martes, 20 de julio de 2021

Poesía, pensamiento y arquitectura

Me hago una idea; hazte a la idea; hazme un resumen, o un café; no te hagas daño; haz lo que debas; hazte la cama; ¿has hecho los deberes?; la maleta ¿está hecha?; ¿nos hacemos un "selfie"?. Se hizo su casa. 

El verbo hacer se aplica a múltiples tareas, a muy diversos tipos de tareas, e implica tanto una acción física, un obrar, cuánto mental -lo que no da lugar a ningún gesto, ningún movimiento, fuerza o esfuerzo.

Se pueden hacer ideas, cafés, deberes, maletas, fotografías.... hacer implica concebir y construir, preparar y producir.

Una polisemia tan amplia, que va del obrar de la mente a la mano, existía, en la Grecia antigua, con el verbo poieoo: hacer, obrar.

De poieoo -o de poiesis- nace la poesía: un verbo históricamente fundamental pues determina el momento en que la poesía deja de ser obra de las Musas -que dictan al poeta lo que tiene que contar, cantar en voz alta, públicamente, sin que éste intervenga ni se puede sentir el responsable de la obra en lo más mínimo- para convertirse en un "trabajo", un producto versificado fruto del empeño, el esfuerzo del poeta, un producto que ya no se enuncia, sino que se escribe, y por cuyo trabajo el poeta puede cobrar ya que él y solo él, sin intervención sobrenatural, es el autor de los versos.

Poieoo se suele traducir por hacer, obrar, siendo la poesía, "románticamente" aureolada, la obra ejemplar, o más digna que cabe encontrar.

Sin embargo, para Homero, poieoo significaba, además o principalmente, construir. Los templos, los altares, las puertas se "hacían". Para Homero, poieoo no podía designar, o apenas, la labor del vate, pues éste solo producía o componía poseído por las Musas: eran estas diosas las que le comunicaban lo que debía componer y cómo debía hacerlo. El vate era un mero emisor de temas, fórmulas, ritmos y melodías de los que no podía sentirse responsable. La poesía era un producto sagrado, al menos generado por potencias sobrenaturales a través de los medios humanos limitados que permitían que dichos enunciados llegaran a los oyentes. El poeta era un (re)transmisor -que, como máximo, amplificaba la queda voz divina.

Por el contrario, la arquitectura sí era el fruto de un trabajo humano: incluso los templos, cuyos modelos, ciertamente, eran templos celestiales ideados y construidos en un tiempo antes del tiempo, como los templos de cera, de bronce, o de plumas, que Apolo y sus ayudantes levantaron en los orígenes del tiempo. Los pesados templos de piedra o de mármol, materiales, terrenales, sin la levedad de las plumas, sí eran obra de los humanos. Y poieoo nombraba su esfuerzo, su lucha con la materia. Construir, por tanto -construir moradas para los dioses- era una actividad "poética". El arquitecto "hacía" poesía.

 Cuando el filósofo prusiano Kant, en el siglo XVIII, enunció que el juicio estético tenía como consecuencia la determinación de las cualidades sensibles de las cosas, en particular la belleza, cualidad que no era hallada o registrada por el esteta sino inventada, dispuesta por él en la obra enjuiciada, parecía que se marcaba un profundo y duradero quiebro en la evaluación de la obra de arte. La separación entre las artes mecánicas -que llevan a fabricar cosas, obras de arte, por ejemplo- y las artes liberales -que permiten reflexionar sobre le hecho o acontecido- se disolvía. El juicio estético no descubría la belleza, sino que la fundaba -algo así, en verdad, había postulado Platón cuando, en su célebre texto sobre el saber del esclavo, mostró que conocer significa reconocer. No se descubren propiedades, cualidades, relaciones estudiando el mundo, sino que los supuestos descubrimientos no son sino fenómenos que ya se conocían pero habían caído en el olvido. No se aprende, no se descubre nada nuevo, sino que, en determinadas circunstancias, un objeto o una situación nos activa la memoria y "descubrimos" con sorpresa que ya sabíamos la respuesta a una cuestión dada. Pensar en recordar lo que se sabe sin ser consciente de poseer dicho saber. El saber es innato: tiene, tan solo, que ser activado o extraído.

La nítida diferenciación entre el hacer y el reflexionar no fue solo "obra" de Kant. En el historiador griego Herodoto (doscientos años antes que Platón), poieoo no significaba solo hacer u obrar, sino también juzgar, evaluar o estimar con la mirada. La creación era también un pensamiento, el fruto de un pensamiento. Un juicio "hacía", de pronto, que algo cobrara sentido. El sentido del mundo no estaba allí para que se descubriera, sino que aquél era fundado, percibido o inventado -poieoo también significaba inventar, al menos en época de Platón: se inventaban incluso nuevos dioses, una expresión casi sorprendente.

