martes, 3 de agosto de 2021

AMANDA WILLIAMS (1974): COLOR(ED) THEORY (TEORÍA DEL COLOR, O TEORÍA COLOREADA, 2014-2016)

 










Convertir casas unifamiliares de madera abandonadas y a punto de ser derribadas -para construir bloques-, en suburbios de ciudades norteamericanas, en obras de arte, o utilizarlas como materia de obras de arte que expresan un punto de vista sobre la casa, la ciudad, el entorno, y las leyes políticas y económicas que les dan nacimiento y firman su derribo, fue tarea del arquitecto y artista Gordon Matta-Clark, en la periferia de Nueva York, en los años 70.

Una aproximación parecida más reciente ha sido la de la arquitecta y artista Amanda Williams. El tipo de intervención y lo que ésta persigue son distintos, en los casos de Matta-Clark y Williams, sin embargo. Matta-Clark tallaba las casas de madera, aportando algo de luz a interiores oscuros y abandonados, como si esta luz y estas "intervenciones" pudieran devolver cierta prestancia a edificios silenciados. Williams también devuelve a la la vida edificios condenados. Pero éstos, escogidos en un suburbio paupérrimo de Chicago, habitado por negros, sin equipamientos ni intervenciones urbanísticas que lo dignifiquen sin "gentrificarlo", se pintan de vivos colores. La gama no ha sido escogida al azar. Los tonos son los de productos manufacturados especialmente para la población pobre y negra, desde tinte de pelo hasta cajas y latas de alimentos, que responden supuestamente al gusto de este colectivo. Las casas, como ocurrió cuando el Éxodo y la Matanza de los Inocentes bíblicos, o la Noche de los Cristales Rotos, cuando la subida del nazismo en Alemania, fueron marcadas, designadas como casas de judíos o de negros, casas distintas -señaladas para ser destruidas-; transfiguradas y, al mismo tiempo, señaladas con el dedo, decoradas para satisfacer el gusto de los miembros de una comunidad, pero también para segregarlos.

La fachada de una casa es la manifestación de gustos y de vidas de los usuarios; en este caso, las fachadas son una directa y llameante denuncia de los estereotipos con los que se refiere, de manera más o menos condescendiente,  y se encuadra a una parte de la población urbana, sub-urbana, en el doble sentido de la palabra: que no llega a ser urbana, y cuyas casas de colores por un lado remiten a un mundo rural o pastoril, y al mismo tiempo, expresan la falta de mesura que debe de regir la gris y uniformizada aspecto de la arquitectura urbana, cuyo color expresa el rechazo de los excesos de quienes no son aún miembros de la ciudad o han pedido dicha condición, expulsados a la periferia  -periphereia, en griego, significa circunferencia, límites de una circunferencia, por tanto, lo más alejado del centro , y tiene además un significado alegórico, ya que designa la acción de desviarse del recto camino, yendo por mal camino, por desvíos, por los márgenes, como si uno quisiera evitar ser visto o reconocido, como si huyera, desplazándose por vías no transitadas, fuera de normas y señales.    

lunes, 2 de agosto de 2021

Sabiduría griega: de hombres y dioses

"Existe una sola raza humana, y otra de dioses, ambas nacidas de una misma madre. Mas, están ambas separadas por toda la extensión del poder. De un lado, nada; del otro, el cielo de bronce asentado en cimientos indestructibles. Pero, algo nos acerca a los inmortales: el vigor del espíritu o del cuerpo, aunque ignoramos la meta hacia la cual, día y noche, el destino nos ordena correr"

(Píndaro, VI Nemea, Odas)....

si bien Píndaro añadirá que también los dioses son marionetas en manos del Destino, y algunos griegos supieron que los dioses, los inmortales tal como se conocían, eran una creación humana....

Son las artes, plásticas y poéticas, que hacen vivir tanto a dioses cuanto a hombres, una vez que éstos han fallecido, resucitados por retratos y elegías.


 

domingo, 1 de agosto de 2021

ILYA MILSTEIN (¿1990?): NEW YORK (NUEVA YORK, 2018-2021)

 
















Ilya Milstein, artista australiano afincado en Nueva York, se ha convertido, tras uno estudios de arquitectura -que han encuadrado su visión de la ciudad-, abandonados, en un retratista de cruces de calles de Nueva York, llenos de vida: lugares de paso y de encuentro, cruces con aceras y calzadas, donde se juntan balcones, comercios, bocas de metro, paseantes, viandantes y vehículos, y se intuye una vida cotidiana y plena, sin grandes momentos ni sobresaltos, la vida que pasa y que el dibujante capta certeramente.

