miércoles, 21 de abril de 2021
Alegoría y ruina
"Las alegorías son con respecto a los dominios del pensamiento lo qyue las ruinas sont con respecto al dominio de las cosas"
(Walter Benjamin: Origen del drama barroco alemán)
Las ruinas, en su estado fracturado e inestable, nos informan sobre el mundo
martes, 20 de abril de 2021
MAHMOUD OBAIDI (1966): LA CASA EN MENTE (2004-)
lunes, 19 de abril de 2021
¿Por qué lo llaman táctico cuando quieren decir....?
Urbanismo táctico.
La expresión más en boca del urbanismo reciente en Barcelona.
Designa una serie de operaciones, y el uso de unos numerosos elementos disuasorios y definitorios, gráficos y objetuales, de distintas formas, materiales y colores, que se suman y se superponen, y que tienen como finalidad acotar, en calles y cruces, espacios para viandantes, vehículos de tracción animal, y mecánica, públicos y privados.
El adjetivo táctico viene del griego taktikos: un término propio del vocabulario militar que se refiere sobre todo a todo lo que concierne la disposición ordenada de una tropa.
Taktikos se relaciona con el verbo griego tassô. Este verbo tiene, en primer lugar, connotaciones podríamos decir que urbanísticas -aunque la palabra urbanismo sea de moderna creación-: colocar en un lugar fijo y apropiado, asignar un emplazamiento. De ahí guardar, clasificar, y por tanto separar, a fin de que quedan claras diferencias de clase. Así, en la Grecia antigua, se colocaban o se volvían a colocar a los esclavos en su lugar. Tassô también se traduce, lógicamente, por ordenar, en el doble sentido del verbo: colocar cada cosa en su sitio, y mandar que esto ocurra. Tassô expresa así el control sobre entes y seres, un control que se manifiesta a través de la asignación de lugares, impidiendo que nada ni nadie se salga del espacio acotado. La orden y la ordenación que tassô significa no implica discusión alguna, previa o posterior. No se discute; se acata. No es el fruto de un diálogo, de un acuerdo, sino que expresa la voluntad soberana de un puesto de mando sobre todo lo que se ejerce dicho poder. Tassô conlleva separación, desgajamiento, cortes, límites que no se pueden traspasar. Las diferencias, las dudas, los espacios fronterizos y marginales no son de recibo. Las órdenes y los límites son claros. Se enuncian y se visualizan. Impiden las mezclas, las sustituciones, la temporalidad, en suma. El lugar y la función asignados son para siempre y de una vez. No se negocian. Cada ente y cada ser tiene que interiorizar su clasificación. No puede salirse de lo que se le impone. Se levantan así barreras que parcelan, trocean un todo. Éste se pone firme. Tassô implica la aplicación de la estrategia militar sobre el mundo civil.
Quizá sí la expresión sea adecuada.
sábado, 17 de abril de 2021
El medio y el mensaje
Fotos: Tocho, Salón del Tinell, Barcelona, abril 2021
La exposición recientemente inaugurada sobre cuatro obras del arquitecto Enric Miralles, fallecido a los cuarenta y cinco años hace veinte, es una de las cinco grandes muestras que la ciudad de Barcelona dedica al arquitecto con obras en diversos países europeos, algunas póstumas.
Su estudio sigue activo, dirigido por su esposa y socia, y mantiene el nombre.
La exposición plantea una interesante pregunta: ¿debe o puede una muestra adoptar el estilo de lo que expone? Se recuerdan exposiciones sobre arte faraónico con vitrinas en forma de pirámide, sobre Confucio con expositores pintados de rojo, o sobre el arquitecto modernista Jujol entre paredes azul eléctrico, un color directamente tomado de una de sus obras. ¿Son guiños o un intento de integrar las obras en un entorno que no desentone?
En la presente exposición, el autor de la muestra es el autor de lo que se muestra. La exposición se convierte en un nuevo proyecto del estudio, que sigue los modismos, las reconocibles maneras de hacer del mismo, su estilo.
Una exposición ofrece una mirada crítica sobre la obra expuesta. Ésta se integra en un circuito nuevo, junto a obras con las que no suele compartir espacio, para ofrecer una nueva mirada sobre aquéllas. El itinerario, sus pautas, las relaciones entre las obras, permiten que las obras se vean de nuevo, como nuevas, que cuenten lo que no suelen contar. La presentación de las obras no puede ser servil: la exposición está al servicio de las obras - y no al revés-, pero éstas son las protagonistas y se las invita a revelar aspectos que no suelen exponer, parecidos, diferencias, relaciones y rechazos que las obras mantienen entre sí.
Pero si la presentación es una obra, la obra se convierte en un apéndice o un ornamento. La obra ya no tiene que contar nada. Para esto, ya está la manera de exponerla. La obra puede callar, callar sus logros y sus fracasos, sus derrumbes y sus recuperaciones. La obra no es necesaria.
Pero si la obra se vuelve prescindible, la exposición se expone a sí misma. Es el triunfo de la manera de mostrarse, de exhibirse, de la apariencia. Seductora, maravillosamente ejecutada, envolvente, zalamera, como un envoltorio impecable. Una exposición que, paradójicamente, esconde más, bajo unas maneras fascinantes, que expone, que no corre el riego de exponerse.
Agradecimientos a Victoria Garriga y a Joan Roig sus esclarecedoras y generosas explicaciones.
La crítica del juicio
Foto: Tochoocho, Eduardo Chillida, Topos V, 1986, Plaza del Rey (Barcelona), abril de 2021
Las estatuas que representan naturalísticamente a seres vivos, humanos, sobre todo, suelen ser consideradas tan vivas como sus modelos. La vitalidad de éstos se transmite a sus efigies, pero mientras que la energía de los modelos mengua con la edad, la estatua la retiene para siempre. Las estatuas se mantienen incólumes; ya nadie recordaría a las personas representadas, desaparecidas desde hace tiempo, si no fuera por la prestancia de las efigies .
Podríamos pensar que las estatuas abstractas no suscitarían una impresión de vida semejante. Mas, si pensamos en los monolitos, los llamados betilos, las piedras erguidas en la naturaleza, los menhires que nadie sabe cómo se logró ponerlos “de pie”, que eran -y son, pensemos en la Kaaba en la Meca- piedras sagradas, mágicamente presentes, evocaciones de los dioses invisibles, poseídas por éstos, una talla no tallada, que no mantiene parecido alguno con ningún ser vivo conocido, también está viva o puede producir una impresión de vida, más incluso que un mortal.
Es sin duda por esta razón que, en esta fría primavera europea de 2021, a fin de evitar que la escultura Topos V, de Eduardo Chillida, fundida en hierro colado, tirite, se le ha adosado tres elegantes estufas callejeras cilíndricas negras.
Si quieren ver la escultura en frío, ejerciten la memoria o la imaginación.
¿Qué habrían pensado los teóricos de las artes que sostenían, como Kant en la Crítica de juicio, que hay que mantener una prudente distancia con las obras de arte a fin de poder valorarlas con cierta perspectiva?
viernes, 16 de abril de 2021
PIER PAOLO PASOLINI (1922-1975): SOPRALLUOGHI IN PALESTINA PER IL VANGELO SECONDO MATTEO (LOCALIZACIONES EN PALESTINA PARA LA PELÍCULA EL EVANGELIO SEGÚN MATEO, 1963-1965)
https://ok.ru/video/1410600340074