miércoles, 12 de enero de 2022

TADAO ANDO (1941): COLECCIÓN PINAULT (BOLSA DE COMERCIO, PARÍS, 1767-2021)

 






























Fotos: Tocho, enero de 2021

El enfado del multimillonario francés François Pinault con la municipalidad de París ante la negativa de ésta al despliegue de su colección de arte contemporáneo en un edificio público, y el traslado y presentación de la misma en dos edificios emblemáticos en Venecia, ha cesado. El antiguo mercado del grano, del siglo XVIII -en su origen el palacio de ls reina medieval Blanca de Castilla-, un edificio de planta circular, transformado en la bolsa de comercio en el siglo XIX, cubierto por una cúpula liviana, y abandonado a finales del siglo XX, ha sido finalmente cedido a François Pinault, rehabilitado por el japonés Tadao Ando, y convertido en un museo monumental capaz de albergar las descomunales obras de las estrellas del firmamento artístico contemporáneo, obras en las que la discreción y la sutileza suelen brillar por su ausencia, salvo quizá las del pintor  norteamericano Kerry James Marshall, lo más destacado de la colección, desplegada en una anillo circular de salas, dispuestas en tres niveles alrededor de un espacio central cilíndrico que acoge, como en un circo, obras capaces de enfrentarse a la altura y el diámetro del espacio. La intervención del arquitecto usa y abusa de su limitado vocabulario formal y material, que compone un sobrio contenedor gris, uniformemente iluminado, que mitiga la extravagancia de muchas obras a las que sirve como una discreta y eficaz ama de llaves. Un eco del mercado aún flota la contundente exhibición de obras chillonas. Un lugar perfecto para pasar la tarde distraídamente sin tener que reflexionar demasiado. Las obras son lo que muestran. No engañan. Bienvenidos al circo. Pasen y vean.











El final de A la búsqueda del tiempo perdido, y de Marcel Proust (1922)


Escucha y visión legales:

https://www.ina.fr/ina-eclaire-actu/video/i08113049/celeste-albaret-et-proust












En esta entrevista, grabada en 1962, Céleste Albaret, quien fue sirviente, ama de llaves, secretaria, escribiente, documentalista y confidente del enfermizo escritor Marcel Proust, ya olvidada de todos, contó cómo Proust concluyó A la búsqueda del tiempo perdido, en 1922, y se refirió a la próxima muerte del novelista, quien no tuvo tiempo de corregir los tres últimos volúmenes de su novela-rio, si bien el último, El tiempo recobrado, fue escrito junto con el primero, Por el lado de Swann, y por tanto revisado, al igual que los cuatro primeros libros, correcciones incesantes, en hojas recortadas añadidas que se extienden como unas ramas, unos tentáculos enrevesados a partir de una página central, que hicieron que la edición fuera muy difícil y en parte incierta.

Este documental, y unas muestras de la manera que Proust utilizaba para permitir que el texto creciera en todas direcciones,  se incluyen en la exposición que el Museo Carnavalet, el Museo de la Historia de París, dedica al novelista francés, el mejor de la historia, con motivo del centenario de su muerte:

http://www.carnavalet.paris.fr/expositions/marcel-proust-un-roman-parisien

martes, 11 de enero de 2022

SANAA: LA SAMARITAINE (2021)

