Hacer, obrar no era, pues, un gesto banal, sin consecuencia, sino que se trataba de la manera cómo el hombre ordenaba el mundo. Un mundo que los dioses habían abandonado a los humanos para que éstos hicieran con él lo que quisieran.

Ya sabemos cuáles han sido y son las consecuencias de nuestro hacer (o deshacer).  

lunes, 19 de julio de 2021

JOAQUIM PEDRO DE ANDRADE (1932-1988): BRASÍLIA: CONTRADIÇOES DE UMA CIDADE NOVA (BRASILIA: CONTRADICCIONES DE UNA CIUDAD NUEVA, 1968)

 

Sobre este director de cine brasileño véase, por ejemplo, este enlace

(A golpe de) Like -(No) Me gusta.

Las asignaturas universitarias pueden concluir con una exposición sobre las actividades de las mismas, presentando apuntes, notas, dibujos, gráficos, trabajos notables de estudiantes, que ofrecen un panorama completo de los objetivos, temas, desarrollo y logros de un curso.

Desde hace un par de años, la muestra es virtual. Se presenta en Instagram. Los materiales solo pueden ser fotografías (sin excesiva calidad), filmaciones de un minuto como máximo y textos de cuarenta y cinco palabras. Ni una más.

Todo el trabajo de un año resumido en unas pocas imágenes y palabras, de consumo inmediato, consultadas en un móvil.

El número de "Like(s)" determina el éxito de la asignatura, y su futuro -en el caso de una asignatura optativa que puede ser cancelada al cabo de un año..  

Un "like", un "me gusta". La suerte de un curso, la "imagen" del mismo, su valoración depende de la expresión "me gusta": reacción y no juicio. "Me" gusta: soy el único juez. Tengo el poder en las manos (en el pulgar). La imagen solo puede contar para mí. Mis "gustos", mi amplitud de miras, o mis estrecheces, determinan la bondad, la suerte de un trabajo. Soy el centro del mundo, con un mando a mano. El tecleo manifiesta una reacción impulsiva ante una imagen: la veo -no sé si la miro- y pulso un botón "virtual". Aquella es instantánea. La reflexión está proscrita. No puedo ni debo pensar. Pensar exige tiempo, maduración. Debo actuar al momento, so pena que nuevas imágenes me atraigan y me alejen de las anteriores, pronto olvidadas. Las imágenes se crean y se disponen, se presentan para suscitar dicha reacción inmediata. No se puede tomar el tiempo de razonar, ni existe la posibilidad de redactar un comentario comedido, matizado, que dé cuenta de la posible complejidad de lo que se expone. La mano ágil, que digo, el dedo, nervioso, golpea bruscamente el signo de aprobación. Éste, en ocasiones, como en el circo romano, donde se daban rienda a las (bajas) pasiones, rápidamente colmadas, se representa mediante el dibujo esquemático de un pulgar que apunta arriba -o abajo. La suerte, el capricho, el antojo determinan el valor de lo que se muestra. Lo que se mide es el instinto, la reacción casi Pávloviana ante una imagen o unas pocas palabras. La lenta y meditada contemplación, la complejidad de una frase que trata de acotar un tema no tienen, literalmente, cabida ni sentido. Pues podrían dar qué pensar.

Es así como, hoy, juzgamos la enseñanza universitaria.

Quizá no debamos sorprendernos de determinadas actitudes y reacciones. La satisfacción inmediata debe ser cubierta.


domingo, 18 de julio de 2021

SOPHIE BLACKALL (1970): HELLO, LIGHTHOUSE (¡HOLA, FARO!, 2019, 2021)



 








En una isla rocosa diminuta, un faro para la eternidad.
Es una casa, que el viento, las olas y los barcos saludan de cerca o a lo lejos. Pasan las ballenas a lo lejos y se deslizan, menguantes, los icebergs.
Una casa donde mora el farero, y su mujer.. Su recién nacida hija también, así como los ocasionales náufragos apenas rescatados de la tormenta.
Mas, llega tormenta perfecta: la automatización. Y el farero, su mujer y su hija toman un barco sin retorno.
Una isla rocosa empequeñecida, un faro que se creía para siempre. Sigue guiando los barcos, oteado, desde la costa por el farero sin nada ya que hacer.

Un hermoso cuento escrito e ilustrado por la artista australiana Sophie Blackall.

sábado, 17 de julio de 2021

La lección de Atenas


"Comunicamos sin pesadumbre unos a otros nuestros bienes particulares, y en lo que toca al gobierno y al bien común no infringimos cosa alguna, no tanto por temor al juez cuanto por obedecer a las leyes, sobre todo hechas en favor de los que son injuriados, y aunque no lo sean, causan afrenta al que las infringe (...)

Nosotros permitimos que nuestra ciudad sea común a todas las gentes y naciones, sin vedar ni prohibir a persona natural o extranjera ver ni aprender lo que bien les pareciere, no escondiendo nuestras cosas aunque pueda aprovechar a los enemigos verlas y aprenderlas (...)

