lunes, 16 de noviembre de 2020

HELIOS GÓMEZ (1905-1956). DÍAS DE IRA (PALACIO DE LA VIRREINA, BARCELONA, NOVIEMBRE DE 2020)

 

















Fotos: Tocho, noviembre de 2020


La excelente exposición dedicada al artista Helios Gómez en el Palacio de la Virreina de Barcelona recuerda a una figura olvidada, entre los años 20 y 40 del siglo pasado, cuya obra, hallada fuera de España, mayoritariamente, ha sido poco estudiada.

Excelente grabador y grafista expresionista, buen cartelista y mediocre pintor surrealista, Helios Gómez, formado en España, la Unión Soviética, Austria y Bélgica, pasó más tiempo en la cárcel, antes y después de la Guerra Civil. 

En 1978 se preparaba una exposición que debía celebrar el cincuentenario de la Exposición internacional de Barcelona de 1929. Inaugurada tardíamente (1980) en la fundación Miró de Barcelona, la muestra, dedicada a la arquitectura de la Exposición, comprendía un apartado dedicado a las artes decorativas de la Exposición Internacional y al art decó catalán -gran parte del cual se expuso en la Exposición de 1929.

Helios Gómez era uno de los artistas inicialmente escogidos. Destacaba poderosamente entre otros ilustradores y diseñadores gráficos. Sin embargo, todo el material que se hallaba estaba impreso en revistas de la época. Fue imposible encontrar encontrar obras originales. La documentación, a su vez, escaseada. Se logró, tras una búsqueda detectivesca, contactar con un hijo del artista. Se negó contribuir de ninguna manera con la exposición y prohibió ex-profesamente que se incluyera cualquier obra en la exposición. Han pasado  más de cuarenta años. Sin duda, el rechazo era lógico: Helios Gómez fue perseguido a lo largo de toda su vida y no cesó de moverse y de huir. Queda un legado gráfico cuya extensión y belleza por fin se descubre.

Sin duda, una de las mejores exposiciones de Barcelona del aciago 2020.  


domingo, 15 de noviembre de 2020

Si no sabes dónde ir, cualquier camino te conducirá allí....

- Alicia: ¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?”.

– “Eso depende de a dónde quieras llegar”, contestó el Gato.

– “A mí no me importa demasiado a dónde…”, empezó a explicar Alicia.
– “En ese caso, da igual hacia dónde vayas”, interrumpió el Gato.
– “…siempre que llegue a alguna parte”, terminó Alicia a modo de explicación.
– “¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte”, dijo el Gato, “si caminas lo bastante
”.

(Lewis Carroll: Alicia en el Pais de las Maravillas)

sábado, 14 de noviembre de 2020

HARRISON BIRTWISTLE (1934): THE MINOTAUR (EL MINOTAURO, 2008 -FRAGMENTO-)


Sobre este compositor inglés, véase este enlace.

sobre esta controvertida -por las disonancias- ópera, véase, por ejemplo, este enlace

ROUMEN, FRANK (Ed.) (1963): THE BILLIANT BIOGRAPH: EARLIEST MOVING IMAGES OF EUROPE (1897-1902) (2020)



Montaje, recién estrenado, de fragmentos de películas documentales, de los inicios del cine, sobre la vida urbana en Europa a principios del siglo XX:

La lista de escenas seleccionadas se encuentra, por ejemplo, en este enlace

viernes, 13 de noviembre de 2020

EL ATRIO DE LA CATEDRAL



Imágenes: Tocho, Jueves 12 de noviembre, a las 17 y 18 horas


En el atrio de la catedral de Barcelona...

¿Vuelve la vida?

jueves, 12 de noviembre de 2020

PEDRO AZARA & JOAN BORRELL: "LONG BEFORE VA, PENSIERO: PIETRO METASTASIO´S BAROQUE OPERA LIBRETTOS AND THE ANCIENT NEAR EAST EUROPEAN IMAGINARY" (PAPER FOR THE ASOR ONLINE MEETING, BOSTON, NOVEMBER 2020)




Nota: Ponencia aceptada y ya presentada al congreso anual de la American School of Oriental Research, en Boston (EEUU), que se inaugura hoy, vía internet, debido a la pandemia.