 Fotos: Tocho, enero de 2022


Tras diez años de dura oposición vecinal y de conservacionistas a ultranza, dos de los edificios del siglo XVII que constituían una parte de los grandes almacenes La Samaritaine en Paris -la cercanía del río Sena, de la que, a partir del siglo XVII, se subía agua, precisamente donde se construirían los almacenes en la segunda mitad del siglo XIX, para el vecindario y los palacios reales, que evoca el entro del buen Samaritano y una mujer cabe un pozo, explica el nombre- que dan a la calle de Rivoli, en mal estado, y con poca sintonía con el resto de los bloques que constituyen los tentáculos de los almacenes insertados en la trama urbana, pudieron ser derribados y reemplazados por un único edificio con una fachada de vidrio ondulado espejeado -cuya capacidad reflectora solo se descubre de muy cerca-, obra del estudio de arquitectura japonés Sanaa: el resultado es mucho menos escandaloso de lo que se tenia; no lo es, y casi se echa en falta un poco más de imaginación en los educados pliegues de la fachada, un prodigio técnico sin embargo, libre de sujeciones que parecen garfios y que tanto afean la supuesta liviandad y pureza de los llamados muros cortina. En este caso, el vidrio que envuelve tres fachadas recuerda un acantilado cristalizado, o una cascada helada, un descomunal bloque de hielo tallado y no tan solo una membrana, siempre menos transparente de lo que se anuncia, y que curiosamente armoniza bien con la adusta severidad jansenista del barroco francés que se despliega en el centro de la ciudad 



Un eco de Mesopotamia: recepción e interpretación del arte mesopotámico por el arte moderno occidental



El jueves que viene por la tarde se inicia un breve ciclo de cuatro charlas sobre la recepción y la influencia del arte mesopotámico, recién descubierto, en las artes modernas occidentales, sobre todo en algunas artes escénicas, plásticas y arquitectónicas.

Estas charlas son un resumen o una extensión de estudios llevados a cabo desde 2010, y dados a conocer previamente en diversos congresos de la American School of Oriental Research ASOR (en Boston, Baltimore, San Diego, Atlanta y Chicago), exposiciones (en Caixaforum, ISAW y Fundación Joan Miró) publicaciones, conferencias y becas (becas Salvador de Madariaga y Pilar Juncosa).

Varios estudios se han realizado con los arquitectos Marc Marín (hoy en la UPenn University de Filadelfia), Joan Borrell (hoy en Caixaforum), y Tiziano Schürch (ETSAB-UPC, ETH), co-autores de los trabajos resultantes, plasmados en exposiciones, conferencias, ponencias y publicaciones. Los trabajos no son unipersonales sino colectivos,  y se basan también en la experiencia conjunta en las misiones arqueológicas de Tell Massaikh (Siria) y Qasr Shemanok (Iraq), dirigidas por Mariagrazia Masetti-Rouault, desde 2007, junto con Elisa Vegué, Saray Bosch (ETSAB-UPC), Mireia Durán, Tiziano Schürch (ETSAB-UPC, ponente en varios congresos del ASOR), Miguel Hernández Quintanilla (Arkitektur- og designhøgskolen, Oslo) y Eric Rusiñol ( Caixaforum).

Este ciclo se impartirá en francés, presencialmente en la Universidad de la Sorbona en París, y por videoconferencia, cuyos enlaces aparecen en esta entrada del blog.

Agradecemos a la profesora de ciencias religiosas y arqueóloga especialmente en la cultura neo-asiria, la doctora Mariagrazia Masetti-Rouault, de la École Pratique des Hautes Études (EPHE PSL) la invitación a organizar este breve curso. 


Pedro AZARA, Architecte, Professeur d’esthétique, Université Polytechnique de Barcelone

Directeur d’Études Invité de M.G. Masetti-Rouault et R. Hawley (EPHE PSL Sciences Religieuses)


Liens pour les cours en hybride :

Conf. 1, L’opéra et l’imaginaire mésopotamien en Occident. Babylone,  avant ‘va’ pensiero’  13/01/2022 –17h-19h, (Salle Égyptologie).

https://teams.microsoft.com/l/meetup-join/19%3ameeting_YTBkNzQwYjYtNDE4My00MzI2LWEzMWMtNzRmM2M0MWZlMjcy%40thread.v2/0?context=%7b%22Tid%22%3a%22970d5a38-c648-47a9-b305-9feb33e86cce%22%2c%22Oid%22%3a%22f9f3be7b-578d-4011-a599-b291035ceb22%22%7d