Más queremos el reposo y sosiego cuando no somos obligados por necesidad que los trabajos continuos, y deseamos ejercitarnos antes en buenas costumbres y loable organización que vivir siempre con el temor de las leyes, de manera que no nos exponemos a peligro pudiendo vivir quietos y seguros, prefiriendo el vigor y fuerza de las leyes al esfuerzo y ardor del ánimo. Ni nos preocupan las miserias y trabajos antes que vengan. cuando llegan las sufrimos con tan buen ánimo y corazón, como los que siempre están acostumbrados a ellas (...)

Procuramos ganar amigos haciéndoles beneficios y buenas obras antes que recibiéndolas de ellos, pues el que hace bien a otro está en mejor condición que el que lo recibe para conservar su amistad y benevolencia, mientras que el favorecido sabe muy bien que con hacer otro tanto paga lo que debe. También nosotros solos usamos de magnificencia y liberalidad con nuestros amigos, con razón y discreción, es decir, por aprovechar sus servicios y no por vana ostentación y vanagloria de cobrar fama de liberales."

(Tucídides: "Discurso fúnebre de Pericles", Historia de la Guerra del Peloponeso, II) 


Y si volviéramos a los clásicos....


viernes, 16 de julio de 2021

Catalina (y la universidad)



Fotos: Tocho, Capilla de Santa Ágata: Jaime Huguet, retenle de Pedro I, Santa Catalina, Julio de 2021

El rey de la Corona de Aragón, Martín I, falleció sin descendencia. Varios eran los pretendientes a la corona, todos de la familia real. Un acuerdo entre las distintas facciones, firmado en Caspe, estableció que un sobrino, por parte materna, del rey, Fernando I, accedería al trono.

Entre sus objetivos se hallaba la limitación de las prerrogativas de la nobleza de Barcelona. Pronto, ésta, ante la pérdida de sus favores, decidió nombrar un nuevo rey, Pedro IV, de origen portugués -lo que acabó en una guerra civil.

Pero este rey, que no fue aceptado por la Corona de Aragón, se reveló muy distinto de lo que la nobleza barcelonesa esperaba. Su programa político se expuso en el retablo del altar mayor, obra del pintor Jaume Huguet, en la capilla palatina (la Capilla de Santa Ágata o Águeda): su efigie, a los pies del niño Jesús, estaba flanqueada por las imágenes de Catalina de Alejandría y de San Sebastián.

La presencia del santo era lógica: Barcelona hacia salido del la peste negra gracias a la intervención del santo.

Mas, ¿Catalina de Alejandría?

Esta santa no era extraña en Barcelona: un gran Monasterio le estaba dedicado -así como una iglesia. El barrio que lo rodeaba acogía distintas sedes de enseñanza (estudios mayores, catedralicios y municipales, precedentes de la Universidad).

En efecto, la Santa (que nunca existió), se había enfrentado al emperador Romano. Afirmaba que la sabiduría estaba del lado de los Cristianos. Formada en la biblioteca Alejandrina, retó en esta ciudad a los sabios que formaban parte de la corte imperial. Y los venció. Furioso, el emperador mandó que fuera torturada.

Desde entonces, Catalina de Alejandría fue retratada con ls instrumentos de tortura, y un libro, fuente del saber. Por esto, se convirtió en la patrona de los estudiantes, universitarios en particular. Katharos, en griego, significaba pureza. En Catalina la pureza, la luz, se asociaba con la sabiduría, la capacidad de echar luz y disipar la oscuridad: la luz era símbolo de elevación, de rectitud; de ella emanaban los valores que daban sentido. Es así que Catalina presidía el barrio de Santa Catalina en Barcelona que acogía las sedes de los estudios superiores.

El rey Pedro I quiso apoyar la sabiduría y la sanidad.

Lejos quedan los actuales gobernantes de estos programas.

¿Quién  se acuerda de la santa patrona de la universidad, fuera y dentro de ésta?


Agradecimientos al deslumbrante guardia de la Capilla de Santa Águeda por sus esclarecedoras y precisas explicaciones.

jueves, 15 de julio de 2021

Cuando la peste ….

 




















Tocho: calle del Call, Barcelona, 15 de Julio de 2021

Cuando la quinta ola….


La angosta y serpenteante calle -o callejón- del Call (que significa, precisamente callejón), en pendiente, que sube zigzagueante, entre la doble muralla de las altas fachadas, atravesando la muralla romana, hacia la plaza de San Jaime, recorre el Call o judería medieval , en el que se produjo el primer pogromo europeo (hubo otros en la Península), a finales del siglo XIV, incendiando el barrio y asesinando a sus habitantes, a los que se les acusaba de la epidemia de peste negra que asolaba la ciudad.

Hoy, cuando el quinto envite de la pandemia, el Call se halla de nuevo devastado.