Sostiene que su influencia no deriva tanto de Hergé, autor de los comics de Tintín, cuanto de dibujantes que marcaron al dibujante belga, pero, en cualquier caso, es un defensor de la línea clara, en la que las sombras no impiden que la viñeta sea una ventana por la que se cuela fragmentos de vida.

Ilya Milstein, que también ha retratado las ciudades de París, Berlín y Londres, es, hoy uno de los mejores ojos urbanos, de Nueva York -del barrio de SoHo, sobre todo-, principalmente.

sábado, 31 de julio de 2021

La profundidad (de las imágenes)

 Aunque un texto trata de ceñir una realidad palpable, imaginada, intuida o visionada, material o ideal, la imagen textual, todo y su cercanía con lo descrito o representado, ofrece varios niveles de lectura -o inspira cuatro niveles-, desde una lectura literal hasta una última llamada "mística", pasando por alusiones y alegorías. No es cierto que una manzana fuera una manzana fuera una manzana, según la pobre lectura de Gertrude Stein. La imagen era y no era lo que mostraba: la imagen de una pipa era y no era un pipa, recurriendo de nuevo a un comentario de un artista moderno.

En Grecia antigua, la interpretación de un texto -un poema, inspirado por las Musas- ofrecía tres niveles. Un texto iba más allá de lo que "en apariencia" contaba. Poseía significados aludidos y ocultos que debían ser descifradas, para atender a la "profundidad" del texto. Éste no se quedaba en la "superficie" de las palabras. Era necesario prestar mucha atención lo que la literalidad del texto insinuaba. las interpretaciones de los textos de Homero, llevadas a cabo por un autor como Porfirio, iban en este "sentido": descubrir lo que las palabras (escritas) de Homero escondían. En la interpretación bíblica, por el contrario, como ya hemos mencionado, un texto poseía cuatro niveles de lectura.

Estas capas, sin embargo, solo deberían encontrarse en las imágenes poéticas, sagradas o profanas, fruto de una inspiración o rapto sobrenatural: los dioses, los espíritus (el Espíritu Santo), y las Musas: voces del más allá que cuentan, de manera alusiva, con medias palabras, lo que no puede ser comunicado directamente.

Las imágenes pictóricas, por el contrario, son planas. Se extienden sobre un plano. Formas y figuras siluetadas, recortadas, sin grosor, que se asemejan a recortes en un papel. Sin embargo, a partir del siglo V aC, en la Grecia antigua, y dos mil años más tarde, en Florencia, los artistas trataron de hallar un equivalente a la "profundidad", al "misterio" de las imágenes poéticas: la perspectiva fue uno de esos sistemas compositivos que trató de ir más allá de la literalidad, de la planimetría de las figuras representadas.  De pronto, el tamaño, las luces y las sombras, los contornos, se disolvieron, se complicaron, se fundieron, se desdibujaron. Las cosas se acercaban o se alejaban de los espectadores. Era necesario prestar atención a la representación. Su sentido no era evidente. Partes de la escena estaban abocetadas u ocultas. El tema principal podía, como en la pintura manierista (en los cuadros de El Tintoretto, por ejemplo), quedar en una esquina, pasar desapercibido, pese a ser la clave de la representación, lo que le daba sentido. 

La perspectiva fue un método compositivo (y ético:  una manera de situarse ante el mundo, o de situarlo ante nosotros) que trató de dar cuenta de cómo son las cosas, de reproducir su apariencia. Pero esta fidelidad a lo que las cosas muestran tenía como finalidad (oculta) revelar los múltiples significados de las cosas. Para que dichos significados fueran alcanzados, era necesario, previamente, que las formas fueran identificadas con precisión, sin ambigüedad. Era necesario saber lo que eran para tratar de llegar a lo que "representaban", significaban, a su razón de ser en el mundo, y a la relación que aceptaban establecer con los espectadores. El arte naturalista quería dar cuenta de la piel de las cosas, para luego darle la vuelta, ahondar en ellas y llegar a sus posibles múltiples sentidos. Una representación literal era una vía para dejar atrás una interpretación literal. 

