art, 1998/1999 - excerpt from Silvia Kolbowski on Vimeo.

Fascinante documental que recoge los movimientos de las manos de artistas conceptuales a los que la artista argentino-norteamericana pidió que describieran y "visualizaran" con sus gestos obras suyas inmateriales.

Véase una versión más extensa del documental en la página web de la artista.

Arquitectura v. construcción

La diferencia entre arquitectura y construcción, si es que existe, ha sido comparada con la que se establece entre las obras de arte y de artesanía, o entre la obra de arte y el objeto utilitario o funcional. Según algunos teóricos, la diferencia residiría en un "plus" -ornamental, técnico- que la obra de arte poseía frente a la obra utilitaria. Estaría mejor hecha, con mejores materiales, y con decoraciones pintadas o esculpidas añadidas. Según esta concepción, la obra de arte desnudada de artificios y añadidos se reduciría a -se convertiría en, o volvería a ser- una obra artesana.

Otros teóricos consideran que esta definición es simplista. Se asemeja a la diferencia que el el Señor Jourdain, protagonista de la comedia el burgués gentilhombre de Molière, establece entre la prosa y la poesía. Ésta es prosa en verso, es decir es prosa artificiosa, esforzadamente compuesta. Piensan más bien que existe una diferencia esencial entre el arte y la artesanía, que no reside en un tipo de hacer ni en una mayor carga ornamental, sino en una manera distinta de expresarse que lleva a una visión distinta del mundo. La manera -pues se trata de maneras o formas distintas- de abordar un tema es tan distinto que lo que se cuenta no solo suena distinto sino que el propio contenido cambia. El alcance de la obra de arte, en este sentido, es más amplio y más agudo que el del objeto utilitario.

Podríamos pensar que existe otra clasificación o distintos en el campo arquitectónico. La diferencia entre una construcción y una obra de arquitectura residiría, no en la causa final (la finalidad), pues ambas tienen que ofrecer un techo, o un espacio de acogida al hombre -y ambas obras pueden y tienen que ser igualmente efectivas, y ofrecer un abrigo digno-, sino en lo que podríamos quizá nombra la causa formal: lo que el objeto es.
Una construcción no tiene sentido; literalmente no expresa ni denota nada. No quiere, no puede -ni tiene porque- decir nada. No alberga ningún contenido ni mensaje. No ofrece ningún punto de vista, ninguna revelación sobre el mundo. Cumple con la finalidad -cubre, protege, esconde- pero no media entre el hombre y el mundo. No constituye un lugar. Se puede ocupar, ciertamente, pero no es o no constituye el lugar en el que el hombre se asienta, se siente "bien". El abrigo que ofrece es temporal. El hombre no se ve viviendo para siempre en una construcción.
Una obra de arquitectura, en cambio, es una realidad y una promesa. Se trata de un espacio en el que confluye la tierra, el hombre y sus sueños. Es un lugar en el que se vive, pero también donde se sueña -con vivir para siempre. En y desde la obra de arquitectura se entiende y se acepta el mundo, se entiende que se trata del lugar donde uno tiene que residir. Una obra de arquitectura nos emplaza -al contrario que una construcción que ofrece un techo que cubre necesidades básicas, físicas, pero no espirituales.
La construcción cubre el cuerpo, la obra de arquitectura alberga el cuerpo y el espíritu. Se trata del único lugar donde se puede vivir plenamente, es decir, recordando la vida del pasado, viviendo (en) el presente, y aspirando a vivir en el futuro.
La obra de arquitectura habla. Es un lenguaje callado o silenciosa. En ésta es necesario estar a la escucha de lo que cuenta. La obra de arquitectura actúa como una caja de resonancia; al mismo tiemplo, permite que ideas o intuiciones confusas, una visión confusa o incompleta del mundo, de pronto se aclare y se enuncie nítidamente. Entendemos el mundo -o somos consciente que nunca lo entenderemos- desde la obra de arquitectura. Da que pensar. Es un pensamiento, una manera de percibir el mundo traducido en un espacio acotado.
Una construcción solo puede ser material. Una obra de arquitectura puede ser -o tiene que ser, quizá-, un sueño, un espacio imaginado: un lugar, real o soñado en el que uno querría estar para siempre, un lugar quizá inalcanzable pero que nos mantiene en vida por la promesa que ofrece de una vida plena.
La construcción no es un lugar. Solo cuando sentimos que hemos hallado nuestro lugar en la tierra, éste, físico o imaginado -pero sentido plenamente-, es una obra de arquitectura. De modo que el arquitecto "construye" sueños, en los que uno descubre qué significa vivir -y morir.  

martes, 7 de junio de 2016

IANNIS XENAKIS (1922-2001): PERSEPOLIS (1972)



Sobre esta obra poderosa y singular, irritante, inaudible y fascinante, que interpreta el eco del pasado, y que Xenakis compuso para la celebración del "2500 aniversario" del imperio persa, véase, por ejemplo: http://www.nightoftheworld.com/reviews/persepolis.html