 

Conf. 2, L’architecture, la ville et l’imaginaire mésopotamien I – II : Babylone n’était pas (toujours) la Grande Prostituée, et New York, La Nouvelle Babylone

 20/01/2022 –17h-19h, (Salle Égyptologie).

https://teams.microsoft.com/l/meetup-join/19%3ameeting_MWNkODA1YWQtN2M1OS00ZjFjLTljZDQtZGQ1YTM1MjEwYzY0%40thread.v2/0?context=%7b%22Tid%22%3a%22970d5a38-c648-47a9-b305-9feb33e86cce%22%2c%22Oid%22%3a%22f9f3be7b-578d-4011-a599-b291035ceb22%22%7d

 

Conf. 3, Réception et interprétation de l’art mésopotamien par l’art moderne occidental

 27/01/2022 -18-20, (Salle Delamarre).

https://teams.microsoft.com/l/meetup-join/19%3ameeting_ZGM2ZGFjOTktNzZiZS00MzJmLTkxYjctZGVlOWFiYmM5MTQ3%40thread.v2/0?context=%7b%22Tid%22%3a%22970d5a38-c648-47a9-b305-9feb33e86cce%22%2c%22Oid%22%3a%22f9f3be7b-578d-4011-a599-b291035ceb22%22%7d

 

Conf. 4, À la recherche de Gilgamesh. Gilgamesh et le cinéma

03/02/2022 –17h-19h, (Salle Égyptologie).

https://teams.microsoft.com/l/meetup-join/19%3ameeting_MTUzYWI2ODAtNWIzYS00YTRkLTlmNWItOTQ1ZWZhZGQ0YzYz%40thread.v2/0?context=%7b%22Tid%22%3a%22970d5a38-c648-47a9-b305-9feb33e86cce%22%2c%22Oid%22%3a%22f9f3be7b-578d-4011-a599-b291035ceb22%22%7d

 

domingo, 9 de enero de 2022

Ser sintiente

 Quizá la palabra mascota evoque realidades que no queremos asumir hoy. Mascotte, en francés, significa fetiche o amuleto: designa tanto lo que es objeto de adoración como lo que creemos que nos protege, un ente o un ser a quien confiamos nuestra vida. Y mascota viene del italiano mascha, que designa a una bruja. Mascota pertenece bien al vocabulario de la brujería y la superstición y se refiere a esperanzas y temores irracionales o infundados, pero que nos ensanchan o nos encogen el ánimo.

Pero no hace falta recurrir a esta palabra. Desde siempre, la expresión animal domesticado ha designado a un animal marcado por el estrecho contacto con el hombre, irrevocablemente distinto del animal salvaje, dominado, domado, pero que forma parte de la domus o casa, de la familia que habita en el espacio doméstico, que hace pues compañía y la revive, aunque al precio de atender, como un doméstico, las necesidades anímicas, los cambios de humor, los miedos y los anhelos de los humanos entre los que vive.

La expresión animal doméstico dibuja bien el perfil, las virtudes, defectos, limitaciones y beneficios para los humanos que envuelven y aportan estos animales, como también  evoca la estrecha, a veces opresiva a veces emotiva, relación entre el animal y el hombre.

Parece que esta denominación ya no es válida y se recurre hoy a una extraña expresión, ser sintiente, recientemente legalizada: extraña porque precisa que el animal es un ser (vivo) que siente, lógicamente, toda vez que posee un sistema nervioso. Mas colea la creencia en ls existencia del alma del animal, reviviendo una célebre disputa entre Descartes y Hobbes acerca de la capacidad de los animales de emocionarse y emocionarnos, cuando a menudo nuestros congéneres nos dejan fríos. Las “emociones” animales no nos exigen demasiado. La expresión alude que el animal es cincuenta de nuestros desvelos, lo que reviértete en nuestra satisfacción moral: hemos hecho “el bien” con el menor coste posible.