El gran error de la teoría del arte occidental fue no darse cuenta que el arte naturalista no pretendía quedarse en una perfecta reproducción del mundo, sino que ésta vehiculaba fines teleológicos, es decir, quería "profundizar" en la lectura de las cosas, desvelando sentidos latentes y ocultos que solo podían intuirse en la piel o apariencia de las cosas, siempre que se quisiera levantar este velo.  


viernes, 30 de julio de 2021

CLOVIS NICOLAS (1973): HOT HOUSE (2021)

 

 Sobre este contrabajista de jazz originario de Costa de Marfil, formado en Francia, véase por ejemplo, su página web: https://clovisnicolas.com/

TERENCE DAVIES (1945): OF TIME AND THE CITY (DEL PASO DE LOS AÑOS Y DE LA CIUDAD, 2008)

 

Una de las mejores películas -un documental sobre los años de infancia y juventud del cineasta en la ciudad, los pasados años cincuenta y sesenta- relativamente recientes sobre una ciudad -Liverpool, despojada anteayer del título de Patrimonio de la Humanidad a causa de los desmanes urbanísticos y arquitectónicos en el barrio portuario, hasta entonces armónicamente preservado- del brillante cineasta inglés Terence Davies

jueves, 29 de julio de 2021

Los albañiles, la Universidad y la Santa Inquisición

 El tribunal de la Santa Inquisición fue una institución europea, un contrapoder al poder monárquico o imperial, fundado en la Corona de Aragón en el siglo XIII, que actuó sobre todo en el centro de Europa, hasta bien entrado el siglo XIX. Su función era velar por la ortodoxia del dogma cristiano, católico en particular -más que por las buenas costumbre-, debido  a las numerosas herejías causadas por las reformas protestantes, y la presencia de judíos y musulmanes, incluso tras su a menudo forzada conversión al cristianismo, tras los primeros pogromos en el siglo XIV -iniciados en varias ciudades españolas, particularmente en Barcelona, buscando algún chivo expiatorio ante la expansión de la peste negra-, y la caída del reino de Granada a finales del siglo XV. 

Aunque en la península ibérica, su presencia se generalizó a finales del siglo XV y su periodo de mayor control aconteció bajo el reinado de Felipe II, en el siglo XVI, los tribunales del Santo Oficio no fueron abolidos antes de la primera mitad del siglo XIX, si bien, el cambio de dinastía, de los Hausburgo a los Borbones, menguó la influencia de los tribunales de la Santa Inquisición.

Se conserva abundante documentación sobre los distintos tribunales en el reino o los reinos de España en el Archivo histórico Nacional.  El Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona, así como el Archivo Histórico de la Universidad de Barcelona, también poseen documentación.

Un estudio de la misma revela qué faltas eran juzgadas: religiosas (Judaísmo, Islamismo, Protestantismo; Proposiciones, o palabras en contra del dogma católico; Celebraciones religiosas sin la debida autorización; No respeto de los votos: religiosos casados; atentados contra el dogma como comer carne en días prohibidos; Superstición; Masonería; Blasfemia), y de buenas costumbres o sociales en general en relación a prácticas sexuales (Bigamia, Bestialismo,  Fornicarios, Sodomía; pero también Falsas Testificaciones).

Se conservan listas de procesados, a veces con su profesión, y de penas: desde la ejecución o la cárcel perpetua, hasta la reconciliación (el juzgado abraza la fe católica) y la absolución, pasando por azotes, galeras, y, sobre todo en Barcelona, la "estatua": dicha condena se ejecutaba gracias a una efigie (una estatua) del procesado, que era expuesta y quemada. Dicha condena por delegación se aplicaba en el caso de personas ya fallecidas o huidas, pero también de personas vivas, quemadas por sustitución, cuyo futuro estaba así marcado para siempre. 

Raramente personas de alto rango eran juzgadas, aunque algún miembro del propio Tribunal del Santo Oficio sufrió el proceso. Casi ningún aristócrata fue enjuiciado, sí algunos militares. Un ministro de Justicia, Jaume Maseras,  fue enjuiciado en Barcelona en 1633: su condena no se especifica. Un gobernador, de Tragó, Matías Aguilar fue reprendido, por asesinato, en 1627.