Locución y canto: Joan Borrell

Una versión mucho más larga del estudio se publicará próximamente en un libro de homenaje al gran estudioso de la cultura cananea, Gregorio del Olmo.

LONG BEFORE VA, PENSIERO: PIETRO METASTASIO´S BAROQUE OPERA LIBRETTOS AND THE ANCIENT NEAR EAST EUROPEAN IMAGINARY

Pedro Azara & Joan Borrell

 

EUROPA Y “ASIA”

La presente ponencia trata de dar con una hipotética respuesta a la siguiente pregunta: Un siglo antes de las primeras misiones arqueológicas europeas en el Imperio Otomano, ¿qué pudo incidir en la imagen de las culturas mesopotámicas?

Antes de las primeras misiones europeas en la primera mitad del siglo XIX, Europa ya tenía un cierto conocimiento indirecto de las culturas mesopotámicas. Geógrafos, aventureros, diplomáticos, guerreros, y artistas, tanto cristianos cuanto musulmanes del califato de Córdoba, viajaron a Asia desde el siglo IX, todo y la difícil situación política. Recorrieron los imperios árabe, persa y otomano; visitaron ciudades como Jerusalén, El Cairo, Damasco y Bagdad; pasaron por ruinas que no siempre identificaron correctamente;  y publicaron ocasionalmente sus impresiones de viaje, ilustradas o no (Fig.1)

Sin embargo, las principales fuentes documentales europeas sobre las culturas mesopotámicas antiguas, hasta la llegada de los árabes, eran la Biblia, textos patrísticos y fuentes clásicas: fuentes alejadas en el tiempo, y a veces en el espacio, de las culturas del Próximo oriente antiguo.

 Estas fuentes textuales se completaban con imágenes plásticas. Aparte de las pocas imágenes miniadas medievales de ciudades como Jerusalén, Babilonia o Damasco (Fig.2) , fueron la pintura y el grabado manieristas de artistas cristianos flamencos, no católicos, los que popularizaron una imagen de Babilonia, tal como el historiador griego Herodoto la había descrito en sus Historias (Fig. 3).

Esas imágenes pintadas o grabadas representaban la torre de Babel; pero, a veces, incluían toda la ciudad de Babilonia (Fig.4). Babilonia y la torre de Babel  –inspirada en el zigurat del gran templo de Marduk de Babilonia-, maldecidas en la Biblia, eran un símbolo protestante de la depravación de la Roma católica. Dichas imágenes eran arte de propaganda protestante. Artistas neerlandeses católicos, como Martin van Heemskerck, también representaron la Torre de Babel y la ciudad de Babilonia. Mas, en este caso, la imagen no estaba lastrada por connotación negativa alguna, ya que formaba parte de un ciclo de vistas de las Ocho Maravillas del Mundo (Figs. 5 y 6).

Según una leyenda tardo-romana, Babilonia fue fundada por una mujer: la fiera reina asiria Semíramis (figs. 7 y 8), a la que también se le atribuía la renovación de las murallas de la ciudad.

Y es precisamente este personaje, la reina Semíramis, la que nos introduce de lleno en la pregunta planteada por esta ponencia: ¿qué fuentes, amén de las fuentes textuales bíblicas y clásicas, pudieron haber incidido en el imaginario europeo del Próximo Orienta antiguo?

 

miércoles, 11 de noviembre de 2020

¿Qué es un cuadro?