Pero fueron sobre todo artesanos y comerciantes los más afectados. La lista de profesiones es sorprendente, y fascinante, a ojos del siglo XXI; denotan la riqueza, diversidad y precisión de las labores artesanas. Todo un mundo, un pequeño mundo se despliga en un listado casi desconcertante. Algunas profesiones han desaparecido (incluso de nuestro vocabulario), y son casi inimaginables. La lista suena casi como una incantación: 

Estanquero, joyero, curtidor, mercader, tintorero, tejedor, pintor, barbero, coralero, sedero, tendero, sastre, tornero, curtidor, jubonero, ropavejero, peletero, portero, médico, zapatero, librero (hasta a finales del siglo XV, como Bartomeu Sastre en 1488: una profesión sin duda nueva), lencero, hornero, cotamallero, chatarrero, médico, revendedor, chapinero, escribano, calcetero, cocinero, herrero, fustero, cerrajero, pelaire, trajinero, cardador, cordonero, torcedor de lana, afilador de tijeras, serrador, ¡músico!, boyero, naipero, estampero, molinero, carnicero, picapedrero, botero, lapidario, cirujano, vidriero, sombrerero, boticario, mesonero, blanquero, escritor de libros (uno, en Perelada, en 1564), abogado, vaquero, pedreñalero, platero, terciopelero, calcetero, papelero, molinero, escribiente (un caso), arriero, fundidor, serrador, mercero, espadero, bandolero (desconozco si era una profesión "reglada"), relojero, colchonero, asmolador de tijeras, ayudante de verdugo (un caso), minero, cochero, hortelano, escultor (un caso: azotado y desterrado, en 1570), polvorero, corredor, iluminador, óptico, mesonero, maestro (varios casos de denuncia por Sodomía), bastero, peluquero (también una acusación por Sodomía), cantante, marinero, hornero, cestillero, botifollero, cintero, guardarropa de teatro, buhonero, relojero, ermitaño (otra "profesión" singular), yesero, comediante (un caso), panadero, cubero, albeitar, aduanero, receptor de limosnas (?), peinador, velero, procurador, taponero, pedralero, campanero, palafranero, ligador, mozo de caballos, regador, droguero, guantero, encuadernador, mozo de espuelas, ganadero, pasamanero, toquero, salmista, barrinolero, medidor de trigo, nuncio de baile, escopetero, verdugo (un caso, azotado en Barcelona en 1596)), chapinero, tintorero, farmacéutico, galonero, herbolario, ropero, ahechador de trigo, cortador de papel, picador de limas, lavandero, calcetero, arcabucero, apotecario, zurrador, torcedor de sedas, ferrero, espadero, corredor de oreja (?). Y, sobre todo, albañil; se diría que la profesión de albañil -quizá por insultos y juramentos mientras se construía- estaba condenada a estar siempre bajo el ojo del tribunal del Santo oficio, al menos en Barcelona.

Todas las profesiones eran practicadas por varones. Eso no significa que ninguna mujer fuese enjuiciada. Muchas lo fueron junto a sus esposos, y del resto no se indica profesión alguna -ninguna condena por brujería-; tan solo se precisa, en varios caso, que eran gitanas: no queda claro si fueron perseguidas por serlo.  En ningún caso se señala a ningún gitano 

Los juicios por Islamismo afectaban sobre todo a trabajadores del mar: esclavos, marineros y galeotes, raramente a artesanos. Las denuncias por Bestialismo recaían sobre todo sobre pastores -ya fuere porque eran propensos a estas prácticas, o porque tenían una profesión que daba pie a murmuraciones y denuncias. La Incontinencia Sexual afectaba sobre todo a comisarios (?).

El Tribunal del Santo Oficio ¿afectó al Estudio General (la Universidad), al menos en Barcelona?. Conocido y comentado ha sido y es el procesamiento y encarcelamiento de de Fray Luis de León, de la Universidad de Salamanca, en el siglo XVI.  

Amén de la prohibición de libros, la Universidad 8el Estudio General), marcada por dicho tribunal inquisitorial, exigía un certificado de pureza de sangre. Una exigencia que estuvo en vigor en Barcelona hasta 1870, cuando el Tribunal del Santo Oficio llevaba ya cincuenta años desmantelado. Este certificado, que probaba la inexistencia de antecesores herejes (conversos, judíos, musulmanes, protestantes), era entregado por sacerdotes parroquiales, y era necesario para poder ingresar, como alumno y como docente, en la Universidad.

Así como se encuentran varios casos de estudiantes llamados a juicio, los casos de docentes perseguidos, al menos en Barcelona, fueron muy raros. Si bien hubo maestros, a lo largo de tres siglos, perseguidos, solo un catedrático universitario fue enjuiciado: Antoni Serra, reprendido en Barcelona en 1680, y un profesor Sebastiá Villagret, desterrado de Barcelona en 1629.


Nota: toda la documentación se halla en el Archivo histórico Nacional. Sección Inquisición,  y ha sido estudiada por el catedrático Juan Blázquez Miguel. Suyo enteramente es el esfuerzo y el mérito del hallazgo y del estudio de dichos documentos. Me he limitado a seguir sus investigaciones.