 Un cuadro es, al mismo tiempo, un soporte bidimensional de un cierto tamaño, habitualmente rectangular o cuadrado -existen excepciones como los tondos, circulares u ovalados-, cubierto de pintura, y una imagen pintada. En el primer caso, el acento se pone en la materialidad del objeto, en el segundo, en la "idealidad", en la imagen que el soporte pintado compone, que se "desprende" del mismo y hace olvidar la los componentes materiales sobre los que se basa, que le han dado origen.

La palabra cuadro viene del latín quadrum o quadrus, cuadrado, y del verbo quadrare que significa desbastar (un trozo de madera para darle la forma de un paralelepípedo), armonizar y encuadrar (obviamente). El verbo quadrare pone el acento en el aligeramiento -la supresión de materia inútil- y el equilibrio hasta dar con una forma perfecta, en la que forma y materia se conjugan. Para "cuadrar" no se tiene que añadir, sino eliminar; se trata de un proceso de simplificación a través del cual, poco a poco, a golpe de cincel, la forma se depura y se perfila. Se trata, en fin, de un trabajo de calibrado, hasta que no sobre ni falte nada, dando lugar a una forma perfecta, es decir, que "cuadre" con su "idea" o forma ideal, con el "proyecto.

Esta familia de palabras latinas derivan también del latín quattuor: cuatro; una palabra que procede de un radical que se encuentra también en el griego tetra (que ha dado origen a palabras más cultas como tetralogía, u obra compuesta por cuatro partes).

 Un cuadro tiene cuatro lados.  Para poder pintar un cuadro naturalista a partir de un motivo -un paisaje, por ejemplo- es necesario previamente haberlo encuadrado: disponer de un marco cuadrado o rectangular ante la naturaleza, tenderlo entre ésta y nosotros, a fin de recortar qué se pintará. El encuadramiento consiste en una selección de elementos que se conjugan en una misma imagen. La imagen que se configura es primeramente mental: nos imaginamos qué elementos, que ya hemos segregado, destacaremos y con qué otros los armonizaremos; imaginamos dónde pondremos el acento, qué elemento consistirá en el centro de la imagen, que se organizará a partir de éste. El encuadramiento pone orden en la naturaleza, es decir la convierte en un paisaje o una vista. Ofrece un punto de vista -personal- sobre la naturaleza. Ésta no se proyecta directamente, sino que libra aquellos elementos que han sido encuadrados. Los bordes del marco, verticales y horizontales, actúan de guía. Las formas encuadradas se disponen en función de estos ejes; algunas se yerguen, otras se encajan, otras finalmente se encogen. Encuadrar significa poner orden, un orden militar que uniformiza una naturaleza que crece sin orden ni concierto. Cuadrar una persona es ponerla firme, en posición de firmes, como si el cuerpo estuviera trazado con una escuadra, jugando tan solo con ejes verticales y horizontales. La sinuosidad, imagen de confusión, de falta de rectitud, se proscribe: el mal despunta. Cuando algo no cuadra, en efecto, se detecta un desajuste; el conjunto, la suma pierde su forma; la confusión se inserta, cada elemento pierde el lugar que le corresponde, y la perfecta organización interna se desdibuja y se tambalea. La forma trazada a escuadra y cartabón se difumina.

Un cuadro, por tanto, es la transcripción plástica de una imagen encuadrada. Barthes observaba que un cuadro, así considerado, es la imagen de una imagen, siendo la primera imagen la segregación, la organización espacial que se consigue cuando se enfoca la naturaleza con un marco gracias al cual se seleccionan determinados elementos en detrimento de otros, y se rectifican, se corrigen las formas que, desde entonces, deben seguir las indicaciones de los ejes que el marco aporta.

El cuadro (pintado) es la constatación del orden impuesto. La pintura es la manifestación de un cierto desasosiego ante la confusión natural y la expresión del deseo de reorganizar, de rectificar el mundo, un logro que el cuadro consigue, liberando las formas del peso de la materia, convirtiéndolas en formas intangibles, fuera de nuestro alcance, a las que solo se llega con la vista, transformándolas en vistas intocables, descorporeizadas.